27 ago 2011 |

DIOS ES AMOR



1ª Juan 4:8  El que no ama,  no ha conocido a Dios;  porque Dios es amor.

La palabra amor es tan amplia al momento de ser explicada, tiene tantas definiciones y contrastes que incluso con millones de años el hombre viviendo sobre esta tierra (según los científicos) aún no ha podido definir a cabalidad que es aquello que los seres humanos entienden como amor.

En el oriente por ejemplo, amor puede ser el sinónimo de responsabilidad, de entrega, de ser fiel y honorable a la familia, mientras que en occidente puede significar un sentimiento o sensación del corazón que motiva a un hombre a relacionarse emocionalmente con una mujer, en fin, creo que para cada cultura y civilización de la historia de la humanidad puede significar algo similar o incluso algo totalmente distinto de lo que el grueso de las personas conciben como amor.

Es imprescindible que cada hijo de Dios defina que es amor, porque el amor es Dios mismo y toda mi vida espiritual se definirá en virtud del concepto que yo tenga de Dios.
La RAE. Define amor (entre otras más) como a aquel sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser. Pues, si bien este sentimiento puede asimilarse a lo que nuestra mente occidental comprende como amor, creo que aquella definición aún se queda corta ante tan amplio sentimiento, donde queda por ejemplo aquel animo de protección que un padre siente por su hijo, tal sentimiento puede llegar a ser tan potente que aquel padre podría matar con sus propias manos a aquel que quisiera dañar a su hijo, y donde queda también aquello que mueve a un hijo a no abandonar a su anciana madre, a pesar que sus bastos años relentizan toda la vida de aquel joven, en fin, la definición de la RAE. Es más bien (por decirlo menos) egoísta, y basa el amor en un sentimiento que parte de la sola insuficiencia humana (y no niego que la haya) y en virtud de esa imperfección busca llenar el vacío de compañerismo, con otro ser humano, que por desgracia a estar altura de la historia de la humanidad, ni siquiera ya es del sexo opuesto.

¿Estoy diciendo con esto, que es malo querer estar con una persona (del sexo opuesto) por el solo hecho de que nos guste, eso es malo en sí mismo, es egoísta? Pues si yo también soy aquel que llena la insuficiencia de otro, pues claro que ya no lo es, eso más bien responde a la naturaleza de mi creación, fue Dios quién dijo que al hombre no le era bueno estar solo, la idea de necesitar una mujer para compartir la vida, no fue una idea del hombre, sino de Dios, él nos diseñó así, y es más, fue por causa de que los hombres necesitábamos compañía que el Señor creo a la mujer, así que más que ella necesitarnos a nosotros, somos nosotros quienes necesitamos de ellas, aunque esa verdad le duela a algún machista por ahí.

Pero aun así, el hecho de necesitarnos mutuamente, el hombre a su mujer, los hijos a los padres, y la familia a la sociedad, aun así la definición de amor en pos de suplir una necesidad se queda pequeño, aún sigue siendo solo un afán egoísta, porque si yo solo quiero a mi mujer por lo que ella puede darme, entonces mi amor es de corta duración, por que en algún momento de la vida, después de unos pocos años ella quizás pueda dejar de ser aquello que fue en la noche de bodas, tal y como yo puedo dejar de ser aquel esbelto galán que roba flores para regalarle, mis hijos por otro lado pueden querer ser el deportista que yo no quería, en vez de ser el abogado que yo si quería, yo mismo puedo ser la decepción de padre que ellos no querían tener y no ser más aquel invencible iron man que ellos admiraban cuando pequeños, en fin, si el amor fuera tan solo suplir necesidades, entonces el amor es egoísta y solo piensa en sí mismo, y cuando ya no consiga lo que egoístamente quiere, entonces el amor dejará de ser, y eso es justamente lo que no es el amor, porque El amor nunca deja de ser… (1ª Corintios 13:8).

Sin lugar a dudas el hombre fue creado con emociones, entre ellas el gozo, la paz y el amor, el hombre puede sentir estas cosas y más, y por desgracia, desde la caída, el hombre no solo siente gozo, ahora también afán, además de la paz, siente temor o miedo, y sin lugar a dudas, con los años mientras más nos alejamos del momento de la creación, el hombre se llena más de odio y desconfianza, y cada vez siente menos amor.      

Con todo esto, es sumamente fácil amar a un hijo (salvo horrendas excepciones) es muy fácil enamorarse de una mujer (en el caso de un hombre) y no cuesta nada sentir amor o aprecio por los parientes, pero, en todo eso no existe mérito alguno, por ejemplo, nadie hace mucho para enamorarse o no se piensa mucho en amar a un hijo, uno simplemente lo ama, el nace y su innata indefensión provoca el instinto paternal de protegerlo, jamás se te pasaría por la mente pedirle a ese infante que proveyera para sus gastos (sería ridículo), sino más bien, nace el impulso de la madre por amamantarlo y del padre por proveer el mejor ambiente para él, que curioso es esto, cuando piensas en el amor de Padre o Madre, y te percatas que ese pequeño ser no trae consigo nada que pueda servirte para satisfacer tus deseos egoístas, te das cuenta un poco de como es el amor de Dios, siendo que los primeros meses trae cada noche desvelos y dolores de cabeza, más que otra cosa.       Sin lugar a dudas es una dicha saber que aportaste para traer otro ser a este mundo, pero cuando tienes mucho trabajo el lunes por la mañana, y en la madrugada del domingo tu bebe te mantiene despierto casi toda la noche, pues si al desayuno no lo aborreces, eso se llama amor, y es innato, no te obligas a amarlo, simplemente lo haces, porque es tu hijo.

Pues todo esto nos debe hacer pensar ¿es entonces que es el amor? Y ¿Cuál es la importancia de comprender que es amor? Pues es de suma importancia para un cristiano saber definir que es el amor, por que como dice el apóstol Juan, DIOS ES AMOR, y si conozco el amor, si comprendo que es El Amor, entonces comprenderé como es Dios en esencia, mientras más conozco el amor, más conozco Dios.
Entonces ¿Qué es amor? Es aquello que siento por mi mujer o por mi hijo, es ayudar al menesteroso o dar limosna, pues es el amor es todo aquello y también mucho más.              El amor se define en el griego, en el versículo 4:8 de 1ª de Juan, como agape, y esta palabra significa en resumidas cuentas AMOR DE DIOS, y a diferencia del sentimiento de un hombre por una mujer (eros) y de un Padre por un hijo (filial), el ágape se puede definir como aquel afecto que expresa a Dios en esencia, y el este nace de un corazón que tiene la virtud de conocer a Dios, no de oídas, no de memoria, sino de experiencia, el ágape brota de un corazón que tiene al Dios vivo morando en él.

Ahora bien ¿Qué es el ágape? Pues el ágape es aquel amor que a diferencia de lo que el hombre comprende, es algo que no brota de la nada como el enamoramiento, este sentir implica lo innato de apreciar a un hijo, sino más bien parte de la decisión de expresar aprecio, a pesar de que aquel que recibirá mi aprecio no se lo merece en lo más mínimo.              Esto quiere decir, que el ágape es una expresión mucho más madura que cualquiera otra del amor, esto implica involucrar la mente, no es una mera emoción que se desata instantáneamente en el corazón, es más bien un principio por el cual el cristiano vive, el ágape al contrario del eros o del filial, implica hacer uso de la voluntad, es una conquista, una victoria, una verdadera proeza, porque el amor ágape (o el amor de Dios) implica amar a aquel que se considera tu enemigo y desea lo peor para ti (Mateo 5:44) y la demostración de que ese ágape está en ti implica una acción, debes bendecir al que te maldice, hacer bien al que te aborrece y orar por aquel que te ultraja y persigue (Mateo 5:44) dime una cosa ¿es fácil hacer eso?.    Pues ese es el verdadero amor, aquel que proviene no del corazón de un hombre, sino desde el de Dios, que proviene desde aquel que es EL AMOR por esencia.

En este mismo contexto se puede conocer a Dios, solo piensa un momento ¿tu buscabas a Dios cuando te topaste con su amor? Pues claro que no, Colosenses 1:21 dice al respecto Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado, ni tu ni yo tuvimos ningún mérito para que Dios nos amara, es más, creo que aún no hemos hecho nada suficientemente bueno como para merecer su amor, pues este es el verdadero amor, por qué ¿qué merito existe en aquello que no te cuesta? Insisto, no es ningún trabajo enamorarse o amar a un hijo, pero tiene todo un trabajo y demasiada disposición amar a aquel que busca solo lo peor para ti, tal y como es un enemigo, pero eso es lo que hizo Cristo por mí, él me amó a mí, aunque yo no lo buscaba, cuando con mis actos me alejaba más y más de él, eso es lo que trata de explicar el apóstol Juan … En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados (1ª Juan 4:10) Eso es el amor, no algo que brota como un impulso en tu corazón como si nada, sino aquello que parte desde una decisión de apreciar y esperar lo mejor para mi prójimo, aunque aquello mismo vaya en desmedro de mí.
Por todo esto, el verdadero amor no puede ser simplemente satisfacer mi necesidad básica y egoísta, sino más bien, todo lo contrario, el amor es una entrega basada en una decisión de buscar lo mejor de mi prójimo, aunque eso no implique ningún beneficio para mí, al menos no en esta tierra ni en la esfera de lo material, solo piensa un momento ¿Cuánto dinero gano Cristo por morir en la cruz? Sin embargo, muchas veces si algo no implica una ganancia para mí, no lo hago, es más, si aquello implica una perdida, ni siquiera se me pasa por la mente ¿seguro que no pensamos así? Pues eso no es amor, amor no es mariposas en el estómago, no es solamente abrazar al tan anhelado hijo, no es solamente respetar a mis padres mientras ellos me ven, amor es DAR AUNQUE NO RECIBA NADA A CAMBIO, por qué definitivamente es …“Más bienaventurado es dar que recibir” (Hechos 20:35).

Hoy estamos lejos de ese amor, es cosa de pensar ¿cuantos de nosotros cuando un hermano en la fe está mal, nos sentimos bienaventurado al dar, aunque nunca nos retribuyan? O cuando falta dinero para el arriendo del local de nuestro templo ¿Cuántos de nosotros pensamos en que otro disponga de su dinero para tales cosas, total ya diezme y ofrende? Perdón ¿eso es amor? Por otro lado ¿Cuántos padres no llevan a sus hijos a la iglesia por quedarse descansando y con eso ponen tropiezo en la crianza de sus propios niños? La respuesta es ¿trabaje toda la semana, debo descansar? ¡¡Pues, si trabajaste sí, claro que es justo un descanso!! Pero aunque no tú no recibas nada a cambio ¿no sería bueno criar a tus hijos en el temor y la amonestación del Señor? Alguno me dirá en esto, ¡¡yo les doy todo lo que necesitan!!, pero la verdad es que aunque yo le provea de todas las riquezas de este mundo a mi hijo, si no le guio a los pies de Jesús, entonces lo estoy maldiciendo a que se pierda en el infierno, porque sin Jesús, aunque cumpla todos sus sueños, está completamente perdido… pero ¡¡YO AMO A MIS HIJOS!!, si no los guías a Cristo, pues entonces tu amor no es otra cosa que la manifestación egoísta del corazón de un hombre caído, ese amor, no te sirve de nada.

Soy un hombre que cree que la escritura no miente al decir que, ¡¡Sin Santidad nadie verá al Señor!! (Hebreos 12:14) y creo profundamente en que sin la justificación de Cristo, ni aún el hombre que se considere más santo, podría entrar en el Reino de los cielos, pero Dios mismo me ha hecho meditar en esto ¡¡hay lecciones para el hombre, que los juicios de Dios no le podrán enseñar, sino su amor!! Y eso también es la pura y santa verdad, la mujer llamada María, que quebró aquel frasco de alabastro a los pies de Jesús (Lucas 7:37) no se acercó al Maestro motivada por su justicia o su santidad, no fue su doctrina lo que la cautivo, ni fueron los milagros del Mesías la que la conmovieron, sino, fue nada menos que ese dulce e incomparable amor de Dios (ágape) que Jesús destilaba por aquellos que estaban perdidos. Fue ese amor lo que logro cambiar el corazón de aquella mujer pecadora, ese amor logro algo que ni aún toda la religión organizada de ese tiempo, fueron capaces de lograr.
Hoy en muchas congregaciones se usan métodos mundanales de evangelismo para atraer a las personas, dejando de lado el verdadero sentido de la salvación, y no digo con esto que tampoco debamos predicar sobre la justicia y la condenación del hombre por su pecado, pero solo piensa un poco en esto, aún en el redargüir del Espíritu, esa congoja que proviene de saber que hice algo contrario a la voluntad de Dios, proviene del amor de Dios, es como un clamor desde el Espíritu de Dios que te motiva a que te pongas a cuentas con él y así él no tenga que condenarte, ESO ES AMOR.

 Estimado hermano en la fe ¿Qué merito hay en que ames a tu mujer o tu esposo? O ¿Qué meritorio hay en apreciar a quien nos ha hecho tanto bien, mientras que aborrecemos a nuestro enemigo? ¿Qué de cristiano tiene el amar a mi hermano en la fe que piensa igual que yo, mientras menosprecio a aquel que no lo es? Creo que en alguna parte del camino se nos olvidó que el mérito de ser salvos no provino de nuestras propias fuerzas ni justicia, sino de  que Jesús me amó a mí, cuando yo lo odiaba a él.
Hoy día muchos nos jactamos de conocer a Dios, y hablamos de él como si fuera nuestro amigo más íntimo, creemos haber alcanzado algo, cuando en realidad solo hemos adquirido un poco de teología barata, y hemos memorizado versículos bíblicos un poco más que el promedio, pero en realidad muchos de los que nos llenamos la boca diciendo que conocemos al creador, con nuestras actitudes solo negamos nuestros dichos, creemos que un cargo o un título en la iglesia nos da una cercanía a él o nos eleva a algún ridículo e inexistente nivel espiritual, mientras que digo conocer y amar al Dios que no he visto, pero aborrezco a mi hermano que si veo, eso es ridículo, es hipocresía, eso es engañarse asimismo, porque si yo conociera verdaderamente a Dios, sabría que la esencia más prominente de Dios es el amor, porque DIOS ES AMOR.

Solo medita en esta verdad estimado hermano en la fe, no hay mérito en amar a quienes te aman, el verdadero amor se encuentra en desear lo mejor a aquel que te aborrece y pedir por la bendición de aquel que te maldice, ese fue el ejemplo de Cristo en la cruz del calvario ¡¡Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen!! Si algo merece llamarse amor, es justamente esa actitud.

1ª Juan 4:7 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.

Dios te bendiga,

Profeta de Dios.
11 ago 2011 |

UNA CUESTIÓN DE DIGNIDAD



Daniel 3:15-18 Ahora,  pues, ¿estáis dispuestos para que al oír el son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música, os postréis y adoréis la estatua que he hecho? Porque si no la adorareis, en la misma hora seréis echados en medio de un horno de fuego ardiendo; ¿y qué dios será aquel que os libre de mis manos?... 3:17 He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Dan 3:18 Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado.

Es sorprendente el evento narrado en Marcos 5:1-11, donde describe como un endemoniado de la región de Gadara, se postra ante los pies de Jesús, clamando y rogando con la siguiente frase: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes.        Todo sabemos en que termina este clamor, pero lo sorprendente no es ver el poder de Dios manifiesto por sobre cualquier potestad demoniaca, lo que realmente es llamativo es la expresión que justamente esa potestad muestra ante Jesucristo.      Solo deténganse un momento en el relato de Marcos 11 y mediten que estos demonios hacían que este hombre viviera entre los muertos, que tuviera tanta fuerza que aún las cadenas con la que lo quisieron atar muchas veces, terminarán hechas pedazos y que finalmente este poseído hombre fuera simplemente un indomable, pues todo ese poder se postro delante de Jesús al llegar este a Gadara, y todo esa sobre natural fuerza, termino arrodillada clamando a gran voz ante ese humilde carpintero con el fin de que no los enviase a los lugares secos, en definitiva ellos (los demonios) hicieron lo que muchas personas de esta humanidad no hacen (aun siendo menos poderosos que los ángeles caídos), reconocer que el Hijo de Dios es quien tiene todo el poder, quien domina y quien finalmente se sentará en el Trono de la creación para siempre, y la gobernara con su justicia y con su bondad.

Fíjense que ese relato (Marcos 5:1-11) muestra que donde llega Jesús debe ser reverenciado y reconocido como el Hijo de Dios, y es aquí donde al parecer muchos cristianos no conocen a Jesús tan bien como lo conocían estos demonios, y no estoy haciendo con esto una apología sobre la capacidad de adoración que tienen las huestes de maldad, sino más bien, esto es una crítica a la falta de reverencia que muchos de nosotros ante la figura de Cristo, por ejemplo ¿Cuántas veces has comido en medio de la reunión de culto? ¿Cuántas veces has dicho, voy a ir con lo que pille a la iglesia, total es pal´ Señor nomas? ¿Cuántas veces has llegado sin biblia al servicio? ¿Cuántas veces en tus primicias has entregado cosas que tú jamás pondrías en tu mesa? ¿Cuántas veces no has ofrendado de acorde a lo que Dios mismo te ha prosperado sino mucho menos? ¿Cuántas veces has hecho bromas usando el nombre de Jesús o Dios en vano? ¿Cuántas veces has cantado de labios en medio de la alabanza, y tu corazón y mente han estado en tu casa, tus quehaceres o tu ser querido? En fin, la lista realmente sería interminable si se trata de mencionar la notable falta de reverencia de la iglesia actual.    De seguro alguno pensará ¿Qué religioso lo que está diciendo el hermano, hoy estamos bajo la gracia, lo que importa es lo que está en el corazón del hombre no lo que hay por fuera? Pues eso es una media verdad, porque claramente al Señor le interesa mucho más mi opinión interna que mi apariencia externa, pero el asunto es que lo de afuera simplemente refleja lo que hay dentro de mi corazón, Proverbios 15:13 dice: El corazón alegre hermosea el rostro; Mas por el dolor del corazón el espíritu se abate.  Aunque yo quiera negar mi alegría interior, mi rostro resplandecerá aún en contra de mi voluntad, porque lo hay dentro de mí, siempre se reflejará en lo que hay fuera de mí.    Una joven que aun siendo cristiana viste provocativamente, solo muestra que dentro de su corazón (aunque quiera negarlo) existe el afán de ser observada por el sexo opuesto, de lo contrario ella obedecería la palabra y vestiría decorosamente 1ª Timoteo 2:9 Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, Todos sabemos que la escritura no se esta refiriendo contextualmente a que las hermosas hijas de Dios se vean como muertas en vida, sino es un claro llamado al respeto y al decoro, ya que son ellas las más grandes representantes de la Santidad de la Iglesia.

El asunto es que en todas las cosas de nuestra vida, es Jesús quien debe llevarse la gloria, no es ni la belleza de la mujer, ni la galantería del hombre, sino la Santidad de Cristo en mí, quien siempre debe llevarse la gloria de todo aquel que diga haber nacido de nuevo.
Por lo demás, el Antiguo Testamento menciona toda una manera y norma en la que todo aquel que se aceraba al Tabernáculo lo hiciera con respeto y decoró, y aunque esto es mencionado en el antiguo testamento, Dios sigue siendo el mismo, y es teológicamente correcto decir que cada una de las cosas mencionadas en el Antiguo Testamento, son principios que tienen su final en Cristo, es decir, si bien ya no es necesario usar la tenida Aarónica, los que están en Cristo viven los principios de decencia, decoro y respecto al acercarse a la presencia de Dios, y es más, si viven con el Espíritu Santo en su corazón, la misma santidad de ese Espíritu, fluirá de manera externa.

Pues bien, todo esto en función de una sola cosa, si yo me guardo en Santidad es para Dios ¿y por qué debería obedecer su palabra cuando él me pide que viva en Santidad? Pues que él es completamente digno de mi obediencia.     Yo no solo sigo a Cristo porque lo amo, sino también, porque él es digno de que yo le siga, él es digno de que yo le sirva, él es digno de que yo le adore, él es digno de que incluso yo de mi vida por él, tal y como a él le pareció bueno dar la suya por mi.

Este pensamiento, no solo los demonios lo tenían claro al reconocer a Jesús como el Hijo del Dios viviente, y como digno de postrarse delante de él, sino también los habían los tres jóvenes cautivos en babilonia Sadrac,  Mesac y Abed-nego, ellos comprendieron que Jehová no solo era el único Dios verdadero, sino también, el único digno de adorar, y frente a esa verdad tan marcada en sus vidas, no tenían nada más que hacer, que rendirle gloria solo a él.

Ahora bien, uno pudiese pensar en el contexto en el que estos 3 jóvenes estaban viviendo, era relativamente fácil vivir, si bien ellos fueron llevados cautivos a Babilonia, fueron criados como la realeza y con la finalidad de ser parte de los sabios que componían la corte a la cual el Rey pedía consejo, ellos no solamente eran unos jóvenes hebreos más en medio de Babilonia, ellos eran parte del gobierno y vivían “relajadamente”, uno podría pensar que con esas comodidades es fácil servir al Señor, pero independientemente a pesar de cómo ellos vivían y de ser parte de los consejeros del gobierno, ellos fueron condenados a ser lanzados al Horno de fuego, por el simple hecho de no adorar a otro como si fuera Dios.        Ellos sabían no solo en sus mentes que Jehová era el único Dios verdadero, ellos tenían en claro que Jehová era el UNICO DIGNO de recibir su adoración, no importando la circunstancias que ellos estuviesen viviendo, Jehová seguía siendo el único Digno de ser adorado.

Aquí es donde muchos cristianos nos encontramos hoy en día, sabemos en nuestra mente que Jesús es el Señor, creemos con nuestro intelecto que él creo todas las cosas, entendemos que él nos ama y estamos seguro que sus intenciones son buenas, y mientras todo este bajo el parámetro de nuestro control, podemos dar gloria a su nombre sin mayor dificultad, pero llegado el triste momento donde somos probados, donde la congoja toca nuestra puerta, cuando la enfermedad o el quiebre matrimonial o cualquier decepción nos abarca, es entonces donde sin darnos cuenta, ya no reina el Príncipe de Paz en nuestro corazón, sino la desesperanza, la angustia y el afán, y todo esto hace mella de nuestra frágil existencia, si no me crees, solo piensa como sería tu reacción o la mía frente al doctor mientras nos dice que solo nos queda un par de meses de vida, piensa en que sentiría nuestro corazón si nuestro hijo muriera, piensa en lo difícil que ha sido dejar esa congregación sabiendo que allí no está la voluntad de Dios, pero para evitarme el prejuicio, prefiero desobedecer la voluntad de Dios, piensa en lo doloroso que sería perder a la mujer amada y como sería nuestra reacción ante Dios.     Me he percatado que los seres humanos apreciamos (en gral.) tanto la vida, que de alguna manera nos hemos olvidado que es Dios quien tiene todo el derecho sobre ella y también el único que puede y sabe cuándo debe quitarla, pero como el hombre caído es quien gobierna al ser humano, este ya no estima el obedecer a Dios por sobre todas las cosas, porque para el Adán que vive en mí, Dios ya no es digno de toda mi adoración, al menos no cuando mi mente y mi alma están acongojadas por el problema que estoy viviendo.  

Para estos 3 jóvenes Jehová era tan digno de adorar, que incluso la misma muerte no podía detener su adoración, su confianza en Dios les motivo a decir lo siguiente: He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. (Daniel 3:17) ellos conocían el poder de Dios, ellos sabían que Dios no tiene límites, ellos estaban completamente seguros que Jehová (si tenía el ánimo) podía no solo librarles del horno de fuego, sino también el mismo imperio babilónico, porque Dios es tan poderoso que puede hacer lo que mejor se le antoje ¡¡ALELUYA!!

Pero el relato no se quedó en una mera declaración de confianza del sempiterno poder de Dios, sino también en una declaración de ADORACIÓN basada en la insuperable dignidad de Jehová, ellos dijeron: Y si no, sepas, oh rey,  que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado (Daniel 3:18) está declaración nos debe hacer dar cuenta de que ellos realmente creían en lo que decían, solo piensa que no iban a ser sometidos a una simple prueba de su fe, ellos iban a ser quemados vivos, serían lanzados a un horno de fuego de verdad, un lugar donde sus carnes se derretirían en medio de gritos espantosos de dolor, ellos sufrirían una muerte terrible, y sin embargo dijeron ¡¡Dios puede tanto librarnos, como no, sin embargo, solo Jehová es digno de nuestra adoración, aún en medio del dolor!!  Esa es la actitud que muchos de nosotros debemos aprender, no importa la situación en la que te encuentres, ya sea un buen momento de alegría, o en la pena más grande y desoladora, no importa si te sobra el dinero o si apenas tienes para comer, y sin importar si estás completamente sano o estas padeciendo tus últimos suspiros de vida, DIOS SIGUE SIENDO DIGNO DE TODA TU ADORACIÓN.

Es sabido por todo el mundo que satanás quiere adeptos y gente que le adore, pero si no puede lograr que tú le rindas pleitesía, al menos tratara de desviarte de que tú glorifiques a Dios, y lo logrará usándote a ti mismo, haciéndote sentir que tu problema, dolor o conflicto son más dignos de atención que Dios mismo.

Debemos comprender que el Señor es completamente digno de la más hermosa de mis alabanzas, aún en medio de la pena más grande de mi corazón ¿es culpable él de mis problemas matrimoniales? ¿Él tiene la culpa de mi falta de dinero? ¿Él debe pagar mi indiferencia cuando estoy padeciendo de alguna enfermedad? ¿Debo hacerlo pagar a él (quedándome con el diezmo) por causa de mi falta de fe y mi desorden financiero? ¿Es mi pena y congoja más dignas de mi atención un domingo, que congregarme y dar glorias a Dios incluso por mis problemas? Job dijo ¡¡recibiremos solo el bien de parte de Dios y no el mal!! Esto quiere decir ¿mi pésima situación es más digna que mi Señor para que yo no le glorifique aun estando en el polvo? Pues la respuesta a eso es… y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito (Job 1:21) 

JESUCRISTO ES DIGNO mi estimado hermano, y no existe nadie más digno que él, y ninguna situación es más digna que él, como para dejar de adorarle por causa de las circunstancias.        Aún en medio de que mi vida corra peligro, o aún en la muerte de un ser amado, aun cuando pueda perder todo por cuanto he luchado toda la vida, JESUCRISTO sigue siendo digno, y por siempre y para siempre lo será, grábate estas últimas palabras, y recuérdaselas a tu alma cuando aquel dolor, conflicto o problema de digan ¡¡póstrate ante mí!! Es allí donde debemos decir ¡¡Dios puede sacarme de este problema, pero aunque no lo haga, no me postrare ante ti, por que JESUCRISTO sigue siendo el único digno de toda mi adoración, aún en medio de esta terrible situación!!.

Romanos 11:36 Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.

Dios te bendiga,

Profeta de Dios.
8 ago 2011 |

Para facilitarte la vida




Juan 2:14 Y halló en el templo a los que vendían bueyes y ovejas y palomas, y a los cambistas sentados. 15 Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y derramó el dinero de los cambistas, y trastornó las mesas; 16 y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre una casa de mercado. 17 Entonces se acordaron sus discípulos que está escrito: El celo de tu casa me consumió.

El evento que describe el Apóstol Juan en estos versículos, es una impresionante reacción para el tan amoroso temperamento de Jesús, él siempre se mostró como el cordero que debía ser inmolado por los hombres, como un hombre con un carácter tan afable y tierno que aún los niños gustaban de acercarse a él para jugar, tan empático y carismático que a pesar de su inigualable santidad, muchos de los publicanos y prostitutas de Israel se sentían cómodos al compartir la mesa con él y tan comprensivo que aquella mujer pecadora no sintió temor en derramar perfume en sus pies y secarlo con sus cabellos, en definitiva para quienes conocemos el amor de Jesucristo, ese evento donde el celo de la casa de su Padre lo consumía, es un momento bastante descolocador, sabiendo que el Cristo siempre guardo la compostura y si bien siempre dijo la verdad mirando a la cara de la gente, nunca se me hubiera pasado por la mente, siendo yo uno de los doce, que mientras él hacia un azote de cuerdas, aquel era para literalmente azotar y echar fuera del templo a aquellos cambistas, en una sola palabra podría decir que si yo hubiera visto al maestro en esa actitud, yo hubiera quedado simplemente IMPRESIONADO.

Ahora bien, la escritura dice lo siguiente sobre Cristo… Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza,  pero sin pecado. (Hebreos 4:15) esto quiere decir que a pesar de esa “airosa” actitud frente a los cambistas y los bramidos de los animales en el templo de su Padre, Él no pecó ni una sola vez, ni un solo instante mientras azotaba las mesas, volcaba las cajas con monedas de cambio y dejaba caer las jaulas con los animales, a pesar de toda aquella violenta escena, el NO PECÓ, simplemente hizo lo que debía hacer, descargar toda su ira ante la inmundicia que veían sus ojos, los cambistas y los animales en aquel lugar sagrado, eran tan mal olientes para Dios como lo es una simple mosca en la casa del perfumero… Jesús no podría haber hecho nada menos que lo que hizo. 

Cabe preguntarse ¿cómo fue que Jesús llego al extremo de mostrar su enojo no tan solo con palabras, sino con un hecho de violencia tan exuberante como este? Pues su ira no sobrepaso la exuberancia del pecado que se estaba cometiendo en la sagrada casa de Dios, eso está claro, aunque quizás para algunos haya sido solo un momento de arrebato exagerado, y no una demostración equitativa de la justicia de Dios, tal y como aquellos que hasta el día de hoy hacen uso del templo que se supone es para la exclusiva adoración y alabanza a Dios, vendiendo empanadas, hot dog, o cualquier tipo de alimento.      Aquí alguno pensará que me estoy saliendo de los márgenes del respeto, pero antes de que veten el resto de este mensaje, solo cuestiónense un poco que fue lo que pensaron los fariseos y el resto del pueblo al ver como Jesús en un arrebato del celo conocido para nosotros celo de Dios, toma las mesas y las da vueltas, azota todo lo que pilla a su alcance y destruye las jaulas que guardaban a los animales ¿no habrán pensado lo mismo? ¿Jesús está loco? ¿Pero cómo se le ocurre ser tan incivilizado? ¿Cómo es posible que este nazareno de mala muerte se presente así en el templo de Dios y destroce todo lo que se le ocurre? ¿Quién se cree este lunático que hace tal escándalo, está es la casa de Dios? Ahora bien, el por qué ahora en muchos templos cristianos se vende todo tipo de cosas, es por un motivo bastante piadoso, por ejemplo para reparar el templo, para ampliarlo, o para aportar a la obra misionera, y si bien esto nace desde un corazón “bueno”, cuya única finalidad es ser un aporte a la obra de Dios, obedece más que una actitud bíblica, a una que se desprende del viejo refrán “ayúdate que Yo te ayudare, dice el Señor”.

¡¡Todo esto se hace para el Señor y su obra, nosotros no nos quedamos sin ningún peso!! Dirá alguno, y que bonita intención, que loable trabajo, entregar tu tiempo y dinero para obtener ganancias que serán un aporte a las arcas sostenedoras de la iglesia, pero quiero decirte en pos de esa misma idea, que los cambistas, las aves y los corderos no estaban allí por casualidad, ni por qué no quedara más espacio en el mercado del pueblo, todas esas cosas estaban allí con la clara autorización de todo el sanedrín, y con la finalidad de facilitarle la vida a la gente, ya que como estaba cerca la pascua judía, muchos Israelitas venían desde todas partes del mundo a celebrar la fiesta y hacer algún sacrifico a su Dios, pero como provenían de distintos lugares, traían también moneda extranjera que para ser usadas en Jerusalén, debían ser cambiadas por monedas vigentes en ese lugar, y como era de esperarse, aquellos judíos que venían de lejos, les era más conveniente comprar un buen animal en la ciudad, que acarrearlo desde lejos, por ende, seguramente los mercaderes en conversaciones con el Sanedrín decidieron que con la finalidad de “facilitarle la vida a la gente”, era factible que aquellos que tenían su lugar en el mercado del pueblo, ahora podían estar dentro de la Casa de Dios, no con el fin de adorarle, sino con el objetivo de hacer negocio dentro ella, pero no con un afán de hacer dinero solamente, sino con el sincero sentimiento de “ayudar” a sus hermanos Judíos que provenían de tan lejos y así “facilitarles la vida”.

Con toda esta buena intención de parte del pueblo de Israel, y con lo bien y fácil que le hacían la vida a los judíos visitantes, Jesús tuvo una reacción que no se vuelve a ver en todos los evangelios, definitivamente él salió de sus casillas de paciencia y volcó toda su ira contra aquello que, sin lugar a dudas pudo haber partido en una buena intención, pero definitivamente NO ERA LA INTENCIÓN DE DIOS, y es aquí donde quiero llegar.

Hoy existen dentro de nuestras congregaciones, muchas tradiciones, costumbres y actitudes que nacieron desde una buena intención, tal y como es vender cualquier cosas dentro o desde nuestros templos, yo me preguntó ¿Jesús se enojó con los bueyes, ovejas y palomas? Imposible, es Dios mismo quien los creo y quien estableció todo un sistema de sacrificios con ellos, ¿entonces estaba airado porque había monedas dentro del templo? Imposible porque el mismo dijo que la mujer viuda que deposito dos blancas en el ofréndelo, dio más que todos los otros, y esto ocurrió dentro del templo, ¿entonces estaba molesto con los cambistas porque eran usureros en aplicar la tasa de interés? Tampoco, y aunque si podría haberse molestado por el interés usurero, si la molestia hubiera partido desde allí, entonces su ira podría haber volcado en el mercado y no en el templo, el asunto es que todas estas cosas no son malas en sí mismas, pero no estaban en el lugar que según Dios debían estar.

Hoy día, con el fin de facilitarnos la vida, existen demasiados recursos, y si bien aquellas cosas muchas veces nos hacen la vida más llevadera, tenemos que pensar que ninguna de ellas debe estar fuera de su lugar, el Sanedrín decidió que los cambistas tenían un lugar junto a sus bueyes dentro de la casa de Dios ¿y por qué no? Debe haber dicho el sumo sacerdote, pues porque ese templo no fue invención del hombre sino de Dios y el objetivo de ese templo jamás fue facilitarle la vida a la gente, sino ser un lugar de oración, de encuentro con Dios y de sacrificio de pecados, sin embargo, hoy muchas iglesias se han vuelto lugares donde a la gente se les hace más fácil la vida, donde los bramidos y los arrullos de sus pecados se encuentran cada culto más cómodos y holgados, y siendo que hoy tu y yo somos el templo de Dios (sí es que lo somos) puede que en nuestros corazones hayan pecados tan grotescos como del porte de un buey, o incluso tan pequeños desapercibidos como puede ser una paloma, sin embargo Dios quiere que en mi corazón viva y reine en completo solo Cristo y nadie más.

Tienes que pensar un momento ¿alguna vez has sentido que la palabra de Dios en tu iglesia ha volcado las mesas de tu corazón, que ha descubierto los bramidos del ídolo buey que puede haber allí o a echado a volar esas palomas que mantenían con estiércol aquello que debía permanecer limpio? Pues si no es así, entonces tu estas en un lugar donde se encargan de “facilitarte la vida”, donde no les importa tu alma, sino tu bolsillo, tu diezmo, tu aporte o tu trabajo, pero no tu persona, no la salvación de tu alma, y aunque suene penoso debes saber que si hasta hoy tu estilo de vida no ha sido desafiado, entonces donde se alimenta tu alma no es más que un Mcdonald´s “espiritual”, muy vistoso, muy sabroso y muy entretenido, pero para nada nutritivo ni saludable, las arterias de tu espíritu deben estar tan llenas del colesterol del pecado que muy poco de la sangre de Cristo puede fluir a tu corazón para mostrarte cuanto aún debes caminar hacia él.

Hace un tiempo yo me hago esta pregunta ¿Por qué una persona casada engaña a su pareja? Pues porque busca por fuera lo que no encuentra dentro (no estoy justificando el adulterio), ahora la misma pregunta pero en el sentido espiritual ¿Por qué una persona a pesar de tener su congregación, siempre busca escuchar algún predicador distinto, leer un libro o visitar otras iglesias? ¿o por qué no busca consejo en su propio pastor y siempre busca en algún sicólogo o en algún hermano que ni siquiera pertenece a su congregación? Pues porque busca por fuera lo que no encuentra dentro, porque así como hay buenos padres que tienen malos hijos, así también hay buenos cristianos que están en malas congregaciones, iglesias donde ya se hace insoportable el sonido de los bueyes, palomas y ovejas, donde solo hablan los cambistas de cosas terrenales, y que con cada palabra y bramido, solo arrullan el pecado de la gente con la finalidad de que aquellas personas no se vayan, ya que esas personas representan no un alma que le pertenece a Cristo, sino un número que sustenta el armonioso y pomposo estilo de vida de algunos líderes religiosos, y si no es así, pues simplemente representa un número más en el gran libro de membresía que permite a tales lideres jactarse de su organización, de lo que ellos han logrado conseguir con sus métodos, o han sostenido con sus ligaduras.

Recuerdo el caso de un hermano en la fe que se cambió de congregación y le dijo a su pastor que se iba junto a toda su familia, y luego de un año ese mismo pastor les llamo por teléfono preguntándoles si definitivamente no se congregarían más con él, para borrarlos del libro de membresía ¿puedes creerlo? ¡¡Había pasado un año!! Pues todo esto es porque hay lugares donde el pastor, el obispo o el apóstol han decidido hacerles la vida más fácil a “sus hermanos en la fe” y les permiten tener junto a sus cómodos asientos a sus bueyes, palomas y ovejas, y es más, si no traes ningún animal, pues pierde cuidado que es cuestión de tiempo que ellos mismos te faciliten alguno, para que te sientas cómodo, como si estuvieras en casa.

Yo te desafío a mirar a Jesús, no solo como el cordero inmolado en la cruz, sino como aquel que incomoda la vida pecaminosa de la gente, que mira a los ojos y te dice ¡¡arrepentíos y convertíos!! Como aquel que no tiene ningún tapujo de decirle al pulcro joven rico que venda todo lo que tiene y lo regale a los pobres, descubriendo así quien gobernaba en su corazón, te desafío a que pongas en la balanza tu vida espiritual y la de tu congregación junto a la escritura, y definas si en ese lugar, tu corazón y tu iglesia, Cristo cuando entrara te diría ¡¡Bien hecho buen siervo y fiel!! O se haría un azote de cuerdas y con violencia rompería todo lo que hay allí este, diciendo ¡¡esto que yo lo compre para que fuera la casa de mi Padre, vosotros la habéis convertido en cueva de ladrones!!  Toma el desafío, te lo recomiendo, pues porque si en el resto de los evangelios no vemos una actitud de tal violencia de parte de Cristo, es porque entonces este tema es realmente preponderante para Él.

Jesús tiene la capacidad de hacer nuestras vidas las más maravillosas de todas las vidas en este mundo, pero no desde la base del desorden ni pasando por alto el pecado, el paga la deuda de mi maldad, pero no para hacérmela fácil para continuar con mi pecado, sino con el fin de darme el poder para escoger por él y por su santidad.

Dios te bendiga,

Profeta de Dios..
1 ago 2011 |

BUENA PERSONA V/S NUEVA PERSONA.



2ª Corintios 5:17  De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

Hace unos días escuche la siguiente frase en una predicación en la iglesia ¡¡No es lo mismo que Dios haga lo que tú quieres que tú le estas pidiendo que él haga, a que Dios haga lo que debe hacer!! Tomándose el pastor de aquel versículo que dice Nadie pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo; porque tal remiendo tira del vestido, y se hace peor la rotura (Mateo 9:16) y por primera vez en mi vida de Cristiano comprendí el verdadero significado de esta palabra.

Jesús vino a esta tierra con un propósito ¡¡Morir por los que pecados de la humanidad!! Y con un objetivo ¡¡Hacer salvos a todos aquellos que se quieran apropiar de esa expiación y vuelvan a Jesús el Señor de sus vidas!! Y como la naturaleza de Cristo no tiene nada que ver con este mundo (…yo soy de arriba;… yo no soy de este mundo. Juan 8:23) el milagro más hermoso proveniente de aceptar esa expiación de Gracia por medio de la fe, es que una vez que nuestras vidas pasan de las tinieblas al Reino de Luz del Hijo de Dios, nuestra naturaleza ya nunca más es la misma (al menos es así ante una genuina conversión) y no digo con esto que Jesús haya extirpado ¡¡YA!! Toda nuestra naturaleza caída, sino que por medio de su sacrificio hoy nosotros mismos podemos ir despojándonos día tras día (a través del poder del Espíritu Santo) de ESA NATURALEZA CAÍDA, y si bien por Cristo tenemos esa capacidad de la cual antes carecíamos, somos nosotros los que tenemos el deber de revestirnos del nuevo hombre que es creado a la imagen de Dios, y desechar todo lo que tenga relación con la vieja naturaleza, caída y viciada con los deseos engañosos de este mundo (En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos Efesios 4:22 )  Pues si hasta ahora pensaste que Cristo lo había hecho todo, pues claramente el hizo la parte que era imposible para el hombre hacer, derramando del único poder que puede liberarnos de la esclavitud del pecado, Primero con su Sangre que nos limpia de la culpa por los pecados cometidos, y Segundo dándonos el Poder del Espíritu Santo, que habitando en nosotros nos posibilita para rechazar aquellos pecados que sin este poder, jamás podríamos haber dejado, eso era imposible para el hombre, y desde esa perspectiva, Él lo hizo Todo ¡¡Gracias Amado Dios!!

Ahora, como dice Efesios 4:22, el llamado a despojarnos es para cada uno de nosotros, una responsabilidad que si podemos y debemos por amor a él y a nuestras propias Almas, cumplir.             Alguno se preguntará ¿pues yo pensé que Cristo ya me había expiado de todos mis pecados y que yo nada más debía hacer? Pues sí, eso es verdad, Cristo pago por todos mis pecados (pasados) y los atribuyo a su cuenta, pero eso no es sinónimo de que yo ya no deba hacer nada más.

Insisto en que creo, que nosotros no podemos vencer al pecado por nosotros mismos, tiene que haber un elemento externo que nos de la potencia de la cual nuestra naturaleza caída carece, y ese es Cristo en nosotros, pero fíjense en algo, la biblia dice lo siguiente: Todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Filipenses 4:13) Yo no puedo solo, pero si puedo en Cristo, pero aún soy YO el que debe trabajar en aquello que sin Cristo no podría lograr, es decir, Jesús sabe que yo no puedo POR MI MISMO, por eso él se entrega a mí y vive en mí para que YO en él y en el poder de su fuerza, pueda alcanzar todo aquello para la cual fui creado, todo aquello para lo cual fui salvado, todo aquello que necesito vencer para llegar a ser como Cristo mismo, para llegar a la preciosa Estatura del Varón Perfecto.         Es Él en mí quien me brinda la posibilidad de llegar a ser como Él.

Ahora bien, la bondad que Cristo me entrega por medio de su Espíritu Santo, es el poder que está a mi alcance para perfeccionarme a su imagen, y esa imagen difiere de todo aquello viejo que yo tenía en este mundo cuando YO era de aquel, por ello que 2ª Corintios 5:17 dice: De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Es necesario que yo nazca de nuevo, que aquello viejo pase de mí y que lo nuevo de Cristo se forje en mí, para que la naturaleza del Reino de Dios sea visible en mí, tal y como fue totalmente visible en Cristo Jesús.           Para entrar al Reino de Dios, yo no necesito ser una buena persona (solamente) no necesito tener un excelente trabajo, no me es menester ser teólogo, ni haber cursado algún grado académico, no es necesario ser millonario, ni ayudar a los más necesitados (aunque debo hacerlo cada vez que pueda) Para ir al Reino de mi Dios, yo tengo que necesariamente haber nacido de nuevo, es decir, ser una NUEVA CRIATURA y allí radica la medula de este mensaje.

Jesús no vino a esta tierra para hacerme una Buena Persona, Él vino a esta tierra para hacer de mí una Nueva Persona, uno que ya no vive, ni siente, ni piensa como uno más en esta tierra, sino uno totalmente nuevo, con una nueva manera de mirar la vida, la moral, la iglesia, a las personas, con valores que no han sido concebidos en base a los parámetros sociales, sino, un hombre (o mujer) totalmente nuevo, cuyos márgenes sean aquellos que provienen desde el tercer cielo y están plasmados en el evangelio.

Uno puede mejorar muchas cosas en esta vida si se esfuerza un poco por cambiar, de seguro puede dejar de fumar, beber, apostar e incluso si se pone un poco más de empeño, se puede dejar de ser un adultero, un disipador, o un mentiroso, pero el asunto es que si bien estos cambios son positivos para la vida de todo ser humano, estos cambios no son necesariamente lo único que Dios quiere hacer en tu vida y la mía a través de Cristo.         A esta altura alguien pensará que estoy proponiendo que a pesar de que nos autodenominemos cristianos, sigamos viviendo con la misma moralidad baja de siempre, pero eso no es así, claro que nuestra moralidad debe cambiar, mejorar y llegar al nivel más alto que pueda existir, de hecho los principios morales más positivos que han marcado a la sociedades en las distintas etapas de la historia de la humanidad, han sido los valores basados en un cristianismo puro, en miras objetivas de los evangelios, y estoy seguro que si en alguna sociedad sus leyes y decretos se sustentaren en los diez mandamientos, esa sociedad subsistiría, porque Dios no se equivoca y si Él estableció diez preceptos para que rijan la vida del hombre, estos diez pueden darle al hombre la vida más plena, moral y feliz que él hombre puede imaginar.

El asunto es que si bien estoy feliz de que una persona deje de fumar, beber o adulterar, con todo y esas luces de cambios en su vida, si Dios no transforma completamente a aquella persona en una nueva criatura, entonces por muchos cambios morales que sufra, aún no está capacitada para ir al cielo, ¿pero cómo, yo pensaba que el Señor quería hacer de mí una persona mejor? Pues claro que Él quiere hacer de mí no una buena persona solamente, sino LA MEJOR persona que pueda existir, pero quiero poder expresarles está verdad, Dios anhela que seas buena persona pero no mejorando la que ya es, sino, matando todo lo que ya existe en ti y en mí, y creando desde adentro un nuevo ser, un nuevo hombre (o mujer), una persona distinta (y por ende mejor) en definitiva, UNA NUEVA CRIATURA, un ser que nace ya no de una simiente corruptible y mortal como la humana, sino, al igual que Cristo, uno Nacido del Poder del Espíritu de Dios y crece hasta llegar a ser como Cristo mismo, un completo Hijo de Dios. (1ª Pedro 1:23 siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre).                     El asunto radica, en que muchas personas piensan que cuando te conviertes al cristianismo, Dios te saca lo malo y mejora lo bueno que hay en ti, y aunque por fuera puede verse así, la escritura nos habla de UN NUEVO NACIMIENTO, no de una mejoría, de UNA NUEVA CREACIÓN, no de una reparación de lo que ya somos, porque debemos tener en claro que el hombre caído o la carne también puede ser BUENA PERSONA, solo piensa y mira en el mundo cuantas personas han marcado la historia con su Piedad, por ejemplo Mahatma Gandhi El Libertador pacifista de la india, Nelson Mandela quién logro la democracia multirracial en Sudáfrica luego de 27 años preso (al parecer injustamente) y  George Hogg El periodista ingles que salvo en 1938 a un grupo de niños chinos de ser masacrados por los japoneses y que muere de tétano por causa de la travesía, en fin la lista podría ser muy larga si meditamos incluso en aquellas personas piadosas de las distintas religiones del mundo que han hecho el bien por otros, solo porque la convicción de sus mentes (aún terrenales) y el sentir de sus corazones (aunque a veces engañoso) les decían que debían hacerlo.                       Para ser sincero, aún en estos actos heroicos puedo ver la misericordia de Dios, es en estas bondades que me doy cuenta que aún en aquel hombre caído (el Adán que hay en mí) aún queda algo del origen de su creación, recordemos que Adán no siempre pecó, no siempre fue desobediente, no siempre hizo lo contrario a la voluntad de Dios, y estoy seguro que si el primer hombre creado viviera hoy entre nosotros, no solo sería una buena persona, quizás sería la MEJOR persona que podríamos haber visto jamás después de Cristo, porque en él, aún quedarían vestigios de la imagen del que lo creo y desde allí se desprendería nada menos que admirable y heroica bondad pura.
Pero, a pesar de esa bondad, la escritura dice que aquel hombre está viciado conforme a deseos engañosos ¿se pueden dar cuenta que por ello no podemos ganarnos la salvación? Es que buenos podemos ser todos según nuestros parámetros, pero Jesús no fue bueno solamente, Él fue quién camino EN TODO como el Padre quería que caminase, haciendo bondad, justicia y siendo empático, no como un hombre bondadoso más en la historia de la humanidad, sino como el Único verdaderamente Justo, Santo y Puro, la Imagen a la cual todos los cristianos Nacidos de nuevo estamos llamados a llegar.

1ª Corintios 15:45 dice: Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán,  espíritu vivificante.   El asunto con todo esto es, que aun los que por la Gracia de Dios hemos Nacido de Nuevo, debemos dejarnos transformar por el Espíritu que concibió a Cristo mismo, pero no transformando en algo mejor lo que hoy somos, sino muriendo hoy a todo lo que somos. Solo piénsalo un momento, Dios nos dio la posibilidad de Nacer Nuevamente para ver su Reino, y cuando un ser humano nace, nace un nuevo futuro, nacen nuevas expectativas, nace toda una nueva Vida, y con esa vida, millones de posibilidades que sin esa aquella, no podrían existir, no se “mejora” una vida que ya existe, sino, nace una nueva criatura, y es eso lo que Dios por su Espíritu quiere hacer de nosotros.
El error está en que muchas veces nuestros esfuerzos están en hacernos nosotros mismos mejores Padres, Hijos, Esposos y Personas, mientras que no dejamos a Dios hacer de nosotros unos Nuevos Padres, Hijos, Esposo y Personas, y allí radica el desafío, por que el cristianismo verdadero, el que vivía la iglesia primera, no hacia mejores a quienes por la fe se volvían cristianos, sino, HACIA DE NUEVO a todos aquellos que permitían dejarse morir con Jesús (virtualmente y a veces no) en la Cruz, para renacer siendo personas no mejoradas, sino totalmente nuevas.

Ahora piensa un poco ¿Por qué tu vida no ha mejorado en muchos aspectos, como en tus relaciones interpersonales, en las finanzas, en tu relación familiar, en tu trabajo, etc.? Pues porque quizás has dejado que La Luz del Espíritu de Dios solo ilumine una parte de aquello que tú sabes debe mejorar, pero el resto de aquello que está en tinieblas y aún sigue siendo lo mismo de siempre ¿Por qué? Pues porque mientras tú quieres MEJORAR lo que hay, Dios quiere CAMBIAR LO QUE HAY ¿comprendes?, pues el que hace aquello es semejante a aquel que pone remiendo de paño nuevo en vestido viejo, y que es solo cuestión de tiempo para que tal remiendo tire del vestido hasta hacer peor la rotura (Mateo 9:16 parafraseado).  

Si tú tienes la virtud de haber nacido de nuevo, hoy tu puedes despojarte del Hombre caído (viejo vestido) para revestirte del Nuevo (Vestido Nuevo) que es conforme de aquel que lo creo, pero no en partes, porque aquello no funciona, siempre volverá atrás, debes revestirte cada día con el nuevo ser (Cristo) en toda tu vida completamente.

Hermano amado, la solución no está en la mejoración de tu moralidad, sino en el cambio (renovación) de todo tu entendimiento (Romanos 12:2), Cristo no quiere hacer en tu perecedera vida una BUENA persona, sino que habiéndote dado la eternidad, quiere hacer de ti una NUEVA persona… pero como dije al principio (y respetando tu libre albedrío) eso depende de Ti y de Mí, porque somos llamados nosotros a revestirnos del vestido nuevo llamado Cristo, despojándonos del viejo adán, que aunque tiene cosas positivas, ninguna de ellas produce vida eterna.

1ª Corintios 15:22 Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.

Dios te bendiga,

Profeta de Dios.