29 may 2010 |

¿Vences la tentación?


1ª Corintios 10:13 No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.

El tema de la tentación es un muy interesante, y también muchas veces tergiversado, se tiende a confundir una prueba con una tentación, y definitivamente son dos cosas muy distintas.

Una prueba es aquella situación por medio de la cual Dios moldea nuestra vida, la prueba proviene de Dios con el fin de formar el carácter espiritual del Hijo de Dios, y derrocar la carnalidad en nosotros, la prueba siempre tiene la finalidad de moldearnos para llegar a ser semejantes a Cristo. En cambio la tentación no proviene de Dios, sino del diablo, y tiene por finalidad moldear nuestra vida a la imagen de Satanás, el enemigo de nuestras almas a través de la tentación nos hace caer en la bajeza del pecado para que con las contantes caídas cada vez nos parezcamos a él, y por ende nos alejemos de Dios, siempre la tentación tiene por finalidad apartarnos de Dios y llevarnos al mal.

Es así como Eva cayo en la tentación del diablo, ella primero se acerco al árbol prohibido, dialogo con Satanás, codicio el fruto prohibido, creyó a las mentiras de Satanás y finalmente pecó, pero no pecó tan solo por comer de un fruto en especifico, sino que pecó por el simple hecho de hacer lo que específicamente Dios le mando que no hiciera, y lamentablemente como ocurre con la mayoría de los pecados que el ser humano comete, no tan solo ella pecó, sino que hizo pecar a su marido junto a ella.

Esto aún sigue sucediendo de la misma manera, Santiago 1:14 dice que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido, tal y como Eva fue atraída hacia el árbol prohibido por su propio deseo personal, y también dice en el verso 15 que Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte, de esa misma manera Eva codicio el árbol, en su corazón lo saboreó, por ende no le costo nada levantar su mano para arrancarlo del árbol, y comiendo de él (consumando) atrajo la muerte, no tan solo para ella, sino para toda la humanidad que le seguiría después.

Todos criticamos a Adán y a Eva por su mala decisión, todos decimos ¿Cómo es posible que teniéndolo todo en absoluto, aún así hayan desobedecido a Dios? Ciertamente esta fue una pésima decisión, de hecho es por el pecado de ellos que hoy todos estamos malditos por el pecado y condenados a la muerte, pero así y todo, debemos reconocer que la culpa de los pecados que hoy cometemos no es tan solo de que hayamos heredado una naturaleza caída, sino también por que nosotros mismos hemos decidido en muchas ocasiones, en pecar deliberadamente y a nuestro gusto.

Si bien cada humano nace en pecado y está condenado a pecar, y por ende a morir por su pecado, Jesús pago por el pecado del hombre en la cruz, y con su resurrección venció el poder que el pecado ejercía en el hombre, por ende, hoy todos aquellos que por la gracia de Dios hemos sido redimidos por la sangre del cordero, tenemos la seguridad de que iremos al cielo por la sangre de Cristo y por el poder de esa sangre, el pecado que antes nos manipulaba a su antojo ya no tiene poder sobre nuestras vidas. ¡¡Gloria al Señor por su libertad!!.

Romanos 6:14 dice que el pecado ya no se enseñeorará de nosotros, esto quiere decir que el pecado heredado de Adán y Eva fue vencido por la sangre de Cristo, y todos los que hemos sido rociados con esa sangre somos libres del pecado. Ahora bien, ¿esto quiere decir que cuando somos salvos por Cristo, nosotros nunca más pecaremos? Desgraciadamente nadie puede afirmar eso, pero una cosa si es cierta, antes de haber sido rociados por la sangre de Jesús, no teníamos opción alguna, pecaríamos cada vez que fuésemos tentados, por la sencilla razón que el pecado era nuestro Señor, mas ahora que somos salvos por Cristo, tenemos la libertad de elegir el no pecar. Antes la tentación venia a nosotros y nosotros no podíamos resistirla, la tentación era el yugo con el cual el pecado nos dominaba, mas hoy por el poder de la sangre de Jesús podemos resistir la tentación, podemos pelear contra nuestra concupiscencia y finalmente podemos tener victoria sobre el pecado que antes nos subyugaba.

Entendiendo todo esto, que Cristo murió por pagar nuestro pecado, que el mismo resucito para darnos poder para vencer el pecado, y que ahora por la fuerza del Espíritu Santo que habita en nuestro corazón podemos obtener la victoria sobre el poder del pecado, ¿Por qué todavía hay cristianos que viven en pecado? La respuesta es ¡¡El “cristiano” que vive en pecado, es por que quiere vivir en él!! así de simple. Quizás suena crudo, quizás nos parezca duro decirle a aquel que vive en adulterio ¡¡Adultero, por tu pecado vas camino al infierno!!, quizás suene terrible decirle a la pareja que hace años conviven y que durante esos mismos años han sido cristianos ¡¡ningún fornicario entrara en el Reino de los cielos!!, pero ¿es mentira que el adultero y el fornicario no irán al cielo? ¿Podemos ser nosotros más misericordiosos que Dios? Alguien me dirá ¡¡pero hermano, usted es muy duro con la gente, usted no sabe las debilidades de cada uno, los jóvenes caen por que son jóvenes, es mejor que las parejas estén así (adúlteros) dentro de la iglesia, que lejos del Señor en el mundo!! Pues déjenme decirles que para Dios es preferible un Tibio o un Caliente, es decir, mejor estar bien afuera (en el mundo) que mal adentro (en la iglesia) por que el que se encuentra adentro, pero con sus hechos, sentimientos y pensamientos se comporta como uno de afuera, es un tibio, y los tibio le dan asco al Señor, por eso es que el los vomitara de su boca (vale destacar que Dios juzga el corazón). Además, con el hecho de afirmar que los jóvenes caen por que son jóvenes, que los hombres caen con mujeres en pecado por que son hombres, estamos afirmando que EL SACRIFIO QUE CRISTO HIZO PARA VENCER EL PECADO, NO ES SUFICIENTE.

Jesucristo pagó con creces por nuestra libertad, con su sangre canceló la deuda que había con el Padre por el pecado del hombre, por lo tanto su sacrificio es más que suficiente para vencer la tentación y por ende al pecado.

Hoy existen muchos que caen en la tentación, muchos hoy se ven envueltos en pecados ya sean mentales o de hecho, muchos hoy prestan los miembros de su cuerpo no para ser sacrificas vivos a Dios, sino que se dejan atraer por la concupiscencia de su carne, codician lo prohibido, se deleitan con el en su corazón y luego consuman con sus cuerpos el pecado, que como consecuencia acarrear la muerte espiritual de aquel “cristiano”.
Luego uno les pregunta al caído ¿Cómo fue, que paso, como caíste? Y el “cristiano” caído dice ¡¡Es que no pude resistirlo!! >¿Perdón pero el sacrifico de Cristo no fue suficiente? ¿La sangre de Cristo no tenia el poder para liberarte de la tentación? ¿Es que la tentación superaba la capacidad humana que no la pudiste resistir? MENTIRA DEL DIABLO, hombres y mujeres autocomplacientes, que sabiendo que deben cortarse una mano o arrancarse un ojo, tan solo domingo por medio se les remuerde la conciencia un poco y solo se rasguñan la mano y el ojo, pensando así que engañan al Señor, HIPOCRITAS, es inconcebible que un cristiano que ha recibido las promesas cumplidas de parte de Dios, ha recibido la provisión sobrenatural diaria, ha recibido el amor y el perdón de los pecados, nuevamente vuelva a su pecado, como el perro vuelve al vomito y como el cerdo al barro.

Todos aquellos que no tropiezan sin querer con el pecado, sino que deliberadamente se lanzan a él, son nada menos que unos menospreciadores de la sangre de Jesús, por que sabiendo hacer lo correcto, sabiendo hacer el bien, teniendo el poder sobrenatural del Espíritu Santo para resistir el pecado, aún así le dan rienda suelta a su maldad, y luego se acercan al Señor a clamar superficialmente misericordia, no por que estén arrepentidos, sino para aplacar un poco sus conciencias.
Me he preguntado ¿Por qué Adán comió del fruto prohibido? Y la única respuesta clara es ¡¡Por que Eva no murió inmediatamente!!, Jehová le ha dicho a Adán que no coma o ciertamente morirá, sin embargo, (el vio con sus ojos) Eva comió y no fue fulminada inmediatamente, entonces Adán pensó ¡¡Si Eva no murió como dijo Jehová, y la serpiente dijo “no morirás”, entonces Jehová mintió y la serpiente dice la verdad, entonces comeré!!, es lo mismo que pasa hoy con muchos “cristianos” que cuando pecan ven que no pagan grandes consecuencias por su maldad, ven que pueden ver televisión subida de tono y que Dios nos los mata o castiga inmediatamente, ven que pueden volver a ver pornografía escondidos y Dios no los fulmina en el acto, ven que pueden volver a las drogas, el alcohol o a las andanzas con mujeres, y luego el domingo ir a la iglesia y cantar junto a otra tropa de carnales que hacen lo mismo que ellos, y tampoco son castigados en el acto, pues estos ilusos han caído en la misma trampa que Adán cayo en el edén, por que creyeron la mentira de la serpiente, en vez de creer a la nunca falible voz del Dios todopoderoso, ¡¡Ciertamente morirán!! Y así como Adán y Eva murieron, toda esa manga de Hipócritas que llamándose cristianos y que viven una vida que glorifica al Diablo, pagaran por todos y cada uno de sus pecados, si no es en esta tierra, lo es en el siglo venidero, por Jehová jamás pasara por inocente al culpable.

Yo imagino sentir la ira de Dios al ver como menosprecian el sacrificio de Jesucristo, y no me refiero a los ciegos del mundo, sino a los que alguna vez han tenido la luz del evangelio delante de ellos, gente que ha confesado con sus labios que Jesús es el Señor, que le ha comenzado a buscar, por causa de su propia concupiscencia, vuelven al camino de la maldad, menospreciando el poder de la sangre de Cristo y cayendo en las diversas tentaciones que el diablo les pone por delante.

¿Cómo es posible que Jesús siendo fiel con cada uno de sus hijos, no permitiéndole al diablo que les tiente más de lo que humanamente un hombre puede resistir, y que juntamente con la tentación siempre les ofrezca la salida, y así y todo muchos de sus hijos caigan? ¿Es que en verdad Jesús no tiene el suficiente poder como para vencer la tentación?Hemos menospreciado la sangre del precioso cordero de Dios, hemos pasado por alto su voluntad y hemos preferido nuestra concupiscencia, nuestros deseos, nuestros sueños, lo que ha nosotros nos parece bueno, y hemos dejado de lado a aquel que con todo su ser nos amor hasta el final y nos dio vida eterna con su muerte.

Cada vez que yo he caído en la tentación, en ninguna de esas veces Dios ha tenido la culpa, como tampoco puedo decir que Dios no me haya dado la salida, o no me haya dado la fuerza para resistir, cuando he caído ha sido mi propia voluntad, de alguna u otra forma he sido yo el culpable, por que ¿Cómo podría explicarse que yo estando cubierto por la sangre de Cristo y que tiene en si un gran poder, no haya podido yo vencer ante tal o cual tentación? Dios siempre ha tenido el poder para librarnos de la tentación, pero somos nosotros los que debemos tomar la decisión de tomar ese poder y resistir con él cada una de las tentaciones con las que el diablo nos quiere atraer a su perdición.

Hoy la iglesia de Jesucristo no es ni la sombra de lo que fue la iglesia primera, hoy el Espíritu Santo pasa más constrito que alegre en cada culto, vemos como el hombre es exaltado, el dinero es adorado y la maldad repartida como si fueran caramelos de regalo, y todo por causa de que el pecado se sienta junto a nosotros en las bancas del templo, pecado que vive y domina nuestras vidas, pecado que ha entrado por causa de que no hemos sido lo suficientemente valientes para resistir cuando en el principio fue tan solo una tentación.

¿Hasta cuando veremos este panorama? HASTA CUANDO DESIDAMOS RESISTIR LA TENTACIÓN CON EL PODER DE LA SANGRE DE CRISTO.

El avivamiento es inminente, pero no podemos ser tan descarados como para pensar que si la iglesia se Cristo hoy pasa más en el suelo junto a la tentación, que de pie levantando manos santas, seremos nosotros en este estado quienes recibiremos la unción del Espíritu Santo. LEVANTATE IGLESIA DE JESUCRISTO, el esposo está a las puertas, depende de ti y de tu nivel de santidad el llegar a ser el odre nuevo que recibirá el vino nuevo.

Dios te bendiga,

Profeta de Dios.