Apocalipsis 2:4
Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.
Dios
es todopoderoso, es infalible, siempre vence, es completamente Santo, Justo, Bueno,
Grandioso y totalmente Digno de adorar, pero una de las características de Dios
que hasta el día de hoy jamás a dejado de sorprenderme, ES SU AMOR. No entiendo como
un ser tan bueno como Dios, pudo amar a alguien como yo, y si bien no e
asesinado a nadie con mis manos, en alguna ocasión lo he hecho con mi mente,
con mi corazón he maquinado tantas perversiones durante toda mi vida, que
realmente no logro comprender como un ser tan Santo y Puro como Dios, que jamás
a tenido un solo mal pensamiento, pudo amar a este pobre y vil hombre que no
tiene nada bueno que ofrecerle. Veo
esto mismo en cada testimonio de los hermanos de mi congregación, lo leo el
libros de hombres agradecidos por sus liberaciones y sanidades divinas, lo veo
en cada alma que a sido alcanzada, no por la teología, el conocimiento o la
elocuencia de algún predicador, sino por el incomprensible amor del Dios que es
TODO AMOR.
El
amor de Dios no tiene limite alguno, la misma escritura reconoce que nada ni
nadie de todo lo creado, nos puede separar del AMOR DE DIOS, ósea, no importa que yo sea un mentiroso, un ladrón,
un estafador o aún me encuentre endemoniado, no importa si en cada una de mis
decisiones lo deje a un lado, o incluso si yo odiase a Dios, aún su perfecto
amor se encontraría completamente al alcance de mi corazón. Definitivamente, el amor de Dios no
tiene fin.
Ahora
bien, la dulzura de este amor tiene una consecuencia, MÁS AMOR. 1ª Juan 4:19 dice Nosotros le amamos a él, porque él nos amó
primero… Esto se hizo real para
mi cuando Jesús me alcanzó con su amor, fue tan irresistible su abrazo, que no
pude soportarlo más y me puse a llorar como en años no lo hacia, sentí por
primera vez en mi vida que era un hombre pecador, le pedí perdón a Dios por
toda mi maldad, y comencé a perdonar a cada persona que había maldecido mi vida
de alguna manera y finalmente, como cuando se enciende un fósforo para comenzar
una hoguera, así se prendió una mecha de amor en mi corazón por Jesús, desde
ese día, comencé amarle entrañablemente y cada día lo amo más.
El
amor de Dios te hace amarlo a él, y ese amor te involucra en su obra. Su amor fue tan bello y saludable para
nuestro corazón, que desde aquel momento queremos invitar a que otros vengan a
ese amor, su obra entonces pasa a ser primordial en nuestras vidas, el
evangelismo, el servicio en la iglesia, la música, el congregarnos con
frecuencia, el ser parte de alguno de los departamentos del ministerio, la
constante lectura de la biblia para conocer más sobre Jesús, en fin, su amor
por nosotros, se hace el motor de toda nuestra participación en el cuerpo de
Cristo.
Esto
fue lo que paso con la iglesia de Efeso, el libro de los Hechos (19:19) relata que
cuando Pablo comenzó su ministerio allí, muchos de los que se convirtieron y
antes habían practicado la magia, quemaron públicamente sus libros de magia, y
sacada la cuenta del precio total de estos libros llegaban a la suma de
cincuenta mil piezas de plata. ¡¡Increíble!! ¿Verdad? Es que cuando el
amor de Jesús entra en el corazón del hombre, este mismo amor, activa su fe, y
por consecuencia de ese amor, se termina obrando en la voluntad de Dios, bien
lo dice Gálatas 5:6 que lo que realmente vale, es la FE
que OBRA por el AMOR, lo demás solo es religión.
Jesús
transformó de tal forma el corazón de los que conformaron la iglesia de Efeso,
que estos comenzaron a trabajar arduamente y con paciencia en la evangelización
para que la obra de Dios creciese, no desmayaron en sus labores como iglesia
por amor al nombre de Cristo, su constante comunión con la verdad del evangelio
y la sana doctrina les permitió soportar, probar y finalmente rechazar a los
que se autoproclamaban “apóstoles” y con la luz de la verdad llamarles
mentirosos ¿esto no es lo caracteriza a una buena iglesia? De hecho a mi punto
de vista, la Iglesia
de Efeso, era una “muy buena iglesia”,
como muchas incluso no se ven en el presente.
Jesús
reconoció todas las virtudes y el compromiso de la iglesia de Efeso, y solo les
criticó un PEQUEÑÍSIMO DETALLE, que
a pesar de estar haciendo TODO bien,
habían perdido lo más importante, EL
PRIMER AMOR.
Debo
ser sincero y reconocer que esta porción de la escritura en estos últimos días
me ha estremecido profundamente, por que siendo yo “no un mal cristiano” (no dije
“buen cristiano”) queriendo yo que otros vengan a Cristo y sean salvos,
anhelando con todo mi corazón que no solo mi congregación, sino las del mundo
entero crezcan con más personas salvas, que matrimonios se restauren, que alcohólicos
y drogadictos sean liberados, que homosexuales sean libres de su opresión, y
que el mundo entero viva los principios bíblicos y cristianos, aún así ¿YO PUEDO HABER PERDIDO MI PRIMER AMOR? Es realmente increíble que Jesús partiendo
por las muchas cosas buenas que tenían los Efesios, entre ellas “el celo por la verdad” y “el AMOR por su nombre”, tan solo una
cosa les haya desmoronado todo lo bueno de sus obras, a tal grado que Jesús
mismo le dice a esa “Tan buena iglesia” “Recuerda de DONDE HAS CAÍDO Y ARREPIÉNTETE y haz las primeras obras, pues sino, vendré PRONTO a ti, y quitaré tu candelero de
su lugar, si no te hubieres arrepentido (Apocalipsis 2:5).
Es
que no lo puedo comprender ¿Qué acaso
los de Efeso no eran buenos cristianos? ¿No estaban llenos de actividades con
el único motivo de acrecentar el Reino de Dios y su justicia? ¿No predicaban la
verdad, la sana doctrina y con ello resistían a los falsos apóstoles? ¿CÓMO ES
POSIBLE QUE JESÚS LES DIGA “RECUERDA DE DONDE HAS CAÍDO ? ¿CUÁNDO CAYERON? ¿DE
QUE TIENEN QUE ARREPENTIRSE, SI TODO LO QUE HACEN LO HACEN PARA EL SEÑOR? Debo reconocer, que esta verdad
trastoca lo más profundo de mi fe.
Jesús
no está criticando las obras de los Efesios, él no está en contra sino a favor
de que esta iglesia resista a los falsos apóstoles y que aborrezca las obras de
los nicolaítas, en ninguna parte de Apocalipsis la crítica del Señor va en
contra de las buenas obras de Efeso, sino, va contra LAS PRIORIDADES DE ESTAS.
Jesús
dice, HAS DEJADO TU PRIMER AMOR, es
decir, cambiaste tus prioridades, en un comienzo te enamoraste de mi, me amaste
apasionadamente A MI, me seguías con
ardor en tu corazón A MI, me buscabas
incansablemente A MI, me decías
muchas veces en el día que me amabas A
MI, y fue tu amor por MI, el que
motivo a evangelizar, a atraer a otros hacia MI, fue tu amor por MI,
el que insto a buscarme en las escrituras, no por que quisiera obtener mayor
conocimiento, sino por que querías conocerme más A MI, tu amor por MI te
llevo a pasar mucho tiempo a solas en oración CONMIGO, y como YO lo
que veo en lo secreto lo recompenso en publico (Mateo 6:6), entonces YO te he engrandecido y honrado, mas tu
ahora que trabajas en mi obra, y buscas más gente para que me conozca, en medio
de tu obra HAS CAÍDO, por que ya no
me buscas A MI, sino que has
priorizado tu amor por la obra, por sobre TU
AMOR POR MI. Hoy te apasiona la
obra, más YO he dejado de ser tu
pasión, hoy de apasiona el servirme más que el estar conmigo, pero YO NO TE COMPRE para que solo me
sirvieras, YO TE COMPRE PARA ESTUVIERAS
CONMIGO. POR TANTO, ARREPIÉNTETE Y VUELVE A ORDENAR TUS PRIORIDADES Y DAME EL LUGAR QUE ME MEREZCO, VUELVE A LAS
PRIMERAS OBRAS, QUE ERAN AMARME A MI POR SOBRE TODAS LAS COSAS.
A
veces complicamos la escritura buscándole un contexto histórico-teológico, y
analizamos exhaustivamente el griego o el hebreo o el arameo con el fin de
comprender misterios ocultos en la escritura, sin embargo, Dios no nos pide
eso, Él redujo todo el complejo Antiguo Testamento en estas dos simples pero
difíciles verdades, “Amarás a tu Dios con toda tu mente, alma y corazón y al prójimo como a
ti mismo” ¿hacemos eso? Es
decir, SABEMOS ESO, pero ¿lo hacemos? De que vale entonces que
conozcamos los misterios de la escritura, que sepamos que Dios es amor, que
evangelicemos, que vayamos tras el perdido, que analicemos contextualmente las
escrituras, que discipulemos, sin en el fondo de nuestro corazón todo eso lo
motiva cualquier cosa MENOS EL AMAR
ENTRAÑABLEMENTE A JESÚS. Se puede hablar en lenguas humanas y
angélicas, se puede profetizar y conocer misterios celestiales y la ciencia, se
puede usar la fe de tal forma que milagros ocurran, se puede tener piedad, amor
por el prójimo y afecto natural, a tal grado que podría dar todos mis bienes y
con ello alimentar a los pobres, o incluso podría dar mi propio cuerpo para ser
quemado, pero si detrás de todo aquello, NO
TENGO AMOR GENUINO Y PRIORITARIO POR DIOS, vengo a ser como un metal que
solo hace ruido y luego cesa, es decir, NO
ME SIRVE DE NADA.
Dios
está muy preocupado por la humanidad, a Él le interesa mucho más que nosotros
el que la gente acceda a la salvación, a Él le duele que los pobres pasen hambre,
frío o calor, le molesta la injusticia social y la desigualdad, estoy seguro
que Dios no está de acuerdo con la decadencia moral de estas ultimas
generaciones y por supuesto como cristianos todo aquello debe afectarnos y
debemos hacer algo, pero así como Jesús nada hizo por si mismo ni busco su
voluntad (Juan 5:30), así tampoco debe hacer la iglesia, no debemos
hacer nada por muy bueno ni prometedor que parezca, si aquello no es la
voluntad de nuestro Amado Padre Celestial. El asunto es que un cristiano no se moverá
bajo la voluntad de Dios, sino pasa tiempo con Dios, y no pasara tiempo con
Dios, si no ama a Dios como SU
PRIORIDAD.
Finalmente,
lo que más me asombra de la crítica de Jesús a la Iglesia de Efeso, no es
que NO LO AMASE, sino, que NO LO AMASE A ÉL PRIMERO. He preguntado muchas a veces cristianos que
no viven como la biblia indica ¿ama
usted al Señor? Y todos ellos siempre me han respondido con un rotundo ¡¡Si, por supuesto que le Amo!! ¡¡Si yo voy
a la iglesia, leo la biblia, oro, etc!! Sin embargo, sus hechos hablan más
que sus dichos.
Podemos
amar a Dios y amar las tinieblas (Juan 3:19), sin embargo, esta
disyuntiva no podrá durar eternamente, llegará el día donde tendremos que
establecer nuestras prioridades y escoger que amamos más, nuestras obras,
nuestro trabajo en el ministerio ¿nuestro pecado, nuestro prestigio?, nuestros
negocios, nuestras familias, nuestros sueños y anhelos, nuestros problemas y
frustraciones, nuestro pasado, o NUESTRO
DIOS.
Un
hombre sabe quien es su Dios, no por lo que predica, sino por lo que practica,
por que un hombre HACE TODO POR SU DIOS.
Y esta es la condenación: que
la luz vino al mundo, y los hombres AMARON MÁS (es decir, AMARON MENOS la luz)
las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. (Juan 3:19)
Dios te bendiga,
Profeta de Dios.