8 jul 2010 |

CUANDO LA BENDICIÓN ES INCOMODA


Hechos 27:11-13 Pero el centurión daba más crédito al piloto y al patrón de la nave, que a lo que Pablo decía. 12 Y siendo incómodo el puerto para invernar, la mayoría acordó zarpar también de allí, por si pudiesen arribar a Fenice, puerto de Creta que mira al nordeste y sudeste, e invernar allí. 13 Y soplando una brisa del sur, pareciéndoles que ya tenían lo que deseaban, levaron anclas e iban costeando Creta.

En el raciocinio del ser humano existe un patrón común para casi todas las razas, y es que cuando algo va bien es por que contamos con la bendición de Dios, pero cuando nos va mal o el asunto se acompleja entonces no es su voluntad, y en este patrón cabemos todos, incluyendo a los cristianos. Es así como cuando en un negocio nos comienza a ir bien, decimos ¡¡El Señor me esta bendiciendo!! Pero cuando la cosa se ve complicada y no obtenemos los frutos que esperábamos obtener decimos ¡¡Es el diablo!! O ¡¡es que este negocio no es de Dios!! En cierto modo el fracaso de algún proyecto nos puede mostrar que el mismo no es la voluntad del Señor, así como también el triunfo de este nos muestra el respaldo de Dios al respecto, pero no debemos hacer de aquellas circunstancia una regla general, ya que de ser así, muchas de las muertes de los mártires de la iglesia primera, pasarían de ser elogiados héroes de la fe que se entregaron por amor a Cristo y a su obra, a ser unos perfectos fracasados que murieron por que Dios no respaldo su cristianismo. Por otro lado, si este patrón común fuese una regla, entonces el imperio Romano fue tan prospero y venció guerra tras guerra, por que Dios estaba respaldando cada una de sus obras, en virtud de lo que agradado que sentía con el estilo de vida pagano que estos llevaban, claramente esto no fue así.
Todo esto nos explica que no puede ser una regla general el hecho de que por que en un proyecto vaya bien, signifique que Dios esta agradado con ese proyecto, o (curiosamente) por el contrario, cuando en un proyecto va mal, signifique necesariamente que ese proyecto no es la voluntad de Dios, si fuera así, podríamos decir que a un traficante de drogas le va excelentemente bien y cada día se hace más rico, por que Dios quien está detrás de esa labor bendiciéndole a diario, pues claro que no, sin embargo, aunque derechamente no esta haciendo la voluntad de Dios, se enriqueciéndose cada día, a costa de los pulmones de un montón de drogadictos que sin duda alguna, el diablo sostiene por medio de robos, mentiras y abusos, por otro lado que un matrimonio que comenzó feliz, mas hoy esta en crisis ¿podríamos decir que esta en crisis por que Dios no bendice al matrimonio? Pues claro que no, si Dios fue quién creo el matrimonio ¿como no estaría agradado con él?, sin embargo, hay crisis que el matrimonio debe pasar, no para ser destruido sino edificado, y en eso está claramente el respaldo de Dios.

El pensar en que si en algún negocio nos va bien es del Señor y si nos va mal es del diablo, es tan necio como pensar que por que somos cristianos nunca nos enfermaremos, o por que somos cristianos no moriremos (aunque de cierto modo no moriremos), o por el hecho de orar y amar a Dios jamás tendremos problemas, todo eso es mentira, Dios no envío a su hijo al mundo, para que en el mundo nunca más tuviésemos problemas, o para que fuésemos felices en el mundo, de hecho Jesús mismo dijo, ¡¡En el mundo tendréis aflicción!! (Juan 16:33) Wow, que verdad tan verdad (valga la redundancia), nadie puede negar en muchos momentos de la vida las circunstancias nos ponen de cabeza y nos dejan en medio de una gran aflicción, pues es en ese momento donde en vez de pensar derechamente que esta situación no es de Dios, debemos recordar la segunda parte de ese versículo ¡¡Pero confiad, YO HE VENCIDO AL MUNDO!! ¡¡Aleluya!! En ese momento la aflicción toma el sentido correcto que el Señor quería darle, y aquello que parecía habernos sacado del respaldo de Dios, se vuelve una bendición al mostrarnos que la mano milagrosa del Señor siempre estuvo allí para darnos la victoria.

Es así como la iglesia de Esmirna se sostuvo, en Apocalipsis 2:10 Jesús le profetiza a esta iglesia que algunos de ellos serán echados a la cárcel por Satanás, y que tendrán tribulación por diez días. Nadie se siente gozoso cuando Dios te dice que el diablo vendrá y te encarcelará, como tampoco se siente uno agradado al saber que pasara por una tribulación por diez días, ahora uno puede pensar que bien que sean tan solo diez días y no un mes, pero a lo que el texto se refiere es a que la iglesia sería destruida diez veces, una vez por un terremoto, otra por persecuciones, etc., lo definitivo es que la congregación completa, no por estar haciendo las cosas mal, no por estar sirviendo al diablo, no por no estar haciendo la voluntad de Dios, sino todo lo contrario, por estar en el lugar correcto, haciendo las cosas correctas, predicando la palabra correcta, sirviendo de la manera correcta, vino entonces el diablo y probó (por que Dios lo permitió) a esta iglesia destruyéndola diez veces, una tras otra, por qué debemos tener en claro una cosa, el diablo no molesta a quien no le molesta, a Satanás le encantan muchas iglesias evangélicas de este país, él es parte del directorio de muchas denominaciones que hoy cuentan con grandes cadenas de iglesias a lo largo de este país, se sienta junto a los lideres y conversan como poder acrecentar la cantidad de hermanos y como mantener contentos a los que ya están sentados en las bancas, él da ideas de cómo realizar campañas evangelisticas y como invertir en nuevos templos en diversos lugares del país, está preocupado de que la iglesia evangélica participe en reuniones políticas, por que la iglesia debe tener su espacio en la sociedad, se promueve que los jóvenes sean profesionales y prósperos (cosa que en si no es mala), por que son hijos del Rey, presenta proyectos sobre el nuevo estacionamiento del templo y como reparar el frontis de la iglesia que por causa de los desastres de la naturaleza (no de la mano de Dios) el terremoto del 27 de febrero se trizo en varios lugares, y mantiene a la iglesia activa en cosas que “aparentemente” son productivas para el Reino de Dios, pero que en el fondo solo mantienen activas a la razón (y no la fe), a la carne (y no necesariamente al espíritu), y a el mismo (el diablo), luego nos preguntamos ¿Cuándo llegará el avivamiento? . Esmirna seguramente en alguna de estas diez destrucciones que paso, se quedo sin templo, en otra murieron los miembros ricos de la hermandad, en otras quizás murió el pastor, y así una y otra vez fueron destruidos por el diablo, por no preocuparse del estacionamiento o de campañas donde solo se predicaban a si mismos, sino por vivir en santidad y predicar con autoridad la palabra de Dios, cosa que falta en demasía en todas las iglesias de Chile, gente que realmente viva en santidad para poder predicar con integridad el evangelio y gente que viva en comunión con el Espíritu Santo, para que no se predique tan solo con palabras, sino también con poder el evangelio de Jesucristo… ¡¡Ayúdanos Señor!!.

Esmirna se cayo diez veces, pero se levanto once, por que entendieron que a pesar de que el proyecto no funcionaba, era la voluntad de Dios que la iglesia permaneciera en ese lugar, pero no podemos quedarnos tan solo con las derrotas, por que Dios no permite que seamos quebrantados simplemente para destruirnos, sino todo lo contrario, para que lo terrenal muera en nosotros y lo celestial sea nuestra prioridad, y así estar aptos para bendecirnos, es así como el mismo Rey de Reyes y Señor de Señores le dice a Esmirna ¡¡Se fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida!!, noten que esta bendición no vino de los labios de un pastor o de un profeta (sin menospreciar), sino de los labios del creador, por lo tanto, si lo miramos con los ojos puestos en el cielo, ninguna tribulación es suficiente para robarnos el gozo de ser coronados por el mismo Cristo con la corona de la vida.

Con todo esto no estoy diciendo que ciertas cosas que hoy son un fracaso, Dios aún las quiera victoriosas, es así como un noviazgo entre un cristiano y un mundano es ciertamente ir en contra de la voluntad de Dios, por que su palabra lo dice así (2ª de Corintios 6:14) y por ende esa relación, si bien quizás hoy está sostenida por las mentiras del diablo que alegran a la carne y esa relación va bien, pues impajaritablemente en algún momento, será un perfecto fracaso, antes o después del matrimonio, por que Dios que es el padre del cristiano, y el diablo que es el padre del mundano, no pueden ser consuegros, no disfrutarán nunca de un almuerzo familiar juntos sin discordia, ni podrán ir los dos al mismo tiempo a celebrar un cumpleaños en familia, y por ende, en algún soberano momento esa relación fracasará.

Así también los logros y las metas cumplidas no siempre son la voluntad soberana de Dios, si fuera así podríamos decir que muchos empresarios que abusan de los lomos de sus trabajadores, son respaldados por el Señor y por ello prosperan, y eso no es verdad, no siempre lo que parece cómodo o aparenta ser bueno es necesariamente la perfecta voluntad de Dios, ese fue el error en el que cayó el centurión del relato de Hechos 27:11, que pasando por alto las palabras del Señor, oyendo más a los hombres, viendo que las circunstancias se veían buenas para zarpar y que les era INCOMODO invernar en “Buenos Puertos”, decidió que debían dejarse llevar por aquella “Brisa del Sur” que parecía tan buena.

El dijo en su corazón: ¡¡Los hombres de mar dicen que todo esta bien, aquí estamos incómodos para invernar, el próximo puerto esta cerca, ya paso la tormenta y tenemos una dulce brisa del sur que nos acompaña, Pablo se equivoco, todo estará bien!! ¿No es esto lo que nosotros le decimos cuando Dios nos dice que permanezcamos en un lugar a pesar de lo incomodo que esto parezca? Nosotros le enseñamos a Dios como se hacen las cosas diciendo: ¡¡Dios, solo mira lo incomodo que hoy estoy en esta casa, mira lo lejos que queda mi iglesia, mira lo incomodo que es este trabajo, mira lo incomodo que es servir en este ministerio, yo estaría mucho mejor con una iglesia cerca, con un ministerio que pudiera servir cuando yo estimara un tiempo libre para hacerlo, cosa que no gastara el tiempo que tengo determinado para mi trabajo, ocio y familia, decimos Señor necesito más dinero para comprar tal y tal cosa (me refiero a trivialidades) por lo que este trabajo me es incomodo!!, en fin, Dios nos deja en ciertas circunstancias que a nuestros ojos son incomodas, pero que a los de él, son las mejores circunstancias en las cuales podamos estar.

A veces las situaciones de incomodidad en cierto lugar nos hacen sentir como que Dios nos esta diciendo, ¡¡Váyanse, zarpen y naveguen hasta llegar a otro puerto mejor!!, sin embargo, nos dejamos llevar tan solo por las circunstancias de incomodidad, y no por la palabra del Señor, Dios mismo le dijo al centurión (a través de Pablo) que algo terrible ocurriría si seguían adelante con el viaje, pero como las circunstancias parecían favorables, como tenían provisiones para moverse, como el próximo puerto estaba cerca, como el actual puerto les era INCOMODO para invernar, como LA MAYORIA estuvo de acuerdo en que la incomodidad era algo que se podían evitar, y como había una “brisa del sur” les acariciaba sus rostros, pues entonces (aunque Dios había dicho NO) decidieron zarpar hacia Creta.
Desgraciadamente para este Centurión y para todos los barco, el no haber oído a la palabra del Señor le costo caro, es así como en Hechos 2:14 la apacible “brisa del sur”, se vuelve un viento huracanado conocido como "Eurociclón" que les llegó a robar hasta el mando de la nave ¡¡Todo por no haber obedecido a la voz de Dios!!

Todo esto nos confirma una verdad que para nosotros como cristianos debe ser una regla, aunque todo este “aparentemente” a nuestro favor, aunque las circunstancias “aparentemente” lo ameriten, aunque ya me sienta incomodo en la situación o en el lugar donde estoy, y aunque a todos o a la mayoría le parezca bueno el que nos embarquemos en un nuevo proyecto, MIENTRAS NO TENGA LA CLARA APROBACIÓN DE DIOS, VOY DIRECTO AL FRACASO, esa es una gran verdad, que si la obedecemos nos librara de pagar consecuencias que no queremos y que muchas veces no tenemos como poder pagarlas.

El fracaso o la incomodidad no son siempre sinónimos de no estar en la voluntad de Dios, como tampoco lo son siempre el éxito y la comodidad, es por ello que no siempre estudiar una carrera universitaria es la voluntad de Dios, tu me dirás ¡¡Pero estudiar no es malo, Dios nos quiere usar con nuestros estudios y bendecir a otros con nuestras carreras!! Buen sentir, pero ¿se ingresa a la universidad buscando glorificar a Dios, y para optimizar con una profesión mi ayuda y mi manera de bendecir a los demás? ¡¡Por favor!! Todos (o la mayoría) entran a la universidad con la finalidad de cumplir metas personales o mejorar los ingresos económicos (que en si no es malo), no buscando bendecir a Dios o al prójimo con todo eso, de lo contrario no habría tanta deserción de jóvenes cristianos respecto de su fe, ni se dejarían leudar por el pecado que rodea el ambiente universitario, si su finalidad fuese bendecir a Dios en la universidad y con sus carreras, su fe se fortalecería con el tiempo. Aunque si tu meta es glorificar a Dios con tu carrera, que el Señor te bendiga entonces.

A veces la bendición es incomoda, tal y como lo era en “Buenos Puertos”, estoy seguro que el centurión se tomaba la cabeza con las dos manos y se decía ¿Por qué no le abre obedecido a Pablo?, para él en ese momento, con todo lo incomodo que era “buenos puertos”, era el cielo mismo, el paraíso en la tierra comparado con el viento huracanado por el que estaban pasando. De la misma forma muchas veces estamos expuestos a circunstancias incomodas, tales como una congregación lejos, dormir poco para orar más, desprenderse de dinero (el diezmo) en momentos de crisis, con el fin de retribuir a Dios un poco de lo que él nos ha dado, el decir la verdad en un mundo de mentiras es muy incomodo, tal y como lo es actuar de manera correcta y honesta, en una sociedad que hasta el pasaje de la micro evade si es posible, de hecho en las tremendas filas que se hacen para cancelar el pasaje, por las puertas traseras del microbús sube tanta gente, que cuando nos toca cancelar el pasaje, ya los asientos están todos copados, y el viaje por el cual yo pagué para ir sentado cómodamente, se vuelve un viaje “incomodo”, por causa de hacer las cosas de manera correcta, pero sin duda esto que ahora nos parece injusto e incomodo, se volverá en una hermosa bendición y que mayor bendición que el Dios que nos creo y nos salvo se agrade de nuestro vivir. Espero que llegue el día donde pueda de alguna forma ver el rostro de Dios sonreír por causa de mi vivir, para ello me esmero cada día, por que cuando llegue ese momento, todo aquello que hoy es incomodo para mi, perderá todo valor al ver en el rostro de Jesús una sonrisa por mi causa.

Dios nos quiere evitar el “Euroclidón” que provino por estimar la incomodidad como una enemiga, Dios quiere que comprendamos que ir a la cruz para morir a la carne, aunque a veces parezca incomodo y doloroso, es el precio que nos llevara un día a ser llamados reyes y sacerdotes, Dios anhela que nuestro corazón estime que aunque la situación sea incomoda y las circunstancias a nuestros ojos no sean las mejores, si para Dios lo son, pues para nosotros también lo sean, debemos ser como Jesús, que no mirando el dolor que sufriría por causa de nuestros pecados, estimo el darnos vida y el amar al padre, mucho más que su propia vida. A veces la incomodidad, el dolor y el fracaso son parte de la bendición de Dios, y de la victoria que obtendremos si aceptamos obedecer a la voluntad de Dios y no a nuestra propia prudencia.

Dios te bendiga.

Profeta de Dios.