9 nov 2011 |

Nadie dijo que sería Fácil


Juan 16:33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo.

La paz es algo muy anhelado, pero a pesar de aquello, es algo de lo cual no todos gozan, es que en este mundo tan controversial es más usual personas sumidas en depresión, estrés, melancolía o en agobio, que personas que disfrutan de paz, y tal vez, el hecho mismo de no poder gozar de paz, no pase necesariamente por que aquel preciado sentimiento no esté a nuestro alcance, ya que soy un convencido que si se puede tener paz en medio de la tormenta, pero el asunto no radica tanto en el sentimiento mismo de la paz, como en aquellas cosas que a nuestro estrecho parecer son los móviles que no nos proveen tan dichoso sentimiento.

Es así como por ejemplo la paz que desea sentir una persona drogo dependiente, la busca en los efectos de lo que consume, el codicioso por otra parte, la busca en la obtención de mucho dinero, y el avaro en la acumulación de este mismo, el perfeccionista, la busca en realizar algo de manera exacta, y regularmente no la logra, porque en este mundo, nada es perfecto, en definitiva, a pesar de que según la escritura, Jesús dice dejarnos su paz como un regalo (mi paz os doy), nosotros, los hombres, somos más capaces de acceder al agobio y al afán, que a ese precioso regalo llamado paz, porque al parecer son nuestras prioridades y los medios que creemos nos producirán paz, los que están definitivamente fuera de foco.

Sin lugar a dudas la paz es demasiado importante en todo orden de cosas, necesitamos paz en la familia, necesitamos paz en la comunidad entera, necesitamos paz entre los países, porque sin la paz, no sirve de nada esforzarse noche y día para conseguir una mejor manera de vivir, si la guerra o la violencia predominan, ya que en vez de disfrutar de los excedentes que provienen del trabajo duro, voy a gastar esos mismos excedentes en reconstruir lo que la violencia y la guerra dejó.                  Eso es lo que pasa hoy en Chile, en general esta nación es una nación de abundancia, y aunque existe gente que vive en extrema pobreza, es cosa solo de pasearse una tarde por lugares como La vega de abastecimientos Lo valledor, y ver como en el suelo hay frutas y verduras en buen estado, comibles, pero en el suelo como si fueran desperdicios, ¿si eso no es abundancia, entonces que es lo es?, pues en este país tan abundante, bendecido con diversos climas que permiten tener diversos frutos de la tierra, con una economía bastante mejor que mucho otros países de Latinoamérica, hoy se gastan millones en reparar calles, semáforos y señalizaciones del tránsito, porque aunque tenemos abundancia (mal o bien repartida, ese no es el tema) hoy no tenemos paz, y no porque Dios no nos quiera proveer de ese precioso don, sino más bien, porque nosotros, los hombres tenemos nuestras prioridades cambiadas y creemos que una educación de mejor calidad y gratis (que es válido quererla) nos proveerá de paz y felicidad, y como no la tenemos, entonces la paz se esfuma de nuestro cotidiano vivir.

Pues eso no solo pasa en Chile, sino en todo el mundo, unos buscan la paz a través de la obtención de muchos bienes, mientras que la historia sigue siendo marcada con el suicidio de muchos millonarios, otros la buscan en la droga o la fama, mientras artistas y cantantes famosos siguen muriéndose ahogados en su propio vómito, otros buscan la paz en el placer sexual, mientras enfermedades veneras tan letales como el sida siguen cobrando vidas como la misma guerra, en fin, la lista es interminable, y el hombre sigue aún sin percatarse que la paz interior que busca nunca la encontrara en nada de eso, ni aún en la misma religión, porque la religión no hace más que aparentar piedad y paz, pero niega la eficacia de la misericordia y culmina atando al hombre a reglas y normas que Jesús jamás estableció.

Con esto no estoy diciendo que las personas no tienen necesidades que deben ser suplidas, estoy completamente de acuerdo que si el hombre vive en comunidad, la comunidad misma a través de quienes la gobiernan, deben buscar el beneficio mayor y POSIBLE que puedan proveer para todas las personas de esa comunidad, sobre todo a aquellos que no han tenido la fortuna de no contar con mayores recursos para subsistir.          Sería necio negar que hay gente que tiene necesidades básicas que debe suplir, pero no dejemos que estas necesidades nos quiten los ojos de aquel que es bueno y poderoso para proveernos de aquellas y mucho más.  Fue Jesús quien dijo El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy (Mateo 6:11) orando así a Dios el Padre, porque Él mejor que nadie sabe que Dios tiene muy en claro cuáles son nuestras necesidades y que además de eso, Él tiene el poder para proveer para cada una de esas necesidades, y si creen que estoy hablando barbaridades, pues solo miren las aves del cielo, ellas no siembran ni cosechan, y ninguna de ellas cae al suelo sin que Dios lo permita, tal y como los preciosos lirios del bosque, que no se esfuerzan en coser su preciosa vestidura, mas ni aún la gloria del Rey Salomón es comparable a su hermosura (texto parafraseado), pues todo aquello y la creación completa muestran la fidelidad y el poder que Dios tiene en sostener su propia creación ¿podrá él, no sustentar tus necesidades más básicas?.

Pues bien, en cada una de las necesidades que como humana creación tenemos, existen dos opciones, o afanarnos y complicarnos la vida de cómo hacemos lo imposible para suplirlas y así obtener una momentánea paz hasta que volvamos a padecer necesidad, o podemos definitivamente (sobre todo como hijos de Dios y nacidos de nuevo) confiar en la incomparable e infalible fidelidad del Dios que jamás falla, Filipenses 4:6 dice lo siguiente: Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. La palabra afanosos, significa ansioso, perturbado, acongojado y preocupado, y a su vez, proviene de una raíz griega que es sinónimo de dividir, es decir, estar perturbado, acongojado, ansioso o preocupado, es el equivalente a estar dividido de la presencia de Dios, y por ende, de su paz.

Dios sabe de qué cosas tenemos necesidad, Él sabe que necesitamos cada día comer, que necesitamos vestimenta, zapatos, un techo donde refugiarnos de la lluvia o cubrirnos del intenso calor, pero Él no solo lo sabe, Él quiere suplir nuestras necesidades que al no estar satisfechas, producen agobio y nos roban la paz, por ello el príncipe de paz nos dice Por nada estéis afanosos, sino presenten delante mí las peticiones de vuestras necesidades, ya que una vez presentadas aquellas peticiones, algo sobrenatural ocurrirá, sentirán aquello que les ayudara a avanzar a pesar de las circunstancias, Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús (Filipenses 4:7).
¿No es paz lo que necesita un hombre con una enfermedad terminal?  ¡¡No, él necesita un tratamiento a full!! Me dirá alguno, pero ¿de todas maneras todos moriremos? aunque sane hoy, algún día dará su último aliento ¿no sería mejor tener paz ante lo inevitable? Los millonarios que viven en un país en guerra ¿no pagarían cualquier precio por que sus hijos vivan en un país donde abunde la paz? Pues lo que está diciendo el Apóstol Pablo en esta epístola, es que el enfermo terminal y el rico en un país en guerra, tanto como tú y yo en medio de cualquiera sea nuestra tribulación, PODEMOS DISFRUTAR DE UNA PAZ QUE SOBRE PASA TODAS NUESTRAS CIRCUNSTANCIAS.         Es Jesús quien puede guardar nuestros corazones, que ante la angustia se agobian por la situación difícil, y quien puede blindar nuestra mente que ante los problemas maquina afán tras afán sin solucionar nada, pero Él no lo hará si no aprendemos a establecer en definitiva cual será la única fuente que producirá y sostendrá aquel anhelado sentimiento llamado paz.

Jesús dijo lo siguiente… Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz… (Juan 16:33) el problema de no tener paz, no radica en que la paz misma, sino más bien en donde depositamos nuestro corazón y mente para sentirla, por ello que nuestra paz es momentánea, porque Jesús dijo EN MÍ tendréis paz, mas nosotros buscamos la paz en la seguridad que produce el dinero, en la que producen los momentos de esparcimiento, o en la paz que proviene de tener una buena relación familiar, aun sacrificando nuestra relación y el tiempo que debemos dedicarle al Señor, pero no la buscamos en aquel que hasta el día de hoy a sustentado el universo con el poder de su palabra.                 Insisto que ninguna de estas actividades son malas ensimismas, el asunto es que a pesar de que estas producen paz, aquella es momentánea y llegado el momento, nuevamente se esfuma y el agobio vuelve a tomar su lugar, sin embargo, la paz que produce Jesús, sobre pasa todo momento, razón y circunstancia, porque no se basa en un buen momento, ni en la confianza en un hombre que puede fallar, sino en las virtudes de un Dios bueno, que no solo siente amor, sino que es amor, y que ha prometido en ese mismo amor, que a los que lo aman a Él, todas las cosas les ayudan a bien, no importando si son muy buenas circunstancias o las más terribles de la vida, porque creemos en un Dios que tiene el poder de resucitar a los muertos, y aún muertos puede guiarnos mucho más allá de la muerte.

Una de las cosas que a mi alma produce paz, es la sinceridad y objetividad que tiene la biblia para mencionar las cosas, es así como en la escritura no solo veo las victorias del Rey David, sino también su adulterio y homicidio, y como estos no quedaron impunes ante Dios, también como el mismo apóstol Pedro que sanaba milagrosamente con su sombra, años antes, en la pasión de Cristo, negó a su maestro ensuciando sus labios con blasfemias, con el fin de salvar su vida, en definitiva, la sinceridad de la biblia me hace confiar más en ella, no tanto porque muestra a los héroes de la fe en sus victorias, sino más bien cuando los veo en sus fracasos, ya que es más confiable aquel que admite su error y pide perdón, que aquel que jamás que aparente que jamás se equivoca (hablando de hombres), pues en esa misma línea moral, la biblia dice que Jesús después de decir que en él tendríamos paz, dijo lo siguiente En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. (Juan 16:33) el mundo hoy está repleto de aflicción, como dije al comienzo del mensaje, es más fácil encontrar gente agobiada que llena de paz, y eso mismo dice la biblia de aquellos que seguimos la vida y el ejemplo de Jesucristo para vivirlo, que en el mundo tendremos aflicción, que no estaremos exentos del agobio, que la angustia no sería ajena a la vida cristiana, y es más, veo en la historia de la iglesia primitiva como se cumple esta profecía, miles de nuestros hermanos en la fe murieron martirizados y en aflicción en el mundo, por confesar que Jesucristo es el Señor, pero así como esta parte del versículo es verdad, también lo es la siguiente, Jesús dijo PERO CONFIAD, yo he vencido al mundo ¡¡ALELUYA!! Así como en este mundo padeceremos necesidades y angustias, así también PODEMOS confiar que Jesús ya venció por nosotros al mundo y todos sus agobios ¿no te produce paz saber eso? Pues si no te lo produce, es porque aún estas esperando tú mismo suplirte de tu propia paz, que ya has comprobado es momentánea y totalmente inestable.

Hermano amado en Cristo, la vida cristiana está llena de momentos de aflicción, de hecho en este preciso instante están persiguiendo a cristianos en países musulmanes por llevar una biblia en la mano, biblia que tú y yo muchas veces dejamos en casa cuando vamos al servicio, o que aún nos quedamos junto a ella en casa, lo que para ti es muchas veces algo usual como decir ¡¡soy cristiano!! A mujeres en estos países les cuesta violaciones y hasta la muerte.           Si, Jesús dijo la verdad, en este mundo tendremos aflicción, nunca nos mintió diciéndonos que seguirlo sería fácil, padeceremos persecución y querrán robarnos la paz, pero también dijo la verdad, en que en Él podíamos confiar, porque él venció al mundo, venció a la muerte y es Dios sobre cualquier circunstancia adversa que podamos estar pasando.

Nos podrán quitar los bienes, nos podrán despreciar e incluso golpear, podrán humillarnos y hasta quitarnos la vida, pero si nuestra confianza esta cimentada en Jesús, jamás podrán quitarnos la paz, porque la paz que esta sostenida en la fe del hijo de Dios, no se basa en las circunstancias que estemos viviendo, sino en aquel que es fiel, incluso aun a pesar de nuestra infidelidad (2º Timoteo 2:13).

Hoy el mundo no tiene paz, incluso aquellos que han logrado todo lo que han soñado en la vida, pueden perder esa paz momentánea cuando los cimientes de aquella tastabillen ante cualquier circunstancia adversa, mas los que quizás no tenemos todo lo que quisiéramos o que hemos soñado, los que no hemos logrado mucho en esta tierra o incluso aquellos que si habiéndolo logrado, y tienen el fundamento de su paz cimentado en Jesucristo, no habrá nadie ni nada que podrá movernos de aquella preciosa paz que sobrepasa las fronteras de todo entendimiento.

Estimados hermanos en la fe, al igual que ustedes, estoy aprendiendo y cada día solidifico más mi fe y mi esperanza en aquel que nunca falla, y por más difícil o dolorosa que sea la circunstancia, y el llamado de este mensaje es a confiar que a pesar que todo el mundo juegue a favor de robarnos la paz, Jesús, con su muerte, resurrección y vida eterna, ya venció al mundo, y hoy nos regala una paz no como el mundo la da, sino una que a pesar de las adversidades nos sostiene firme el corazón y ahuyenta todo miedo.

No importa lo que estés pasando hoy, si Dios lo dice ¡¡hoy tú eres más que vencedor en Cristo!!

Dios te bendiga hoy,

Profeta de Dios.