2ª Parte
2ª Timoteo 4:8 Por lo demás, me está
guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en
aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.
El apóstol Pablo escribió estas
palabras, cuando estaba cercana su muerte, y esto nos enseña una vez más, que
aun viviendo al borde de la muerte, eso no justifica (como nada lo justifica) el
no esperar que Cristo venga por su iglesia.
El Apóstol Pedro por otra parte, dijo
que él sabia que la venia la hora de abandonar el cuerpo (2º Pedro 1:14) sin
embargo, el mismo también dijo el peligro que tiene el tener por tardanza la
venida de Cristo… El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza,
sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino
que todos procedan al arrepentimiento. (2ª Pedro 3:9).
Jesús mismo cuando regresó al cielo,
dejo por testimonio dos Ángeles que les recordaran a sus discípulos que así
como el se fue, así mismo volvería (Hechos 1:11).
Uno de los últimos versículos de la
escritura dicen “Si Señor Jesús VEN, el Espíritu y la Esposa dicen ven (Apocalipsis 2:17) como
un clamor espiritual pidiendo el retorno del Rey.
Y finalmente, la últimas palabras de
Jesús en la Biblia
son estas “Ciertamente, vengo en breve”
(Apocalipsis
22:20)
Definitivamente existe un abismo espeluznante entre el solo “SABER” que Cristo
volverá, y realmente “ESPERAR” que
el venga, y eso se puede ver en el
triste contraste de la parábola de las diez vírgenes (Mateo 25:1-13) donde el
grupo se divide en dos partes iguales, tan solo por una palabra LA SENSATEZ (PRUDENCIA).
Si leemos con detención esa parábola,
nos podemos percatar que ambos grupos tenían más cosas en común que en contra, todas eran VÍRGENES (misma naturaleza),
todas llevaban sus LAMPARAS (misma luz), todas estaban “ESPERANDO” (mismo objetivo) al novio y todas CABECEARON (mismo tiempo de espera), sin embargo, aunque ostentaban
igualdad en su mayoría, solo un “elemento” bastó para dejar a la
mitad fuera de la salvación, EL ACEITE.
Yo agradezco profundamente que haya
sido Cristo quien mencionó esta parábola, por que nadie ahora puede cuestionar
si carece de inspiración divina o no (Jesús es Dios). Y es Él quien determina que ese “pequeño
e “insignificante” detalle, hiciera toda la diferencia para su entrada
en la vida eterna.
La moral, la obediencia, la sujeción,
la lectura diaria de la escritura y los buenos modales son elementos que todo
cristiano tiene en común, o al menos debiese tenerlos, pero
por desgracia, ninguno de ellos es suficiente por si mismos para llevarnos al
cielo, tiene que haber una diferencia, LA COMUNIÓN CON EL
ESPÍRITU SANTO, es la diferencia.
Todos los cristianos ostentamos tener al Espíritu de Dios en nosotros,
pero como según lo veo yo, y el escenario mundial me lo corrobora, LA MAYORÍA DE LOS QUE
DECIMOS TENER AL ESPÍRITU SANTO, vivimos como si “no lo tuviéramos”.
¿A quien escuchamos, a quien obedecemos,
quien nos guía? Por que claramente como dice Apocalipsis ¡¡EL ESPÍRITU DICE VEN!! Y lo hace
antes que la esposa, pero la esposa no se calla la boca, por que seguido de ese
clamor, ella también dice ¡¡VEN!!.
Si estuviéramos oyendo la
voz del Espíritu que vive en nosotros, entonces estaríamos diciendo con
nuestra manera de vivir ¡¡VEN SEÑOR JESÚS!! ¡¡Ven, no te preocupes,
ya estoy viviendo en plena santidad, me estoy comportando como alguien digno de
ti, te temo, predico y vivo tu palabra, en mi no hay manchas, me he guardado
para ti!! Sin embargo, la voz que yo veo levantándose en clamor desde
las iglesias es ¡¡Señor, paga mis
deudas, perdóname, susténtame, bendíceme!! Y si bien todo aquello no es “malo” ensimismo, no puedo negar que ese
clamor no sale desde ningún otro lugar, que desde mi egoísta y carnal corazón.
¿Qué esta haciendo la iglesia por
Cristo? Al parecer no hemos entendido que Jesús vendrá por una iglesia “Sin Mancha y sin Arruga” por una Santa y pura virgen que LO ESPERA, no solo con “aceite”
sino con abundancia de Aceite, tanto
así que la prudencia la lleva a ser precavida y guardar más aceite, por si el
esposo, el amado pudiese tardar más de lo que “creo”.
Eso se llama inconformismo espiritual
y no guiarse por la prudencia propia, eso me recuerda a cristianos que no se
quedan en casa cuando llueve, si es día de reunión, me recuerda a cristianos
que se incomodan con la inmundicia de la televisión, que no miran ni codician a
la mujer de su prójimo, que se guardan de decir cosas banales o groserías, que
respetan las autoridades y que saben escuchar cuando el Espíritu de Dios les
dice “has esto”. Esas vírgenes prudentes, son personas que no se sacian jamás de estar
con Dios, que siempre quieren más, que anhelan de su presencia y que sobre
todo, anhelan estar junto Él.
Es fácil darse cuenta quien ha pasado
de tan solo “SABER” que Cristo
volverá, a ESPERAR a que Regrese. El Apóstol Pablo habló de la corona de
justicia, reservada para todos aquellos que (no solo saben) AMAN su venida.
¿Como sabe
un esposo que su esposa lo ama cuando llega de su trabajo? Pues la mejor manera de
demostrárselo es HACIÉNDOLE VER QUE LO
ESTABA ESPERANDO, preparada para estar con él. Hoy yo veo que la mayoría de los cristianos
están proyectos personales y sueños terrenales, pero prácticamente nadie está
sinceramente esperándolo a él. Casi
nadie está preparado, yo no veo de manera recurrente (como veo las profecías de
prosperidad y bienestar terrenal) un mensaje de la iglesia diciendo ¡¡Prepárate para la vida eterna, por que
Jesús ya vuelve por su novia!!
Finalmente, esta incredulidad de la
pronta venida de Cristo, me muestra el preciso estado de la cristiandad en el
tiempo de su venida, Jesús dijo en Lucas 18:8 …Pero cuando venga el Hijo del
Hombre, ¿hallará fe en la tierra?
¿Por que Jesús habrá dejado esta
incógnita? Pues, según yo veo, precisamente para que nos diéramos cuenta
que mientras más incredulidad haya esparcida, es precisamente cuando más cerca
se encuentra la venida de Jesucristo. Ahora
bien, esa notoria falta de fe es el principal motivo de que las tinieblas hayan
tomado tal espacio en la vida mundial contemporánea. La falta de fe no puede criticársele al mundo, por
que el lugar donde uno alimenta su fe, no es el Mall, sino LA
IGLESIA , y si en el mundo hay carencia de fe, es por que en
la iglesia hay demasiada incredulidad.
¿Has pensado por que la mayoría de
los “cristianos” hoy día aunque saben que Jesús podría venir ahora mismo, viven
una vida carnal? Pues por que NO LO
ESTÁN ESPERANDO, y ese fue el problema del siervo malo que menciona Jesús
Mateo 24:48, que comenzó a mal utilizar los bienes de su Señor, y a golpear a
sus consiervos, y dijo ¡¡Mi Señor tarda
en venir!! No tomando en cuenta, que con eso lo único que estaba haciendo, era
marcar ciegamente su destino en perdición.
Hoy día se cuestiona deliberadamente
el Rapto de la iglesia, muchas voces dicen ¡¡no, aún falta para que el Señor venga!!
¡¡El Rapto es algo no comprobable teológicamente!! ¡¡El arrebatamiento no
ocurrirá aún!! ¡¡Es que nadie sabe el día ni la hora!! Etc. Etc. Sin
embargo, la mayoría de esas personas simplemente están escudando su amor por ESTA VIDA, con una muralla de “teología” racional, que les hace
parecer modernos y bien pensados. De
alguna manera, el diablo a sembrado la mentalidad de que creer en el
arrebatamiento de la iglesia es un pensamiento “arcaico” y pasado de
moda, que hace perder el tiempo en vez de invertirlo.
Por ultimo, Jesús dijo en Mateo 24:12 y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.
Esto obra como un circulo vicioso, primero
entra la incredulidad en la iglesia, la notoria falta de fe que hace
confiar más en las fuerzas humanas y en los planes del hombre, que en la
voluntad de Dios, segundo, producto
de esa incredulidad, comienza a proliferar la maldad, las tinieblas, y eso se
hace notorio en el tercer punto, LA
FALTA DE AMOR,
que se deja notar principalmente por la falta de empatía por nuestro prójimo
más cercano, nuestro hermano en la fe, y a su vez nuestra falta de amor por
Dios, al no obedecer su palabra.
Esto una vez más demuestra que hoy ESTAMOS VIVIENDO EN LOS ÚLTIMOS TIEMPOS.
Se ha multiplicado la maldad, el amor de muchos que antes amaron la venida de Cristo, hoy se ha ENFRIADO. En el presente ya a casi ningún cristiano le
importa la segunda venida del Mesías y el arrebatamiento de la iglesia.
Lo triste es que la incredulidad no limita la existencia de Dios, así como
tampoco el no creer en el arrebatamiento pondrá un límite al cumplimiento de
ese evento. Así como el diluvio (evento
no conocido en su tiempo) ocurrió, así también el rapto ocurrirá, lo
queramos creer o no, será en un abrir y cerrar de ojos y justo luego que
ocurra, las tinieblas más densas que esta humanidad ha visto jamás, se
apoderaran de este mundo por completo, haciendo que cada día durante siete años
(la
gran tribulación) sea como un infierno en la tierra.
Lo que me alegra saber, es que Jesús dijo que “el amor de muchos” se
enfriará, pero no el amor de TODOS,
y es allí donde yo quiero estar, en el lugar donde esta esa manada pequeña,
donde esos que no son la corriente más fuerte hoy en día, donde esos como
Simeón no ostentan tener sabiduría o algún cargo importante, pero que sobre
ellos está el Espíritu Santo marcando sus tiempos, donde esos pocos aún AMAN fervorosamente la VENIDA
DEL MESÍAS, donde
esos quiero estar diciendo ¡¡Si Señor
Jesús, VEN!!
Espero que esto despierte tu corazón y te anime, ya que por causa de no
saber cuando ocurrirá, más apercibido debemos estar.
Dios te bendiga,
Profeta de Dios.
¡¡Cristo viene!!
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