24 may 2011 |

¿Cómo el mundo?



Mateo 18:7 ¡Ay del mundo por los tropiezos!  Porque es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo!

Una de las cosas que más se pueden aborrecer de la iglesia contemporánea, es la liviandad con lo que se toman del mundo, y quizás suene un poco duro al decir “aborrecer”, pero es que es imposible vivir un cristianismo si no es a la manera de Cristo, y la misma escritura que enaltece a Cristo como el Rey de reyes y Señor de señores, dice también que quién se hace amigo del mundo se constituye inmediatamente en un enemigo de Dios (Santiago 4:4), y debo decir, tu puedes tener como enemigo al hombre más perverso de este mundo y mientras mantengas amistad con Cristo, a ti no te sucederá nada malo si tu Dios no lo permite, sin embargo, no importa cuánto te cuides, cuan precavido seas para vivir, no importa cuán diligente seas en guardar tu buena salud, si Dios es tu enemigo, no hay nada ni nadie que pueda salvarte al momento de su ira.
Los cristianos tenemos el deber de mirar, observar, sopesar y juzgar si las actividades que realizamos tanto en la vida congregacional como en la vida privada, son o no son netamente del agrado de Dios, el problema es que hoy damos por hecho muchas cosas, decimos en nuestro corazón ¡¡Es para el Señor!! ¡¡Debemos predicar no importa que métodos usemos, lo importante es que llevemos a la gente a los pies de Cristo!! ¡¡No podemos hacernos tan distintos al mundo, porque si somos muy distintos, entonces no querrán ser como nosotros!! Hermanos, todo esto y más lo he oído de cristianos “conversos”, lo he escuchado de pastores, quizás no con maldad, pero si con una profunda ignorancia de la escritura, y no por que no la hayan leído o escuchado alguna vez, sino porque hemos puesto costumbres y modas por sobre el margen de lo que dice la biblia.

Santiago 4:4 ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera,  pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. ¿Cómo podemos esperar parecernos al mundo en nuestras predicas evangelisticas después de leer esto? Sin embargo, hoy gente que pastorea o lidera algún grupo cristiano, usa métodos mundanos y sicológicos para predicar el “evangelio”, y no estoy hablando de gente que pudiera ser nueva o ignorante de la escritura, hablo de personas que han pasado años estudiando teología, que llevan al menos 4 o 5 años expuestos a la palabra a través de la lectura o la predicación de la misma, hablo de gente que se autonombra Apóstol, evangelista o profeta ¿Cómo podemos entender esto? Debo confesar que para mí es demasiado confuso todo esto, no me cuadra el hecho de saber que la biblia (nuestra guía y luz) dice una cosa, y nosotros hoy deliberadamente hacemos otra distinta, o nos hemos convertido en gente profundamente engañada que no puede ver más allá de sus narices, o deliberadamente nos estamos volviendo enemigos de Dios, haciendo alianzas con el reinado del diablo, sin importar en lo más minino la clara voluntad de Dios, para mí no existe otra explicación.

No sé por qué nos asusta tanto no ser como el mundo, y si no creen que lo que digo es verdad, solo siéntense a mirar el cristianismo del siglo 21, tenemos canales (como el mundo) “cristianos”, pero que solo se dedican a pedir dinero, alguno me dirá ¡¡pero bueno, un canal necesita recursos!! Pues claro que sí, pero al parecer estas organizaciones adoptaron el mundano refrán ¡¡La Necesidad tiene cara de hereje!! Por qué en cada campaña que hacen solo puedo ver herejías y engaños “apostólicos-proféticos”, sino entonces explíquenme cómo es posible que el mismo Dios que dijo que había que decidir si se servía a Dios o a las riquezas (Mateo 6:24), este pidiendo hoy RIQUEZAS para pactar con él, que por lo cierto, una vez que pacté, el me devolverá al ciento por uno, esas riquezas de las cuales la misma escritura me llama a no confiar Marcos 10:24  Los discípulos se asombraron de sus palabras;  pero Jesús,  respondiendo,  volvió a decirles:  Hijos,  ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios,  a los que confían en las riquezas!

También tenemos al presente estaciones de radio “cristianas evangélicas”, que curiosamente jamás nunca hablan del infierno que le espera a cualquier que no le rinde su vida a Cristo, que casi nunca hablan de santidad, al menos no de una radical que lleve al “cristiano” a dejar el pecado para glorificar a Dios, que ofrece espacios para la publicidad de bóvedas de cementerios “cristianos”, de vuelos a tierra santa, y de tiendas donde los materiales de construcción están a mitad de precio, ¿me pueden explicar de qué manera esto engrandece el Reino de Dios en la tierra? Alguno me dirá, ¡¡Pero es que hay que mantener las estaciones de televisión y de Radio y ¿cómo lo hacemos si no pidiendo o invirtiendo en espacios publicitarios? (no tengo nada contra el diezmo o la ofrenda, son métodos bíblicos y validos) Pues cabe hacer un par de preguntas para responder aquello ¿Fue Dios quien llamó a los fundadores de esas estaciones a crearlas? Y ¿si fue Dios quien les mandó, Dios no tiene recursos para sostenerlas? ¡¡Si claro que tiene recursos para sostenerlas, por eso usa a los hermanos para aquello!! me dirá alguno, entonces ¿yo puedo entender que al decir herejías como que debemos pactar el dinero que Dios nos presta para vivir y administrar (que por lo demás no es nuestro sino de él) Dios se está valiendo de algo justo para mantener su obra? O por otro lado, no alcanzamos a tales herejías en las emisoras de Radio, pero si omitimos ciertos puntos doctrinales fundamentales para que la gente no se ofenda y deje de colaborar con aquellas obras que “hacen tan bien”, puntos tales como el lago de fuego que espera a quienes no rinden sus vidas a Cristo para que les salve, como la santidad sin la cual nadie verá al Señor, como que teniendo una salvación tan grande debemos ocuparnos de ella con temor y temblor (Filipenses 2:12)

Solo piensen un momento, sube un hombre al micro bus y comienza a decir que él está en un centro de rehabilitación, y que tal centro por ser cristiano, no cuenta con ayuda de la municipalidad ni del gobierno, por lo que muchos rehabilitados se han visto en la obligación de salir a la locomoción colectiva a vender lápices o llaveros, con la finalidad de llevar el sustento al centro para ayudar otros reclusos recién llegados, yo me preguntó, ellos no tienen el apoyo del gobierno porque cristianos, pero ¿Por ser cristianos no tendrán el apoyo de Cristo? ¿Más que mal están haciendo su obra o no? Y no digo con esto que salir a vender cositas no sea válido, porque claro que lo es, el que no trabaja aún ni coma dice la escritura, pero ¿debemos mencionar que no tenemos ayuda por ser cristianos haciendo ver que ni aún nuestro Cristo puede ayudarnos? (perdónenme, pero eso es buscar dar lastima) Hermanos, con todo estos métodos de manipulación mundana y sicológica no hacemos otra cosa que blasfemar el nombre de nuestro Dios, que si es fiel, que si sostiene su obra y que si provee fielmente a todo aquel que le sirve y aún hace llover para justos y pecadores ¡¡mira que bueno es el Señor!!

Estas son solo algunas cosas que ocurren hoy en el cristianismo del siglo 21, y realmente cuando veo las iglesias de este país, me doy cuenta lo mundanos que nos hemos vuelto, quizás te preguntes ¿y que de mundano tiene el pedir que te compren un lápiz en el micro? Pues tiene todo de mundano ¿no es eso lo que hacen los que no temen a Dios? He visto gente del mundo subirse a la locomoción colectiva a pedir dinero o que le compren unas curitas para ayudar a su hijo enfermo, e insisto, si lo haces de corazón está bien, un humano sin Cristo tiene que rascarse con sus propias uñas, ellos no tienen mayor esperanza, pero nosotros los cristianos, que hemos conocido al Dios vivo, no podemos comportarnos como los que no tienen esperanza, siendo así, hacemos blasfemar el nombre de Dios haciéndolo ver como un Dios limitado e impotente que no puede sostener ni aún su propia obra ¿vez como parecemos mundanos?.

Hoy podemos escuchar como el regeton, la pachanga o el rock “cristiano” suenan en programas radiales llamados “locos por Cristo”, y la verdad es que siendo duramente sincero, yo les titularía como “los ridículos sin Cristo”, y es que nadie que profese la fe verdaderamente cristiana y no presente sus miembros como sacrificio vivo, SANTO y agradable a Dios, puede hacer de su vida un CULTO RACIONAL (Romanos 12:1) sino más bien una seudo adoración irracional y carente de sentido para Dios, porque aquel que dijo que seguir a Cristo es vivir en una bendita locura (1ª Corintios 1:18), es aquel que siendo apedreado, perseguido, azotado y encarcelado aun así proseguía en su carrera de llegar a ser como Cristo, aun costándole la vida, eso es realmente estar ORATE por Cristo, compara ahora esa actitud con la de esos neófitos que consideran locura el saltar, vestir y hablar como mundanos, y saca tus propias conclusiones.

No podemos negar lo mundana que hoy está la aparente iglesia de Jesucristo, lo lejos que estamos del original cuerpo de Cristo que él creó, y lo religiosos que podemos llegar a ser, ¡¡a no, eso sí que no somos, religiosos es lo menos que hoy los cristianos somos!! Pues solo pensemos ¿en el templo somos personas “santas”, adoramos al Señor con todo nuestro ser, le entregamos lo más hermoso de nosotros al Señor? Sin embargo, saliendo del templo, camino a casa, con nuestras familias, en la televisión que vemos, en el trato con nuestros seres queridos ¿somos igual de santos y entregados al Señor como lo fuimos en el templo? Pues si la respuesta es no, entonces somos religiosos, tenemos una religión moderna, con música muy movida y bien elaborada, con predicadores muy estudiosos del griego y el hebreo, profesionales en su mayoría, con templos muy cómodos y bien adornados, nos vestimos bien y usamos buenos y educados términos al hablar, sin embargo, todo eso no es más que la misma hipocresía que vivían los fariseos en el templo, diezmando meticulosamente la menta y el eneldo, sin embargo, dejando de lado los mandamientos de Dios, la justicia y la misericordia, ¿somos o no religiosos?.

Todo esto, sin contar el pecado en el que hoy viven muchos líderes de las organizaciones evangélicas en Chile y el mundo, pecado que por lo demás no les deja corregir a las ovejas que tienen a cargo, y como consecuencia hoy tenemos a ministros de alabanza en adulterio o fornicación, a líderes de jóvenes sin ningún tipo de santidad organizando “cultos de adoración” o campamentos, que terminan siendo verdaderos cultos a la carne, disfrazados de cristianismo.

Yo me pregunto, si con la “obra de Dios” que realizamos, con la manera que administramos esas obras, y con la nefasta y pecaminosa manera de vivir que tienen los actuales líderes de la iglesia evangélica del mundo, pasando por pastores, obispos y apóstoles, ¿habrá alguna diferencia hoy entre la “iglesia de Jesucristo” y el mundo, si incluso la mayoría de nuestros líderes parecen más personas de negocios que hombres espirituales? Pues la respuesta es obvia, y ese es exactamente el problema.

Como hemos buscado parecernos al mundo, para que el mundo se sienta cómodo en las bancas de nuestros templos, entonces el mundo no puede ver la diferencia entre ir a la iglesia y quedarse en la casa viendo la televisión.          
El diablo nos ha engañado y ha hecho un excelente trabajo, nos hizo dejar de lado la preciosa palabra de Dios y su consejo, para hacernos valer de nuestra propia prudencia y razonamiento, el problema es que el resultado de aquello es cualquier cosa, menos la iglesia que Cristo formó en el día de pentecostés.

Ahora bien, el peor error que estamos cometiendo al querer parecernos al mundo, es que con esa actitud, estamos poniendo tropiezo al reino de Dios, porque si estamos viviendo como el mundo (para que el mundo se sienta cómodo en la “iglesia”) tenemos que hacer el trabajo del mundo, y el mundo siendo como es, pone tropiezo al Reino de Dios, y nosotros creemos que tenemos que ser como el mundo, para que el mundo venga y se congregue con nosotros, pero como hemos dejado de lado la palabra de Dios para ir tras nuestro razonamientos, entonces no nos damos cuenta que en vez de ensanchar el Reino de Dios en esta tierra, trayendo a pecadores a arrepentimiento, estamos poniendo traba al Reino de Dios y su poder para cambiar vidas.

Nos hemos vuelto enemigos de Dios, creyendo que estamos haciendo su trabajo, que nefasta decisión hemos tomado y todo por querer ser como aquello que Cristo venció y que nos llama por la fe a vencer, el mundo, Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción;  pero confiad,  yo he vencido al mundo. (Juan 16:33).
 
Estimado varón(a) de Dios, por favor medita en estas palabras, no podemos ser como el mundo para ganárnoslo, es más, la escritura habla tan mal del mundo por quien lo gobierna, Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno (1ª Juan 5:19)  todo lo que proviene del mundo está pensado para enaltecer al hombre o al diablo, pero jamás al Señor, las modas o estilos (cada vez son más horrendas), la música, el cine, y demás, todo está pensado para apartar al hombre del Señor, en cada área de su vida ¿Cómo podemos pensar entonces que siendo como el mundo, acarraremos al mundo hacia Dios?...

Solo meditemos en esto, Jesús fue todo lo contrario al mundo y la fe que él creó aún tiene el poder para cambiar a un borracho del alcoholismo a la santidad, y podemos estar seguros que Jesús jamás se emborrachó.

Por último, debemos cuestionarnos por qué tenemos tantas ansias de no parecer bichos raros ante el mundo, y por qué a pesar de llevar tanto tiempo en Cristo (algunos) aún el mundo nos arrastra con tanta facilidad como abejas a la miel, pues si pasamos nuestro corazón por la escritura, posiblemente el problema radicaría en una cuestión de naturaleza, Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe. (1ª Juan 5:4) 

Dios te bendiga,

Profeta de Dios.