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Buscando su Justicia
Santiago 1:19 Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse, 20 porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
Existe una ley en el mundo que se cumple casi con tanta frecuencia en los humanos como la ley de la gravedad, esta se conoce en Chile como la “ley del embudo”, y consiste en que una situación cualquiera, una o más personas buscan el beneficio personal (el lado ancho del embudo) por sobre el beneficio de los demás (el lado angosto del embudo), es decir, que a mi siempre me toque la buena parte de las cosas, no importando el bienestar de las demás personas. Es así como cuando a una persona que conduce un vehiculo, siempre anda buscando que le dejen pasar primero, mientras que él jamás da el pase a nadie aunque tenga la oportunidad, o cuando un jefe le exige una y otra vez a sus trabajadores que produzcan, pero nunca les entrega ningún beneficio, es más, cada vez que puede les quita cualquier tipo de beneficio que incluso legalmente a los trabajadores les corresponda.
Esta famosa “ley del embudo”, no es otra cosa que una de las expresiones más claras del egoísmo humano, los hombres siempre estamos buscando nuestro propio bienestar, los beneficios de todo lo que más podamos con tal de que siempre estemos bien, siempre podamos saborear, mirar y sentir lo mejor, siempre queremos comer cosas ricas y descansar más de lo suficiente, no nos gusta que nos llamen la atención ni que nos exijan trabajar fuera del horario de paga, incluso aunque moralmente debamos hacerlo. En definitiva a TODOS LOS SERES HUMANOS, sin excepción alguna, nos gusta tener lo mejor, quizás bajo nuestro propio concepto de “lo mejor”, pero sea como sea ese concepto, siempre “lo mejor” será algo beneficioso para nosotros.
La Biblia dice en Mateo 6:25 al 33, que la meta central que todo cristiano que dice amar a Dios debe alcanzar, y en estos pasajes Cristo nos habla de que él conoce nuestras necesidades básicas, tales como la comida, el techo y la vestimenta, y en su relato nos insta a mirar la creación, aludiendo a que las avés del cielo no siembran y sin embargo, Dios tiene cuidado de alimentarlas cada día, a que los Lirios del campo tienen una belleza incomparable y ellos nunca han hilado para vestirse de una gloria que ni Salomón pudo alcanzar. El Señor nos quiso ilustrar de que nada en la creación esta a expensas de la nada, sino que es Dios quien sostiene la vida y los bienes que son necesarios para esta, por lo tanto, si es Dios quien tiene el control de todas las cosas, ya no somos nosotros quienes debemos esmerarnos por lograr un mejor porvenir (al menos no los cristianos que se suponen viven por fe) sino que la meta de todo aquel que se autoproclame hijo de Dios es BUSCAR EL REINO DE DIOS, y todas las demás cosas, de las cuales Dios tiene más claro que nosotros mismos que necesitamos, serán añadidas colateralmente.
Es hermoso saber que podemos descansar en los brazos del Dios vivo, pensar en que el tiene pensamientos de Bien y no de mal para nosotros, que el tiene cuidado de nosotros y debe dejarnos con el corazón en paz el saber que estamos en el hueco de su mano y que nadie nos arrebatara de allí, pero volviendo al tema de la “ley del embudo”, el llamado de Cristo fue a BUSCAR PRIMERAMENTE EL REINO DE DIOS, y la primera manifestación de que estamos buscando ese precioso Reino, es que buscamos SU JUSTICIA.
Todos queremos las manifestaciones del Reino de Dios, su poder sobrenatural que sin duda a muchos de nosotros nos ha cambiado la vida, el roce del Espíritu Santo que ha remecido con su poder nuestro corazón y que de algún modo nos insta a seguir en el camino del Señor, pero desgraciadamente todos nosotros, los humanos pecadores por naturaleza que aún no hemos renovado el entendimiento, nos quedamos con solo buscar el Reino, a lo cual también malamente encajonamos en dos o tres manifestaciones del Espíritu, cuando el Reino de Dios es infinito, y las manifestaciones son solo pequeñas muestras de lo eterno e imperecedero que recibiremos en el Reino celestial si morimos siendo fieles a Dios. Sin embargo, nuestra búsqueda esta a la mitad, es mediocre y una vez más vemos que en esa mediocridad esta mezclada nuestro mal concepto de Dios con nuestro egoísmo carnal y vano. Debemos buscar el Reino de Dios, pero es imposible que lo encontremos a plenitud si no buscamos también su JUSTICIA. Este es el meollo del asunto, los mediocres espirituales se quedan con la sola manifestación, que quizás más que manifestación puede ser tan solo emoción, y luego de la “manifestación” del Reino, desechamos la JUSTICIA de Dios, por nuestra propia e injusta justicia.
Muchos me dirán ¡¡pero si yo soy lo más justo que puedo!!, pues si eres justo, ¿por que cuando ya no estas entre las cuatro paredes del templo, te vuelves un enajenado gritándole a tus hijos? o ¿Por qué tu esposa fuera de la vista de los hermanos de la iglesia, ya no es la mujer amada que Dios te mando a tratar con respeto? o ¿Por qué fuera de la vista de tus padres tus amigos mundanos muchas veces parecen más morales y justos que tu?... de que justicia me están hablando, si no hacemos más que salir de la preciosa presencia de Dios (De la cual muchos estaban desesperados por salir) a revolcarse con el asqueroso fango del pecado.
Dime, si tu eres justo ¿Por qué no le pagas con una vida integra a Cristo, en recompensa por lo que el hizo por ti en la cruz? o ¿Por qué siempre pones tu beneficio o el beneficio de los tuyos primero, en vez de poner el beneficio de los demás en el mismo nivel? ¿Acaso no hizo eso Cristo Jesús, poner el bienestar del mundo perdido en vez de mirar por su propio bien primeramente?... cuanto nos falta por aprender.
Buscar el Reino de Dios, esperando sus manifestaciones y sus regalías, tales como la provisión del alimento, techo y comida, es totalmente correcto, eso demuestra confianza en Dios y en sus promesas, el problema no radica en tener fe, sino que se encuentra en que se vive mediocremente el evangelio de Cristo, cuando tan solo se busca el Reino de Dios y no la Justicia de Dios, eso demuestra que el egoísmo aún esta vigente en la vida de aquel cristiano, ya que solo se quiere el beneficio personal y no se busca el bendecir a otro miembro del cuerpo de Cristo, o al mundo que está tan necesitado de Cristo.
El buscar los beneficios del Reino de Dios, sin ser justo con mi prójimo, denota mediocridad espiritual, y por ende tibieza (Por la cual Dios te vomitara de su boca) ya que solo me inclino a Dios para pedirle que me bendiga con su presencia, con ropa, con techo y con comida, pero cuando se trata de orar por otro, justo se me acaba el tiempo, o cuando un necesitado me clama por ayuda pues no tengo ni una mísera moneda para darle, pero si quiero comer helado, justamente tengo dinero suficiente para darme en el gusto, o cuando conduzco siempre quiero que me den el paso, pero cuando yo puedo darlo, nunca lo hago, por que voy demasiado atrasado para ser justo, o cuando voy cansado en la micro no puedo darle el asiento a ninguna abuelita, sin embargo cuando voy de pie, anhelo con todo mi ser que alguien me ceda su asiento, o cuando nos dan vuelto de más, ni tarados lo devolvemos, aunque eso signifique que a la cajera le cobren ese dinero, pero cuando nos dan vuelto de menos, esa cajera no es más que una sucia ladrona… la “ley del embudo”, que cruda realidad aún para muchos cristianos.
Una de las características por las cuales los cristianos evangélicos en Chile nos hemos vuelto una religión más, en vez de ser el camino hacia Dios, es que nos hemos volcado en buscar las “manifestaciones del Espíritu de Dios”, y nos hemos olvidado que más importante que el sentir, es el hacer. No es malo buscar sentir la presencia de Dios, pero eso no es todo el evangelio, lo que caracterizo a Cristo en la tierra, no fueron las hermosas manifestaciones de Dios en él, sino su capacidad de empatizar con la gente, sobre todo con aquellos que vivían una vida que había sido abusada por la injusticia del hombre, tales como prostitutas, borrachos y endeudados, gente que había vivido en carne propia la injusticia de los religiosos de ese tiempo, gente desechada por no vestir bien o hablar con conocimiento, gente abusada por la injusticia social, y por la hipocresía de los fariseos, a todos ellos Jesús les dijo: “Bienaventurados los que tengan hambre y sed de justicia, por que ellos serán saciados” Mateo 5:6.
Por desgracia hoy en día, todos nosotros (o la mayoría) los cristianos evangélicos de Chile, tratamos a estas personas con la misma injusticia que relata la Biblia, por nuestra vana y religiosa manera de mirar la vida, que nos hace parecer como superiores a ellos, siendo que Cristo mismo dijo, que el más pequeño en la tierra, era el mayor en el Reino de los cielos. Desastrosamente hoy, no somos ni la sombra de la Luz que fue Cristo y la iglesia primera.
Lo gracioso de todo esto, es darnos cuenta de como nuestra adánica naturaleza, reacciona ante una injusticia contra nosotros, de la misma manera que reacciono Adán en el edén, diciendo “Señor la mujer que tu me diste”,
es decir, “Dios, yo no tuve la culpa, o la tuvo ella que me dio el fruto prohibido, o la tienes tu que me diste a Eva, pero yo soy inocente” esto se refleja en el siguiente versículo: pues todos nosotros somos como cosa impura, todas NUESTRAS JUSTICIAS como trapo de inmundicia... Isaías 64:6, esto quiere decir, que cuando nosotros somos acusados de cometer una injusticia, a nuestro favor nos declaramos inocentes, o peor aún cuando nos cometen una injusticia decimos, ¡¡Pero Dios, ¿por que a mi, que he hecho para merecer esto?!!.
Que asquerosa la naturaleza humana, cuando la balanza esta a nuestro favor, no nos importa si nuestro beneficio resulta en una injusticia para mi prójimo, pero cuando la balanza esta en nuestra contra, somos unas blancas palomas cristianas, que jamás siquiera le ha deseado el mal a alguien, y nos engañamos a nosotros mismos, olvidando que la palabra de Dios dice: ">No os engañéis; Dios no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará Gálatas 6:7. Si has sido victima de una injusticia, preguntante si alguna vez tú no has sido lo suficientemente injusto, como para recibir esa maldad de vuelta, y si no has sido injusto como para ello, entonces gózate, por que grande es tu galardón en los cielos, se como Cristo.
La solución a todo este conflicto con nuestra vieja naturaleza, es que debemos buscar la manera de ya no vivir inquiriendo en nuestro bienestar propio y egoísta, sino más bien desechar nuestra vida por causa del evangelio y de Cristo, ya que si buscamos salvar y llenar nuestra vida de beneficios perderemos nuestra vida, pero desechando nuestra vida por causa de Cristo entonces salvaremos nuestra alma, y los beneficios del Reino de Dios junto a su justicia eterna nos serán otorgados por Dios. (Marcos 8:35)
La justicia de Dios ejercida en nuestras vidas no siempre acarrea beneficios terrenales a nuestro favor, pero sin duda alguna, esa justicia acarrea riquezas eternales donde el injusto ladrón no puede arrebatárnoslas.
Debemos dejar que la justicia de Dios se ejerza a plenitud en cada área de nuestras vidas y en cada detalle de nuestros días, aunque esto signifique incluso un desmedro en nuestra contra, por que aunque las circunstancia se vean adversas por ejercer la justicia de Dios en alguna situación, sin el minino hálito de duda te puedo afirmar, que el ejerce la justicia divina, aunque traiga malas consecuencias terrenales para nosotros, pondrá al Dios eterno a nuestro favor, y no importando el precio que debamos pagar por ser justos ante el cielo, no debemos flaquear en hacer lo correcto, no debemos dudar en ser justos, aunque el mundo nos diga y haga lo contrario, aunque sea más caro hacer las cosas bien, aunque el diablo nos ofrezca una salida fácil a nuestros problemas siendo injustos, no debemos ceder ante la maldad, ya que para agradar al Señor con nuestra vida no basta el tan solo buscar su Reino, sino también ejercer su justicia, y de esa forma lograremos ser un gran foco luminoso en medio de las tinieblas que la religión y el diablo ejercen hoy, ahora y en este preciso instante sobre todo este mundo.
¡¡Aunque la injusticia reine en la tierra, se justo como lo serias si estuvieras en el cielo, y grande galardón y provisión de Dios serán tu recompensa!!
Dios te bendiga,
Profeta de Dios.
Decidiendo perdonar
Romanos 12:19 No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios, porque escrito está: "Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor".
Una de las cosas que los fariseos siempre le criticaron a Cristo, es que el decía, “tus pecados te son perdonados”, la critica provenía de una gran verdad, de que solo Dios solo el tiene la autoridad y el poder para perdonar pecados.
Los fariseos decían la verdad, pero no la estaban enfocando de la manera correcta, ya que es cierto de que solo Dios puede perdonar pecados, pero lo que no lograban ver por la nebulosa religiosa que les negaba la visión, era de que Jesús era, es y siempre será Dios, por lo tanto el podía y puede perdonar nuestros pecados.
La venganza es lo contrario al perdón, el responder ante una amenaza o acusación esta intrínsicamente adherido a las reacciones básicas del hombre caído, el sentimiento de querer dañar con lo mismo o con al peor a quien nos ha dañado es la respuesta natural del corazón que se encuentra lejos de Dios. Todos queremos que se haga justicia cuando se ha dañado a un inocente, y eso esta bien, todos queremos que un violador pague por su maldad, que un ladrón sea encarcelado por su robo, que un padre abusivo con su hijos pequeños o un esposo golpeador, sea severamente castigado por la ley por su delito, todo esto esta bien desde cierto punto de vista, el sentimiento de buscar que se haga lo justo o que se le de el pago justo a quien delinquió o cometió algún tipo de injusticia es lógico y totalmente razonable, y es hasta bíblico, Dios nos llama a cuando juzguemos a alguien lo hagamos con justo juicio, es decir, que en todo seamos muy equitativos en nuestros actos, que si vamos a hacer algo, la cosa que sea, seamos justos en hacerlo bien y como si fuera para el Señor.
Ahora bien, ¿es valido sentir ganas de vengarme? Más que valido, es una reacción natural e innata del ser humano, pero, aunque a nuestros limitados cerebros humanos nos parezca justo el vengarnos por el daño que nos hicieron, NO DEBEMOS EJECUTAR LA VENGANZA. Pero ¿Por qué no debemos vengarnos, si alguien nos daño, por que no podemos buscar que ese alguien pague por lo que hizo? La respuesta no te va a gustar, pero es simple, POR QUE DIOS DIJO QUE LA VENGANZA NO ES TUYA, SINO DE ÉL, esto quiere decir, que aunque sientas una rabia insuperable y quieras ver a tu enemigo humillado suplicándote misericordia, TU Y YO ESTAMOS BAJO MANDATO DE DIOS DE PERDONAR.
¿Pero y si ese tal me oprimió abusando de su poder? ¿Y si fue injusto conmigo y me robo?, ¿y si me humillo como a un animal, aún así debo dejar pasar el oprobio? Pues claramente si.
El mundo tiene un concepto claro respecto a esto, y es ¡¡el que me la hace, me la paga!!, ¡¡de malo a malo y medio!!, ósea, VENGANZA, y de esa manera el diablo manipula hechos para que los hombres dañemos injustamente a alguien y ese alguien busque dañarnos el doble, y así el circulo vicioso se agranda cada vez más y de generación en generación, y sin que el diablo mueva un dedo, las sociedades llenas de sed de venganza hacen las obras del diablo, y se destruyen mutuamente. Esto es una verdad innegable, de hecho el pueblo “Guarini” estuvo al borde de la extinción por causa de las interminables venganzas que duraron décadas, donde casi llegan al exterminio por causa de que no conocían el perdón. Esto solo recalca lo que acabo de decir, el diablo crea una riña entre un hombre y otro, uno mata al otro y comienza el ciclo de venganzas interminables, y los hombres se van destruyendo mutuamente mientras el diablo se toma un café mirando el espectáculo.
Así hacemos nosotros cuando tomamos la venganza en nuestras manos, nos llenamos el corazón de ira y odio, y craneamos en nuestras sucias mentes como hacer caer a nuestro enemigo, ejecutamos planes maquiavélicos con el fin de que aquel que nos daño, pague caro lo que hizo y mientras tanto el diablo mira por su vitrina y apunta con el dedo a los hombres diciéndole al Padre, ¡¡esos son los hijitos de Dios, esos son por los cuales tu hijo Jesucristo murió!! Que vergüenza, los hijos de Dios, los cristianos, piensan toda la semana como vengarse de su ofensor y el domingo junto con su ropa recién lavada se ponen su manto de hipocresía para ir a la iglesia y mostrar una cara de piedad, mientras que con nuestros actos negamos su eficacia.
La venganza es un terreno que no debemos pisar, pero podemos hacerlo, pero hacer eso es pecado, es pisar el terreno que solo a Dios le corresponde pisar, la palabra dice "Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor". Eso quiere decir lo siguiente: YO SOY DIOS, YO EJECUTARE LA VENGANZA, TU NO TE METAS EN ESTO, sin embargo nosotros, que nos creemos más sabios que Dios, sin palabras, pero con nuestros actos le decimos a Dios: NO ME IMPORTA QUE TU DIGAS QUE TE VENGARAZ POR MI, YO QUIERO VENGARME, YO LE DARE EL PAGO A MI ENEMIGO, YO LO HUMILLARE Y LO VERE ARRASTRARSE ANTE MI.
El llamado que Cristo hizo a sus hijos, no al mundo, no a aquellos que no conocen al Señor, no a quienes no son cristianos, sino a los que se autoproclaman la iglesia de Jesucristo es: "Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os odian y orad por los que os ultrajan y os persiguen. (Mateo 5:44)”, “Perdonad y seréis perdonados (Lucas 6:37)”, “Bendecid a los que os persiguen; bendecid y no maldigáis.. (Romanos 12:14) Los hijos de Dios somos llamados a amar y no a odiar, a perdonar y no a buscar venganza, somos llamados a bendecir y no a maldecir, todo esto aunque nos cueste, aunque nos duela, aunque nos sintamos humillados, frustrados, impotentes, por amor y obediencia al que llamamos Señor, debemos hacerlo.
Cuando Dios nos llama a no tomar venganza por nuestras propias manos, nos esta haciendo un bien, por que aquel que odia y/o no perdona, esta atado al rencor, y sepan todos que es mucho más difícil perdonar que odiar, que es mucho más complicado soltar el perdón que dejar que la raíz de amargura crezca en nuestro corazón, es de valientes bendecir a aquel que nos ha humillado hasta lo más bajo que desearle las maldiciones más grandes que pudieran salir de nuestra boca, y si mal no recuerdo, ese tipo de valentía es el que se necesita para arrebatar el reino de los Cielos. Un golpe con otro golpe lo responde cualquiera, pero perdonar en medio de la humillación solo lo hace Cristo, y aquellos cristianos que tiene el carácter de Cristo en sus corazones.
Dios nos quiere hacer más a la imagen de su hijo cada día, y la venganza a pesar de que en si no es un pecado, por que Dios no puede pecar y el se vengara de sus enemigos y de los míos.
Dios dice, “Mía es la venganza”, si yo me entrometo en castigar a alguien por el daño que me hizo, estoy pecando, por que así como el terreno de la salvación es de exclusividad de Cristo y de ningún otro hombre (salvos por gracia efesios 2:8) así también el terreno de la venganza es de exclusividad del Dios todopoderoso, y así como nadie puede ser salvos por las obras, así tampoco nadie debe vengarse por si mismo, sino dejar la venganza en las manos de aquel que puede y quiere vengarse por ti.
¿Esto quiere decir que si a mi esposa, hermana, hija o madre la humillan yo no puedo vengarlas? Pues si un ser querido para nosotros es humillado, nosotros podemos (y en algunas ocasiones debemos) poner las cosas en orden.
El mandato de poner la otra mejilla corresponde a nuestra propia mejilla, pero así como estamos llamados a la humildad y al perdón, los varones también estamos llamados a amar y proteger a nuestras mujeres como Cristo amo a la iglesia, y si Cristo fue capaz de morir por darle salvación a su novia, de esa misma manera nosotros debemos defender a nuestras mujeres y familias aún de nosotros mismos y de nuestro propio mal proceder.
Dios nos quiere evitar un gran problema, y quiere que despojándonos de esta naturaleza pecaminosa, busquemos y anhelemos ser como Cristo, para lograr agradar a Dios el Padre. Debemos crucificar todo nuestro yo en la cruz que debemos tomar cada día, y dentro de ese yo, crucificar el deseo y la sed de venganza y cambiarla por el amor y la Paz de Cristo en nuestros corazones. No nos creamos más sabios que Dios, el mismo nos dice en su palabra, que no seamos sabios en nuestra propia opinión (Romanos 12:16), si Dios dice que dejemos la venganza en sus manos, pues ¿Quién eres tu, un simple mortal, para cuestionar la sabiduría del único y eterno Dios?.
Aunque el mundo se vengue, tu no debes vengarte, aunque el mundo y tu corazón carnal te digan a gritos que eres estúpido por no responder con un golpe, debes ser mejor que eso y perdonar, recordar que el verdadero valiente no es aquel que al primer latigazo responde, sino aquel que colgando en la cruz es capaz de decir, “te perdono, y le pido al Padre que te perdone, por que no sabes lo que haces”.
Toda herida sana más rápido, cuando es empapada con el suave y oloroso aceite del perdón… perdona, y en la tierra serás llamado necio, pero no olvides que en el cielo, el eterno Dios tiene un precioso galardón esperando por ti.
Dios te bendiga,
Profeta de Dios.
La Maldad, el origen del enfriamiento espiritual.
Mateo 24:12 y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.
Existe un dicho que es muy antiguo en Chile, y quizás en el mundo, y que considero que a pesar de no ser un dicho bíblico, no dista nada de la verdad en lo que dice, “todo tiempo antiguo fue mejor”, y cuando analizo en que fue mejor, pues considero que en todo fue mejor, no teníamos la tecnología que hoy tenemos, no teníamos los descubrimientos, el conocimiento ni la comodidad de la que hoy disfrutamos, y por todo ello, es que la vida era mejor, mientras menos cosas habían, más valor tenia la vida, y si analizamos la historia de la humanidad, mientras más antigua la civilización, más cercana se encontraba de Dios.
El hombre natural no concuerda con esto, a pesar de que su subconsciente le dice a gritos que en el pasado fue un hombre “más feliz” de lo que es hoy (dejando a un lado los sufrimientos claro está), y ¿como se lo dice su subconsciente? Pues en que cada vez que se hace un repaso de los ochenta, la mayoría de los que en aquel tiempo eran niños y jóvenes, recuerdan con nostalgia aquellos tiempos, donde en el horario en que hoy dan el asqueroso SQP, daban patio plum, y donde las tardes después del colegio se hacían cortas frente mirando el galáctico, candí y Remi, hoy solo vemos el trasero de las chicas del jingo. Antes era emocionante pasar las tardes de verano jugando al pillarse o a los palitroques con nuestros amigos de la cuadra, ahora el Jovi del adolescente y por que no decirlo de los niños es poncear y manosearse en medio de melodías grotescas e insinuantes (reguetón) que lo único que hacen es incitar a los jóvenes a tener relaciones sexuales prematrimoniales, que en un 80% terminan en embarazos no deseados, ¿Por qué? Por que aunque son jóvenes adolescentes, aún son niños, tristes y desolados niños manipulados por la era en que hoy vivimos, niños manoseados por la televisión insinuante, niños y niñas obligados por nuestra era a despertar a lo malo a temprana edad, ya que ser bueno, ser bien intencionado, ser puro y ser decente es completamente absurdo y estupido para la sociedad en que hoy vivimos.
Jesús lo predijo hace más de dos mil años atrás, El amor de muchos se enfriara, y desgraciadamente los cristianos no estábamos excluidos de esa estadística.
He visto tristemente como muchachos que años atrás crecieron en las escuelas dominicales, hoy están entre los tanto padres adolescentes, niños que con sus inocentes manos daban glorias a Dios, ahora usan esas manos para la inmundicia y la fornicación, preciosos niños que con sus bocas cantaban alabanzas, hoy esos mismos labios son llenados con groserías, maledicencias y blasfemias, adornadas con llamativos piercing que en todo distan de la belleza.
¿Por qué ha ocurrido esto? Por causa de la MALDAD. Hay una teoría que dice que la maldad existe desde antes que existiera el diablo, ya que según el texto el diablo fue perfecto hasta que en él se hallo MALDAD (Ezequiel 28:15), eso nos puede arrojar que la maldad solo andaba buscando donde poder aposentarse, y en el corazón Satanás encontró un nido.
Ahora bien, nadie puede negar que si existe un símbolo de la maldad, ese es el rostro de Satanás, y es él quien se encarga de repartirla en todo el planeta, y generación tras generación ha encontrado más y más maneras de multiplicarla, lo hizo en los días de Noe aún no habiendo tanta facilidad tecnológica como hoy, cuanto más ahora, en este mismo siglo, donde la tecnología y la comunicación avanza a pasos agigantados.
El diablo solo quiere que todo el mundo se pierda, quiere que el pecado de Adán se vea multiplicado en nosotros, y para ello comenzó metiendo en la cabeza de los niños que las hadas madrinas eran buenas y que la “magia” se podía usar a nuestro favor, hoy sin ninguna censura, vemos a un Harry Potter estudiando para pasar su curso de magia negra sin problemas, es decir, lo que para Dios claramente era una aberración (Deuteronomio 18:11), hoy es parte de la diversión mundanal, y peor aún, de la diversión de muchos que hoy se autoproclaman cristianos.
LA MALDAD se a multiplicado a pasos agigantados, tanto es así que cuando un cristiano, bañado por la sangre del cordero, perdonado de todos sus pecados, nacido de nuevo, ve a otro cristiano en la micro, el metro o lo que sea, en vez de saludarlo y decir un “hermano, Dios te bendiga, donde te congregas”, prefiere ignorarlo como si fuera un perfecto don nadie, o se refleja mucho más aún, en que pastores que antaño amaban al Señor, le servían con gran gratitud por haberles redimido, ahora se creen semidioses intocables, y sabelotodos, como si por algún merito propio se merecieran el cielo. Se puede ver esta frialdad en las iglesias los domingos, cuando las hermanas se visten como si fueran a una discoteca, con prendas ajustadas al cuerpo y escotes pronunciados, en ves de adorar a Dios con sus vestimentas (y cuando digo adorar a Dios, no me refiero ni a las faldas ni a los cabellos largos). Se nota la frialdad, cuando sabiendo el sacrificio que Cristo hizo por nosotros, y nos incomoda tener que congregarnos el domingo por la mañana, por que el sueño es más fuerte. Se nota que nuestro amor se ha enfriado, por que junto con él, nuestro temor a Dios se ha esfumado, muchos dirán ¡¡¡yo tengo temor de mi Dios!!! Pues si tienes temor de Dios, ¿por que enlodas tu mente deleitándote con pelicular diabólicas como crepúsculo, actividad paranormal o Saw,? O ¿Por qué te permites libertades, tales como mirar el Morandé con compañía, o infieles? ¿Que acaso Dios no nos juzgara hasta por las palabras necias que hablamos que te tomas la libertad de reír con basura como el club de la comedia?, ¿temor de Dios, amor a Dios? Si eso es amar y temer al Señor, pues como será el aborrecerle.
El amor se nos ha enfriado, gracias al Señor, la profecía solo dijo que el AMOR DE MUCHOS SE ENFRIARA, y no el amor de todos, pero desgraciadamente creo que en Chile, ese Muchos ha abarcado a prácticamente el 90% de la iglesia, esto lo puedo comprobar por que si le pregunto a la mayoría de los creyentes que conozco, no tendrían ningún pudor ni encontrarían malo ir al cine a ver Luna nueva (la segunda parte de crepúsculo) ¡¡¡es solo ciencia ficción!!! Dirán muchos, pero ¿acaso el diablo no puede inspirar esa ciencia ficción? O ¿algo de Dios o algo positivo saco en ver ese tipo de películas? Pues aunque no nos guste, si algo no es de Dios pues claramente es del diablo, y por lo menos yo, no estoy dispuesto a transar con el enemigo.
El problema del por que el amor se ha enfriado en muchos cristianos hoy en día, radica en que hemos querido que Dios responda a nuestras peticiones y deseos carnales, de hecho por eso el joven se casa en yugo desigual, por que no quiere pasar por el tiempo que Dios le quiere pasar para encontrar la llenura del Espíritu antes de conocer a su idónea (o), por eso las personas se endeudan deliberadamente y después no tienen como pagar, por que consideraron (en su carne) que ese bien era imprescindible, cuando lo más posible era, que para Dios ese bien en poder de sus hijos aún no era imprescindible. El otro matiz del problema está, en que el liderazgo de la iglesia en Chile ha caído en la misma carnalidad. Dios en antaño a bendecido grandemente a su pueblo en este país, y por ello los evangélicos (algunas denominaciones) tienen gigantes corporaciones e iglesias hijas en todo Chile, pero si uno se acerca lo suficiente, lo único que divisa es un cementerio de dinosaurios, alguna vez fueron grandes y temibles instrumentos en las manos de Dios, pero hoy solo quedan recuerdos de esos días y un montón de huesos secos y sin vida, Dios ya no esta ahí, y ¿Por qué no esta ahí? Pues por que en los lideres de aquellas organizaciones reina la carne, los deseos de este mundo y la vanidad. Estos lideres han escogido por sus propias concupiscencias y no por la gloria de Dios, donde en ella uno es menguado y Dios el exaltado, y ¿Cómo se puede saber eso? Pues cuando un pastor pone en liderazgo a un adultero, cuando el hijos del pastor embaraza a su novia adolescente, cuando miembros del coro conviven con sus parejas y por flojera, negligencia o “conveniencia” no se casan, cuando las finanzas de la iglesia parecen una nebulosa, cuando se confía más en la política que en el poder de Dios, cuando desde el pulpito se adora y se predica sobre el dinero y no sobre Cristo, cuando claramente la pureza y la santidad para llegar a Dios y agradarle con la vida, ya no son el tema de ese líder
¡¡¡Ho Señor, el amor se ha enfriado en la mayoría de tus hijos!!!
¿Cuantos hoy están dispuestos a desechar sus vidas por Cristo? ¿Cuantos hoy estimaran que han pecado deliberadamente delante de Dios y han amado más sus caminos que al Señor? ¿Cuántos hoy estarán dispuestos a dejar esas actividades y amistades que ni agradan ni le sirven a Dios en sus vidas? ¿Cuántos hoy están dispuestos a reconocer que su cristianismo no es más que una canción balbuceada y sin reverencia, y un amen de domingo? ¿Cuántos están dispuestos a aceptar que la basura de vida cristiana que han vivido esta lejos del gran sacrificio que Cristo hizo en la cruz? Y no digo que alguien sea digno de ese sacrificio, hasta Pedro se sintió indigno de morir como Cristo, pero ¿Cuánto dista aún nuestra vida espiritual de la gran vida del Apóstol Pedro?
La biblia nos insta a no desmayar en hacer el bien, todos sabemos que para la sociedad (el mundo) el ser bueno es estupido, el devolver el vuelto de más es de tarados, el decir la verdad a sabiendas que esta nos traerá malas consecuencias es ridículo, si claramente este mundo manejado por el diablo esta hecho para hacer las cosas mal, solo démonos cuenta que hoy se puede ver por tres mil pesos una película en el cine, y la misma en las ferias libres cuesta mil pesos, que un video juego que cuesta diez mil pesos en los locales establecidos, en los persas se consiguen copias del mismo juego, con la misma calidad en mil pesos, y lo triste de todo esto, es que muchos “cristianos” que dicen amar y tener temor de Dios, adquieren estos “productos” baratos aún sabiendo que esto es ilegal.
¿Aún piensas que tu amor no se ha enfriado? Pues yo creo que en muchas áreas donde la iglesia debería ser una hoguera, hoy es más parecida a un frigorífico, y como hasta los líderes cometen estos pecados, ya no queda a quien seguir, no tenemos ni un solo modelo que imitar.
Pues Gálatas 6:9 nos insta a que a pesar de nadar contra la corriente, a pesar de que muchas veces parezcamos entupidos haciendo el bien, no desmayemos, no lo hagamos, aunque todo el mundo vaya felizmente al infierno por su maldad, los cristianos deben luchar por hacer lo correcto, por no cansarse de hacer las cosas bien, aunque los lideres se hayan enfriado, aunque los pastores sean una decepción, nosotros las simples ovejas no somos llamados a buscar modelos terrenales a seguir, sino simplemente seguir a Cristo, él es aquel que nunca falla, en el no hay mancha ni corrupción, el jamás se canso de hacer el bien, y sin duda nuestro Señor hizo el bien donde fuera que estuvo, a pesar de los vituperios, a pesar de la vergüenza en la cruz, a pesar de los golpes y la humillación, en el madero solo salio de sus labios una gran e imitable frase “perdónales Padre, por que no saben lo que hacen”.
No le hagas caso a la sociedad, no te molestes en seguir al mundo que Cristo venció, aunque tengas aflicciones, aunque tengas pena, aunque el planeta entero te haga sentir ridículo por tu bondad, no te canses de hacer el bien, por que sin duda, así como esta profecía se cumplió de que la maldad se multiplicaría, así también se cumplirá la palabra de que a su tiempo cegaremos de nuestra bondad, si no hubiésemos desmayado.
Dios te bendiga,
Profeta de Dios.
El Verdadero Mensaje de la Cruz
1° Corintios 1:18 La palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios,
Antes de ser Cristiano, y a pesar de lo mucho que me gustaba la historia universal, curiosamente nunca me puse a pensar el impacto que Cristo tuvo en toda la historia, el mundo hoy para organizarse en el estudio de las épocas, debe necesariamente decir si es que ciertos hechos históricos ocurrieron antes o después de que Cristo piso la tierra, si queremos analizar la prehistoria, los imperios que dominaron al mundo, la edad media y cualquier batalla o guerra que haya marcado un hito histórico, debemos necesariamente referirnos si es que ese hecho ocurrió antes o después de Cristo… que hermosa verdad, sin embargo, por cuanto tiempo fui ciego y no vi aquella verdad, a pesar de que la tenia frente al rostro.
Cristo quebró la historia, la partió en dos, dejo muy claro su paso por este mundo, no quedo para nadie desapercibido que hace 2010 años aproximadamente descendió desde el mismo cielo el Dios creador de todo, y le plació humillarse asimismo asiéndose tan solo un hombre, eso si que es una demostración humildad y santo amor.
Esta es una innegable verdad, Dios se hizo hombre y camino entre nosotros como uno más, y tal fue el grado de impacto que produjo su muerte (más que su nacimiento) en la historia, que la cruz es el punto medio entre los tiempos antiguos y la era de nuestro Señor… la cruz tiene ese poder, no la cruz por si sola, sino la cruz bañada con la preciosa sangre del hijo de Dios, la cruz sirvió como elemento de tortura para criminales, pero pintada con la carmesí sangre de Cristo, tiene el poder no solo de destruir vidas corruptibles, sino también de dar vida eterna en los cielos…
Con el tiempo se han hecho imágenes de esa preciosa cruz, prendedores con crucifijos que suponen que quien la use simpatiza con Cristo, se han hecho prácticamente estatuas con un Jesús crucificado, donde miles prenden velas a sus pies, desconociendo que Jesús mismo es la luz que descendió en medio de las tinieblas.
El mensaje de la cruz se ha tergiversado, se ha transformado con el paso del tiempo en un hibrido totalmente distinto al verdadero mensaje de la cruz.
La cruz tiene el poder para quebrar tu vida en dos partes, la cruz puede darte un antes y un después, la cruz puede guiarte por el camino de justicia que tiene como fin la vida eterna, la cruz bañada con la sangre de un inocente carpintero tiene la autoridad para librarte de los lazos de la muerte, la cruz puede darte un sentido a tu perdida e insignificante vida.
Ahora bien, ¿has pensado si siendo cristiano, la cruz de Cristo ha hecho eso en ti? O ¿crees que teniendo un crucifico colgando en tu cuello o en la cabecera de tu cama, ya eres plenamente cristiano? O peor aún ¿piensas tu sabiendo la verdad y el poder de la cruz, pero no viviendo en ese poder, ya eres salvo? Pues hay un par de verdades sobre esa manchada cruz que tú y yo debemos tener en claro si queremos llegar al reino de los cielos.
El cambio que produce la cruz en tu vida, no es un asunto moral o un asunto de religión, no es una cuestión de ser parte de una iglesia o ser bautizado, la cruz no solamente cambia una o dos palabras obscenas por un par de palabras religiosas frente a los demás, la cruz es un quiebre definitivo en tu vida, es un definitivo antes y después de la cruz, piénsalo bien, si Cristo con su cruz fue capaz de quebrar la historia en dos y dejar patente su pasada por esta tierra, ¿no debería hacer lo mismo con tu asquerosa vida pasada? ¿Ha producido la cruz un antes y un después en tu vida? Pues si no es así, quiero decir que tu cristianismo es un detalle, si la cruz no es el centro de cada área de tu vida, si tus pensamientos no pasan por la cruz, si tus decisiones no pasan por la cruz, si tus deseos, sueños y anhelos no pasan por la cruz, pues tu cristianismo es una mentira vestida de verdad.
Cristo no nació solamente para ser un hombre moral, no nació para ser un milagrero, no camino por este mundo dejando mensajes con palabras piadosas, no fue ni es un “maestro elevado” más, Cristo siempre ha sido, es y será el hijo de Dios, y claramente esta profetizado que el unigénito hijo de Dios, el Mesías, no nació para ser solo prodigios y milagros, el NACIO PARA MORIR EN LA CRUZ, y todo cristiano debe saber que si dice seguir al maestro, pero no es capaz de tomar su cruz para seguirle, pues aunque se haya bautizado, aunque use un crucifijo en el cuello, aunque se congregue tres veces por semana, si no ha tomado la cruz, esta perdiendo el tiempo, por que así como Cristo no murió ni padeció a medias por nuestros pecados, así mismo si dice seguir a Cristo, pero no toma su cruz, no es digno de Cristo (Marcos 8:34-35).
La cruz debe destrozar cada área de tu vida, debe matar y pulverizar hasta lo más profundo de tu “YO”, con el único fin de que Cristo resucite en ti, de lo contrario, el Padre no verá en ti al hijo, y sin la santidad que solo el hijo te puede dar, el lago de fuego es lo que te espera.
Si un cristiano ve pornografía, fornica, miente, roba, adultera, estafa, ve el horóscopo, tiene conversaciones vanas, maquina perversidades en su corazón, crea discordia, y aún no se ha arrepentido, ni ha cambiado de actitud, pues el tal no es digno de ser llamado hijo de Dios, por que la cruz no ha producido el quiebre entre la vida de la carne (vieja naturaleza) y la vida del Espíritu (hombre nuevo interior)…
La cruz sigue siendo un instrumento de muerte, su función no ha cambiado a pesar de los malos conceptos que hoy podamos tener sobre ella, y así como Cristo sabia que moriría con muerte de Cruz y que esa cruz cambiaria la historia, así también llama a todo aquel que se desee llamarse cristiano (pequeño Cristo) a que tome su instrumento de muerte (Cruz) y junto con él (con Cristo) sacrifique su carne y sus deseos en la Cruz, con el único fin de que cuando él resucitara, también su imagen se viera resucitada en nosotros, y mostráramos con hechos que también cambio nuestra vida.
Deja que la cruz quiebre tu vida, permite que la cruz corte esa mano o ese pie que no te deja avanzar en el camino de la santidad, accede a que la cruz te arranque el ojo que te guía a deleitarte en tu concupiscencia, por que si sigues solo rasguñando lo que definitivamente debes extirpar de tu vida, pues entonces estas viviendo hipócritamente y la luz radiante de Cristo no esta reinando en ti, y peor aún, tu eternidad no será junto a él, en su reino, por que no olvidemos que aquel que ama y busca su vida, LA PERDERA, pero quien la pierda por causa de Cristo, en su cruz, pues solo ese la hallara.
Dios te bendiga,
Profeta de Dios.
¡¡Dios ama, Dios odia!!
Proverbios 6:16-19 "Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete le son abominables: 17 los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos que derraman sangre inocente, 18 el corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies que corren presurosos al mal, 19 el testigo falso, que dice mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos.
Hay una verdad que he logrado descubrir en las vidas de muchos cristianos (incluyendo la mía), es que dentro de las cuatro paredes del templo, todos cual más cual menos, somos unas blancas palomas, no quebramos un huevo, no decimos malas palabras, no nos enojamos, somos los cristianos más santos que en la tierra han podido existir, pero, no hacemos más que salir del templo y ahí demostramos realmente lo que somos, aflora nuestro mal carácter, nuestro enojo explosivo, nuestras malas palabras, y hasta groserías salen de los mismos labios que momentos atrás declaraban las grandezas y la santidad del Dios vivo… wow, que increíble lo hipócritas que podemos llegar a ser.
Santiago se refirió a esto en su epístola, diciendo: De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. (3:10), que sabias palabras, pero que poco las practicamos.
El problema no radica solamente en el pecar, sino en que aún sabiendo que esta actitud es pecado la seguimos realizando bajo la justificación de que Dios es amor, y ridículamente pensamos de que si Dios es amor, pues entonces nos perdonara toda nuestra maldad.
Sin lugar a dudas, Dios tiene el poder para perdonar pecados y los perdona, todo esto por amor, pero considero que hasta ahora, tenemos solo la mitad del mensaje sobre el carácter, y por que no decirlo, sobre el temperamento de Dios.
Ciertamente Dios es rico en misericordia, y tardo para la ira, pero ese “tardo para la ira”, no significa que Dios no se enoje nunca. Ahora bien, si Dios es amor y perdona nuestros pecados por amor ¿habrá algo que haga enfadar a Dios? ¿Será que Dios es solo amor, y no hay nada en la tierra o en la vida que escrituralmente sepamos que Dios aborrezca u odie? Pues claramente si, Proverbios 6:16 comienza diciendo “seis cosas aborrece Jehová”… ¿va, pero no era que Dios es amor? La misma biblia que menciona la virtud y la esencia de Dios como el amor, también nos relata que Dios no es tonto ni esta ciego, nos dice que hay actitudes del ser humano, y aún más de los cristianos que se autollaman hijos de Dios, que no solo le molestan, sino que derechamente el aborrece.
La palabra en griego para aborrecer es miseo (μισέω) y una de sus traducciones es ODIAR.
Entonces ¿puede un Dios que es amor por esencia, odiar actitudes de sus hijos? Pues claro que si, y de hecho es así, no por que yo lo diga, sino por que la escritura lo declara, Dios aborrece que tu y yo tengamos ojos altivos y miremos con desprecio a la gente, Dios odia la lengua mentirosa, al Señor le parece perverso que nuestro corazón aún siendo salvos maquine maldad, que a pesar de “haber muerto al pecado” aún sigamos pecando con total ligereza, y que a pesar de que por un lado nos congreguemos una y otra vez con los mismos hermanos, saludándonos con un hipócrita “Dios te bendiga”, por el otro y a sus espaldas hablemos pésimas cosas de ellos y los dejemos mal frente a otros hermanos sembrando así la discordia.
El Señor nos llama a amar como el ama, sabemos que el amo de tal manera al mundo que nos entrego a su hijo unigénito para que creyendo en él fuéramos salvos, sabemos que el ama al pecador, hemos aprendido de memoria de que debemos amar a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos, y todo eso está muy bien y debemos hacerlo, pero así como el nos pide que amemos todo lo que el ama, sabemos que el carácter de Cristo se ve más reflejado en nosotros cuando no tan solo amamos como Cristo y lo que Cristo amo, sino también cuando odiamos como Cristo y lo que Cristo odio.
Jesús no acaricio con su amor a los mercaderes del templo, sino que con su ira les reprendió tratándoles como ladrones y preparo un arma con la cual destruir los puestos que ensuciaban con su mercancía, el lugar que Dios mismo había proclamado Santo.
Dios odia el pecado, y claramente ama al pecador, pero si no se arrepiente por mucho que le ame, la ira de Dios caerá sobre él, por que Dios no distinguirá entre el pecado y el pecador, que ya a esa altura, por el amor que el pecador le tiene a su pecado serán uno solo, así como el cristiano junto a Cristo deben llegar a ser uno solo.
Dios odia actitudes que hoy tú y yo tenemos, y aún así decimos amarle, ¿hasta cuando le daremos las migajas de nuestro amor a Dios, mientras que nuestro tiempo y nuestro más grande deleite se lo entregamos al pecado?
Aún hay en nosotros mucho que no le sirve ni agrada (aborrece) a Dios, sin embargo todavía lo retenemos apretadamente en nuestro corazón como si Dios fuera tan necio y lo pasara por alto, Nahum 1:3 dice al respecto: Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable.
Muchos hoy nos sentimos tan salvos y cubiertos por una falsa gracia que cubre pecados que practicamos deliberadamente, sin embargo, si Dios no tendrá jamás por inocente al culpable, ¿será que todas aquella cosas que Dios aborrece de nosotros, y de las cuales aún no nos hemos arrepentido, y practicamos, pasaran por alto el día del Juicio? Pues claramente pienso que no, y que el diablo nos ha engaños justo donde hemos querido ser engañados, en no dejar nuestros malos caminos.
Cristo a la iglesia en Laodicea, a la vomitaría de su boca por su tibieza, le dijo lo siguiente:
Tú dices: Yo soy rico, me he enriquecido y de nada tengo necesidad. Pero no sabes que eres desventurado, miserable, pobre, ciego y estás desnudo. Por tanto, yo te aconsejo que compres de mí oro refinado en el fuego para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, para que no se descubra la vergüenza de tu desnudez. Y unge tus ojos con colirio para que veas. Apocalipsis 3:17-18Muchos cristianos hoy se sienten así, plenos, ricos y bien vestidos por la gracia de Dios, una gracia que cubre pecados mal confesados y bien justificados, realizando actividades y teniendo actitudes que sin lugar a dudas Dios aborrece.
Por ultimo, estoy seguro que muchas cosas que no huelen mal como el alcohol o el cigarrillo, son tanto o más pecado que estas, tales como las malas intenciones, malas reacciones, malas actitudes, raíces de amargura que provocan mal entre la congregación, la lastima de uno mismo que lleva a la autojustificación, el ser insidioso y provocar a ira, la lascivia y la fornicación mental, todas estas y muchas más, no tienen olor a la nariz humana, pero estoy seguro que huelen peor que el excremento podrido delante del precioso trono de nuestro amoroso y santo Dios.
Debemos comprender que el amor de Dios no se desdice con lo que el odia, y si decimos amarle a él y buscamos amar como él amo, así también con nuestros hechos debemos odiar lo que el odia y demostrarle así nuestro amor, amando lo que el ama, y odiando lo que el odia.
Sin lugar a dudas, Dios ama a toda su iglesia, pero estoy seguro que aún no ha venido por ella solo por misericordia, por que todavía ve en nosotros tanta distancia entre su magnifica santidad, y nuestro anhelo por que querer alcanzarla (su santidad), pero no olvides que si bien Dios es tardo para la ira, esa ira un día (y quizás pronto) se ejecutara.
Apocalipsis 6:17 porque el gran día de su ira ha llegado y ¿quién podrá sostenerse en pie?
Dios te bendiga,
Profeta de Dios.
¿Para que vivir en Santidad?
Josué 3:5 Josué dijo al pueblo: "Santificaos, porque Jehová hará mañana maravillas entre vosotros".
El diccionario bíblico define a La santidad como: la cualidad de perfección, impecabilidad e incapacidad de pecar que, y en sentido pleno, solamente Dios posee tal cualidad y capacidad. Como cristianos, somos llamados a ser santos (1 Pedro 1:16). Sin embargo, la perfección de esta cualidad en nosotros no será sino hasta que alcancemos el estado eterno por medio de la resurrección que alcanzaremos un estado de perfecta santidad.
El llamado a la santidad en esta vida ES UN MANDAMIENTO DE DIOS a poner en práctica con respecto a nuestros pensamientos, costumbres y acciones. Hemos de ser santos en obediencia a Dios.
En definitiva, nuestra incapacidad en lograr la perfecta santidad en nuestras vidas, no es el impedimento en lograr que nuestros hábitos y decisiones sean santas, a pesar de que nuestra naturaleza sea impura, podemos llegar a vivir vidas terrenalmente santas, mientras esperamos la transformación total en el día de la venida de nuestro Señor (1° Corintios 15:52)
Ahora bien, ¿por que Dios, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento recurrentemente está llamando a la santidad a su pueblo?En Josue 3:5 podemos notar que el Señor hace un llamado a la santificación de su pueblo, por una escritural razón “Mañana haré maravillas entre vosotros”…
En la actualidad hablar de santidad es un problema, es prácticamente ser antisocial, por la sencilla razón de que los cristianos de hoy en día han estimado la santidad como un estado religioso, arcaico y prácticamente sectario. Con esto no estoy diciendo que la mayoría de los cristianos actualmente fume, baile o beba alcohol a destajo, es más, muchos de los cristianos en la actualidad no hacen eso, pero sin embargo aún así, no viven en santidad.
La santidad ha sido desechada en los mensajes contemporáneos del evangelio, y la razón es que la gente no quiere que se le reñage por sus errores y problemas, la gente “desea y necesita” un mensaje de aliento, algo que les motive el domingo por la mañana y les de fuerza, para seguir adelante con sus proyectos y sueños personales durante toda la semana, la gente “necesita” ser alentada, levantada, ayudada por Dios en todos y cada uno de los proyectos de vida que tiene en su corazón, y por los cuales trabaja y se esfuerza.
Desde un muy estricto punto de vista, todo esto tiene en si cierta verdad, Dios es un Dios bueno, amante, que se preocupa del bienestar de su pueblo, que alienta con su amor y precedencia y que a veces, cuando nuestros sueños y anhelos coinciden con los sueños y anhelos que Dios tiene para cada persona, pues entonces les ayuda a realizarlos y pone de sus fuerzas y sus riquezas en ese proyecto para que se logre.
Pero, ¿será que la santidad es un estorbo frente a los sueños de la gente, que por eso a estas no les gusta escuchar? Ciertamente, el problema medular del asunto que hoy tiene a una crisis de santidad a la iglesia en el mundo entero, no es que no sepan que la santidad es una virtud que cada creyente deba tener para ver a Dios, sino que los sueños del creyente actual, sus anhelos, sus proyectos y metas, son tan terrenales y carnales que simplemente la palabra santidad no encaja en medio de esas metas y proyectos, tal y como un dado no encaja en medio de un tablero de ajedrez, son piezas de distintos rompecabezas que por más que se buscara darle un lugar a la pureza en medio de los sueños y las metas ya establecidas, se arrojaría lejos el sentido más minino de santidad.
El mensaje del verdadero evangelio a sido trastocado, en el inicio Juan el Bautista predico del arrepentimiento (para vivir en santidad), Jesús predico del arrepentimiento (para vivir en santidad), y los Apóstoles junto con cada uno de los discípulos que los seguían, predicaron del arrepentimiento (para vivir en santidad), y sin embargo, hoy los mensajes son sobre prosperidad, sobre bendición, sobre que Dios ayuda a sus hijos, les provee conforme a sus riquezas en gloria, y sobre una falsa gracia que cubre pecados no arrepentidos, todo esto no es más que la mano del diablo en medio del mensaje del Cristo vivo, trastocando verdades bíblicas, ya que no existe peor mentira que la que más se parece a la verdad.
Este mensaje no es mentira por que no diga verdades bíblicas, claro que las dice, pero totalmente fuera de tiempo y de contexto, por que es imposible que Dios cubra con su preciosa sangre, un pecado que sigue cometiéndose deliberadamente, es inconcebible que Dios bendiga, prospere y levante a un “cristiano” que no busca a Dios, su reino y su justicia, antes que las añadiduras, ¿acaso Dios es tonto o esta ciego? ¿Podremos engañar al Señor? ¿Podremos comprar sus servicios con las ofrendas de domingo, o podremos exigirle que cumpla nuestros deseos por un miserable diezmo mensual?Que ridiculez pensar así, Dios no puede ser burlado, el sabe claramente quien le busca por amor a él y solamente por amor, y quien solo le busca por que siente atribulado, acongojado, aproblemado, endemoniado, adeudado o con serios problemas con la policía, pero que luego resuelto los problemas, se olvidara de él.
¿Esto quiere decir que Dios nunca nos ayudara? Pues claro que si, el quiere ayudarnos y lo hará, nos bendecirá, nos dará lo que necesitamos, y hasta aún lo que queremos, el tiene planes gloriosos con cada uno de sus hijos, en definitiva él hará maravillas entre nosotros, pero no moverá ni un solo dedo a nuestro favor, antes de que cumplamos su VIVIR EN SANTIDAD.
El mensaje de santidad no es un mensaje retrogrado, sino un mandato vigente, lleno de vida y con bendiciones totalmente palpables tras su cumplimiento, a Dios no se le ocurre pedirnos santidad para ahogarnos la fiesta, ni tampoco la exigiría si supiera que no la podemos lograr, el sabe perfectamente que nuestros hábitos, muchos de los cuales hoy son netamente pecaminosos y muy peligrosos para nuestra vida espiritual, deben y pueden ser reemplazados por hábitos de pureza y santidad.
Dios no nos exige que hagamos cosas imposibles, como cambiar nuestra naturaleza, por que eso solo lo podrá hacer él en su venida, sin embargo, ello no quiere decir que no podamos escoger ver o no ver una película de terror, de sexo o de alto contenido violento, no quiere decir que solo nos conformemos con no acostarnos con la mujer del prójimo, sino que ni siquiera debemos desear en nuestro corazón hacerlo, tampoco quiere decir que ante una situación compleja tengamos que mentir para salir airosos, debemos decir toda la verdad pase lo que pase y cueste lo que cueste, por que ese es el verdadero carácter de quien vive en santidad.
Sin embargo y lastimosamente lo digo, conozco gente que se autollama “cristiana” y sin embargo viven como perfectos mundanos, dicen groserías por diversión, son insolentes con sus padres, fornican, mienten, roban, abusan de su poder, y a pesar de aquello, están en lugares de liderazgo en las iglesias, son hijos e hijas de pastores que en Chile son nacionalmente conocidos, son dueños de grandes librerías cristianas, tienen cadenas de radio en todo el país, son propietarios de extensos balnearios, ministran la alabanza, predican, pastorean, y se autoproclaman ser escogidos de Dios para dirigir al pueblo evangélico en Chile… wow, todo eso podría ser una enorme bendición para los protestantes en Chile, si tan solo vivieran en SANTIDAD.
Ciertamente muchos de ellos han logrado “grandes bendiciones” de parte de Dios, pero si me preguntan a mi, yo no veo en ello bendiciones de Dios, sino, algo que también es bíblico y de cierto modo también proviene de Dios (todo proviene de él), Eclesiastés 3:13 dice: y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce de los beneficios de toda su labor.
Sin embargo ¿podríamos decir que la prosperidad que obtienen los grandes narcotraficantes, proviene necesariamente de la mano de Dios? Esto esclarece que un negocio, por más que se diga cristiano, y aún así prospere, no quiere decir que sea Cristo quien dirija ese negocio.
Ahora, ¿es tan necesaria la santidad? Pues claramente si, ningún hombre en esta tierra tiene, ha tenido, ni tendrá mayor bendición que poder vivir con Dios eternamente.
Los bienes terrenales son ciertamente necesarios, y a ningún humano no le gustaría sentirse tranquilo respecto de su futuro monetario, pero Cristo mismo sabe de que de estas cosas tenemos necesidad, y aún así, teniendo necesidad de estas, nos dijo que sigue siendo más importante el reino de Dios y su justicia, que todas aquellas cosas juntas, y que Dios, que nos quiere bendecir y hacer cosas gloriosas entre y con nosotros, nos suplirá de todo a su debido tiempo. Por lo tanto, aunque logremos todo lo que anhelamos en la tierra como fruto de nuestro trabajo, si no vivimos en santidad, no podremos ver a Dios (Hebreos 12:14), por que sin su santidad es completamente imposible acercarse al Dios que es pura santidad.
¿Podrá un pastor o una oveja cuya prioridad en la vida es el dinero vivir en santidad? Pues claro que no, por que no se puede servir a dos Dioses, o se sirve a Cristo buscando su reino y su justicia, o se sirve a Mammon invirtiendo tiempo, mente, corazón, familia, ministerio, llamado, vida y finalmente alma, por lograr todo lo que este nefasto y asqueroso dios puede dar.
Los cristianos que no viven en santidad, viven igual que el mundo, se deleitan con las asquerosidades del mundo, y se enlodan con las putrefacciones de él, y así como el mundo aún existe tan solo por la misericordia de Dios, así también ellos solo logran ver eso, las migajas que caen de la mesa del Dios vivo.
Sin embargo, el cristianos que ha desechado todo en su vida por ganar a Cristo, se ha sentado a la mesa de donde caen las migajas, y lucha con fervor contra el pecado del mundo y contra el pecado que vive en el mismo, se guarda en completa santidad, pues en ese cristiano, que ya no es solo un creyente, sino que ahora es un discípulo, el Dios vivo hará maravillas en su vida, verá más que tan solo la misericordia de Dios, vera su gloria, vivirá en lo sobrenatural, caminara sobre las aguas, comerá y dará de comer a cinco mil hombres, naufragara mas no se ahogara, lo morderán las serpientes mas no morirá, lo apedrearan hasta casi matarlo, mas se volverá a levantar, y trataran de aplacar su fervor por lo santo con tentaciones mundanas, mas la gloria de Dios lo sostendrá y lo guarda sin caída… por eso Dios quiere santidad de ti, para eso te insiste que te consagres a él, por ello te exige que dejes al mundo y los deleites que este ofrece, por que el anhela con todo su ser, no darte tan solo parte de la misericordia que le reparte al mundo, sino que hacer verdaderas maravillas en ti, mostrar toda la magnitud de su preciosa gloria, tal y como lo hizo con su hijo Jesucristo, la imagen y altura a la cual estamos llamados a llegar.
Gálatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí…
Dios te bendiga.
Profeta de Dios
¡¡¡No son mis carencias, sino mis decisiones!!!
Génesis 2:16-17 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: “De todo árbol del huerto podrás comer; 17 pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comas, ciertamente morirás".
El mundo tal y como lo conocemos hoy, no es ni el mínimo reflejo del proyecto inicial que Dios tenia para la raza humana. Aquel plan era esencialmente maravilloso, un mundo con hermosos parajes, con una aire completamente libre de toda contaminación, con un sol radiante que no provocaba cáncer, con una provisión abundante de comida, con ríos y mares de aguas preciosamente cristalinas, con mañanas calidas y tardes tibias, en fin, una naturaleza perfectamente perfecta (valga la redundancia) para vivir sin ninguna dificultad.
Una vez creado el mundo y toda la naturaleza ya expuesta (y más) a Dios todopoderoso le plació crear al único ser del cual tenemos conocimiento, fue hecho a SU IMAGEN Y SEMEJANZA, El Hombre. Dios no tenia que crear al hombre, a Dios le plació crear al hombre, y lo hizo con una finalidad descrita en el génesis:
Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra y sometedla (Génesis 1:28) y el Señor dio esta orden solo después haberlo Bendecido. Que increíble y maravilloza creación, a Dios le plació crear a un ser a su imagen y semejanza, y luego lo bendijo y le proveyó de todo para que viviese en un lugar paradisiaco. Muchas veces hemos pensado que el trabajo es una maldición, pero ciertamente el hombre trabajó desde antes de la caída, y su trabajo fue nombrar cada uno de los animales que Dios había creado, labrar y cuidar el huerto del edén.
Que maravilla, Dios primero crea un mundo perfecto, luego crea al hombre y le ordena fructificar, y para ello le da una hermosa mujer, creada de la misma mano de Dios, luego le pone en un precioso huerto para que lo labre y viva en paz junto a su ayuda idónea, esto es nada más que simplemente algo increíble de imaginar y que a cada uno de nosotros nos cuesta creer, ¿Cómo es posible tanta maravilla?. Dios no solo le confío sus bienes creados en mayordomía a Adán, para que los bien administrara, y disfrutara de ellos, sino que también le otorgo un mandato, una orden que Adán debía cumplir (Génesis 2:16-17 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: “De todo árbol del huerto podrás comer; 17 pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comas, ciertamente morirás".), este era un mandamiento que tenia una condena al no cumplirse, LA MUERTE, y si bien Adán no conocía tal cosa, debió tener fe en su Padre creador y obedecer el mandato dado.
Dios se preocupó de que Adán tuviese todo lo que un hombre pudiese desear, tenia vida, tenia una bella y amante esposa, tenia un excelente trabajo, tenia la confianza de su Padre y Creador, tenia un hogar en medio del huerto del edén, y tenia lo que mucho de nosotros desearíamos con esa misma constancia, una plena comunión con Dios.
Ahora bien, entendiendo la plenitud de vida que tenía el primer hombre, ¿Cómo es posible que teniendolo todo aún así haya desobedecido el único gran mandato de Dios?
Pues después de mucho analizar esta pregunta, la única respuesta que queda, es que él tomo su propia decisión.
Adán no carecía de nada, el tenia todo lo que un hombre pudiese querer, sin embargo, la necedad de tomar una decisión fuera del mandato de Dios, tuvo como consecuencia que hoy él este muerto y cada uno de nosotros como resultado tengamos que morir. Que nefasto, ¡¡Si tan solo hubiese obedecido a Dios!!
Muchos de nosotros hemos dicho un par de veces ¡¡Si tan solo tuviera esto o lo otro, seguro que no pecaría!!
Adán lo tuvo todo, cualquier hombre en su lugar se hubiera sentido completo, pero he aprendido una frase clave para crecer en la vida en Cristo y es ¡¡EL PROBLEMA NO SON MIS CARENCIAS, SINO MIS DESICIONES!!
Estas son palabras simples, pero increíblemente profundas, y creo que esto describe la caída del primer hombre.
Demasiadas veces nosotros hemos querido tener las circunstancias plenas para vivir en santidad, el momento preciso para hacer lo correcto, y el lugar exacto para hacer la voluntad de Dios, sin embargo, el génesis nos demuestra que no importa cuanto tengamos a nuestro favor, nuestro futuro material y espiritual no depende de las circunstancias ni de nuestro entorno, sino simplemente de NUESTRAS DESICIONES.
No podemos esperar estar en el cielo para adorar a Dios, debemos adorar a Dios hoy y ahora, no podemos esperar vivir en un mundo lleno de normas rígidas morales para vivir en santidad, no podemos esperar a tener una buena iglesia para congregarnos, no podemos esperar tener un buen pastor para sentirnos motivados a servir a Dios, no podemos esperar que nuestras familias se conviertan para amarlas y ser cristianos dentro del hogar, no podemos esperar a llegar al cielo para vivir la vida que Dios quiere que vivamos aquí en la tierra.
Dios anhela que su plan se cumpla en nosotros, y si bien la naturaleza caída radica en nosotros, es nuestro deber despojarnos del viejo hombre (que es a la imagen del diablo) y vestirnos del nuevo (que es la imagen de Dios) (Efesios 4:22-24) y con ello, en medio de circunstancias adversas, decirle al mundo que no importa que nademos contra la corriente, que no importa que en este mundo tengamos aflicción, lo único que importa que el segundo Adán, el hijo de Dios, nuestro salvador, ha vencido al mundo por nosotros, y que en él somos más que vencedores.
Dios te bendiga.
Profeta de Dios
¿Somos verdaderamente libres?
Juan 8:33 Jesús les respondió:
--De cierto, de cierto os digo que todo aquel que practica el pecado, esclavo es del pecado.
Libertad es una palabra muy usada en todo el mundo, muchos han luchado y muerto tratando de obtenerla, esta en la boca de cada adolescente que la anhela de parte sus padres, es parte del fundamento de casi todas las ideologías que el hombre ha creado.
Estuvo negada para los hombres de raza negra durante siglos, y se les arrebató a muchos indígenas sudamericanos durante la conquista. Es el sueño de todo convicto mientras divisa los barrotes de su celda, y es la frustración que se ve en los ojos de una fiera apresada en su jaula. En fin, la libertad es el anhelo que esta intrínsico en el corazón de cada de ser viviente, es parte de la naturaleza que Dios puso en Adán cuando lo creo, cuando Dios quiso que el viviera en la verdadera libertad.
El hombre caído (sin Cristo) anhela libertad, y la misma naturaleza caída a corrompido (entre otros) el concepto de libertad, y lo ha vuelto en un sinónimo de libertinaje, la libertad para un adolescente consiste en que sus padres le den permiso para fumar, o enfiestarse con sus “amigos”, consiste en que la policía le permitan fumar marihuana sin restricciones en una plaza, en embriagarse hasta la intoxicación cada fin de semana, en tener relaciones sexuales con la primera chica que se les cruza por delante, asimismo la libertad para un hombre mayor, consiste en que su esposa lo deje mirar a destajo pornografía en la tv de su habitación, en que le permita gastarse una importante suma de su sueldo junto a sus amigos bebiendo cerveza, en que le permita llegar ebrio cada fin de semana y no le reclame nada, en que ojala su esposa se vaya todo el verano junto a sus hijos a visitar a sus abuelos mientras él tiene total “libertad” para gozar de su aventura de verano… en fin, la libertad tiene hoy un matiz totalmente distinto al concepto al verdadero concepto que Dios le dio a la libertad.
El hombre actual cree que su libertad consiste en pecar a destajo y deliberadamente, sin nada que le ponga freno a su concupiscencia, es por ello que escuchar al Dios que dice NO al pecado, le molesta, incluso hay personas que hasta su conciencia se les ha sido cauterizada por causa de su intensa búsqueda de vivir sin Dios y sin Ley.
La necedad de la humanidad mezclada con la constante mentira del diablo, han hecho creer a todo el mundo la nefasta falacia de que viven en libertad.
Todo hombre ha pecado en Adán, y esa es una maldición que desgraciadamente todo humano a heredado, y todos pueden decir, ¿pero por que debo pagar yo los pecados de un solo hombre? Pues no debemos olvidar que no solo existe el pecado original y hereditario en nosotros, sino también, el pecado que proviene de nuestras propias malas decisiones, y de ese ya no es culpable Adán, y por lo tanto aunque no tuviésemos la naturaleza caída, existen muchos pecados que nosotros hemos cometido deliberadamente, y que concientemente nos hemos deleitado en ellos, y estoy seguro que en todos ellos hemos tenido la posibilidad de no caer, sin embargo, en el libre uso de nuestra “libertad personal” hemos escogido voluntariamente pecar.
Ahora bien, no podemos negar nuestra tendencia constante a la maldad, nadie podría ser tan osado en esta tierra y diga que jamás ha pecado, pues esa tendencia es la naturaleza adánica en nosotros, de alguna u otra forma, a pesar de que siempre hemos podido escoger no pecar, casi siempre escogemos pecar, por que así como Adán quedo a expensas de sus propias pasiones cuando peco en el edén, así nosotros por la herencia que nos delego, también estamos a expensas de nuestras propias pasiones y deseos engañosos.
Entonces ¿no podemos decirle no al mentir, fornicar o adulterar? Acaso ¿no podemos decirle no a mirar pornografía, o codiciar a la mujer de otro? ¿No podemos no envidiar la prosperidad de nuestro prójimo? Pues fuimos creados con un libre albedrío, y en virtud de eso siempre tenemos la posibilidad de escoger no pecar, sin embargo, por nuestra naturaleza caía, carnal, sujeta a pasiones, pues aunque algunas veces queremos y decidimos, no envidiar, no mentir, no codiciar, así también otras muchas más veces aunque no queremos caer en la tentación, caemos, pecamos y nos deleitamos en el pecado. Entonces, ¿no podemos decir no al pecado? Pues aunque no lo queramos, por la maldad que hay en nosotros, a pesar de que tenemos la oportunidad de escoger, no contamos con el poder para negarnos a pecar, y por lo tanto, si practicamos el pecado somos cautivos del pecado. Al igual que un preso anhela con todo su corazón salir y vivir en libertad, por más anhelo que tenga, no puede ser libre, por que la cárcel le ha negado ese derecho, de la misma manera aunque el mundo crea y anhele vivir en libertad, más aún este convencido de que la vive, pues la celda del pecado no se lo permite, sino que vive un espejismo demoniaco que no lo deja ver que la supuesta “libertad” de hacer lo que sus pasiones carnales le designan, no es otra cosa que una gran prisión, que le sirve de sala de espera mientras se dicta la sentencia definitiva que lanzara a todos aquellos que se juran libres, hacia el mismo infierno.
Lo terrible de todo esto, además de que muchos mundanos pueden divisar la libertad de sus pecados en Cristo y no toman la decisión de seguirle, es que muchos “cristianos” hoy, en este preciso momento están practicando el pecado, creyendo a ojos cerrados que viven en libertad, muchos jóvenes que hoy asisten a las iglesias, que van a los cultos de jóvenes y saltan y “se gozan” en el Señor, al salir de la reunión van corriendo a sus casas a encerrarse en sus recamaras para pecar deliberadamente, o a juntarse con sus “amigos” a disfrutar de su juventud, y no solo los jóvenes, sino que muchos “cristianos” que llevan tiempo en el evangelio, dentro de los templos son personas muy amables, santas y devotas a Cristo, pero no hacen más que llegar a sus hogares a prender su televisor para “gozar de su libertad” mirando porquería, maridos que en la iglesia levantan sus manos dando gloria a Dios, y en sus casas levantan sus manos y su voz golpeando e insultando a sus esposas, o mujeres que con sus ojos llenos de lagrimas en medio de las alabanzas adoran al Dios vivo, y saliendo del culto con esos mismo ojos codician a los galanes de las teleseries… Hipócritas los llamo Cristo, es como que no supiéramos que el ojo de Jehová mira toda la tierra y ve que dentro de las cuatro paredes del templo adoramos a Dios libremente, pero saliendo de ellas, nos hacemos presos del pecado que el mundo no ofrece como deleite.
Juan 8:31 dice: y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres… el hecho de que sepamos de que solo con Cristo somos libres es la verdad más relevante del mundo, sin embargo, si aún sabiendo esa tan importante verdad, aún decidimos vivir hipócritamente, justificándonos a nosotros mismos y a nuestras debilidades, aludiendo a una falsa gracia que cubre pecados no confesados ni arrepentidos, no importa que digas ser cristiano si en el fondo de tu corazón, sabes que aún eres preso del pecado.
El mundo esta cautivo, no tiene ni la fuerza ni la autoridad para decirle un DRASTICO NO al pecado, sin embargo, quienes hemos nacido de nuevo, hemos nacido del Espíritu de Dios, y quien es nacido de Dios, no practica el pecado (1° de Juan 3:09). Y ¿Por qué no practica el pecado? Pues por que el Espíritu de Dios que vive en él, le da la fuerza, poder y autoridad para vencer al pecado.
Cristo con su sangre pago el precio de nuestra salvación y venció al pecado que habita en nosotros, en él tenemos autoridad para decirle no a nuestro instinto pecaminoso, Romanos 6:14 dice el pecado no se enseñoreara de vosotros… es decir, ahora los que estamos en Cristo ya no tenemos que obedecer al pecado, sin embargo, y lastimosa y tristemente lo digo, muchos de los que hoy leen esto, se molestarán con esta verdad, por que saben que eso es, LA VERDAD, y que aunque se autoproclaman libres, mientras practiquen deliberadamente el pecado, pudiendo decirle NO, entonces son, y seguirán siendo mientras no se arrepientan de corazón, EXCLAVOS Y PRESOS DEL PECADO.
Juan 8:36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. ¿Puedes decir en tu corazón que el hijo verdaderamente te ha libertado? Si la respuesta es si, entonces ¿vivirás preso de tu concupiscencia, o libre en santidad?
Dios te bendiga
Profeta de Dios.
Dando solo lo suficiente
Juan 15:13 Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.
En la mayoría de las culturas latinoamericanas, los empleados ya sean del sector publico o privado, tenemos la costumbre de trabajar alrededor de 9 horas diarias, y si mi memoria no me falla, estudios dicen que de esas 9 horas se trabajan aproximadamente 4 o 5, es decir, volcamos nuestro “esfuerzo” solamente durante 5 horas diarias para realizar aquello por lo cual nos pagan 9 horas, si nos pagan bien o mal no importa, lo trascendental es que nos pagan por realizar una actividad durante 9 horas, y nosotros, conciente o inconscientemente trabajamos solo 5 horas. En conclusión, por aquello que percibimos una remuneración, no hacemos más que simplemente lo suficiente, es nuestra mentalidad diría un chileno, es el sistema el malo diría un argentino, es producto de la discriminación diría un peruano, pero no importando cual fuera la verdadera razón por la cual no hacemos más que lo suficiente, debemos reconocer que a pesar de que nos pagan por desempeñar una labor de manera completa, solo la realizamos mediocremente.
Por desgracia, el ser humano, a pesar de que ha conocido a Cristo (ahora hablo a los cristianos solamente) por no haber renovado el espíritu de su mente (efesios 4:23) sigue dando solo lo suficiente para no ser desechado, y no me refiero tan solo al trabajo, sino aún en un área mucho más importante, la espiritual.
La realidad de la iglesia en Chile, y me atrevo osadamente a decirlo, la realidad de la iglesia en Latinoamérica y el mundo entero, es que teniendo un Dios todopoderoso, no hemos experimentado ni la mitad del poder que Dios le quiere dar a su iglesia. Ahora bien ¿Por qué aún no hemos experimentado el poder de Dios a cabalidad? Pues la respuesta es simple, por que solo entregamos lo suficiente. No conozco cristiano el cual no desearía tener la autoridad del Apóstol Pedro, al sanar enfermos con su sombra, pero sin embargo, aquel deseo solo se queda en eso, un lejano deseo, ya que para obtener esa plenitud y autoridad del Espíritu, se necesita entregar mucho más que lo suficiente.
¿Oramos? Claro que lo hacemos, pero estoy seguro que solo un par de segundos antes de comer, ¿ayunamos? Claro, pero solo 3 o 4 veces al año, ¿nos congregamos? Pero por supuesto, siempre que ese día no juegue mi equipo favorito de futbol, o no sea el final de la teleserie, o no llueva, o no haga demasiado calor. No es raro que el hecho de anhelar tener el poder y la autoridad de Dios, se quede solo en un simple anhelo, si somos tan miserables para entregarle tiempo a Dios, no podemos exigir que Dios nos delegue su poder, seria el equivalente a que el dueño de una empresa le entregara la gerencia al trabajador más ocioso de su planta. Jesús dijo que entregaría su vida y la entrego, con el fin de que muchos fuéramos salvos por su sacrificio, y claro esta que ningún merito en esta tierra por nuestra parte, podría darnos acceso ni a un solo milímetro del reino celestial, solo la sangre de Cristo en la cruz del calvario puede comprar nuestro pasaje a la eternidad, pero, esto no justifica que tengamos mediocres vidas espirituales. Jesús lo entrego todo, sin embargo, ¿Cuánto hemos entregado nosotros? Jesús entrego su vida por nosotros, para comprarnos una salvación que nada en la tierra nos podría comprar, sin embargo ¿le hemos regalado nosotros nuestra vida a Cristo, en gratitud por su sacrificio?, muchos dirán, !!!Pues claro que si, si yo acepte a Cristo como el Señor de mi vida¡¡¡, entonces, si hemos entendido que el lo dio todo por nosotros, los horrendos pecadores, ¿Por qué tan solo damos lo suficiente? ¿Acaso su sangre no vale una mayor comunión con él? ¿acaso su sacrificio fue de broma, que ayunar para buscar su rostro, es impensable para mi?.
Decimos, Jesús es el Señor de mi vida, pero todas nuestras decisiones, desde las más insignificantes hasta las más trascendentales, nunca son expuestas a él para que emita su opinión. Le predicamos a la gente sobre un Cristo que cambia vidas, y sin embargo, la santidad que el mundo no puede vivir, nosotros, que “supuestamente” tenemos al Espíritu Santo en nuestros corazones, tampoco la vivimos.
El mundo sigue viviendo en su inmundicia, por que nosotros, los que deberíamos mostrar algo distinto, somos tan mediocres en vivir para Cristo, que más nos parecemos al mundo que Cristo venció, que al Cristo que venció al mundo.
Si tan solo no diéramos lo suficiente, quizás esas lámparas que un día escondimos en un almúd, brillarían como es debido, si tan solo no diéramos lo suficiente, nuestros familiares que no se han entregado a Cristo, verían que Cristo realmente puede cambiar vidas, si tan solo dejásemos de dar lo suficiente, y definitivamente venciéramos al miserable viejo hombre que hay en nosotros, el mundo perdido vería que realmente hay salvación y vida eterna en Jesús.
Efesios 3:20 dice: Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros… Dios siempre nos da más que lo suficiente, y quizás nosotros por nuestra limitada naturaleza podemos poner excusas para dar no dar más de nosotros mismos a Dios, sin embargo, si el llamado no fuera a la santidad, sino al pecar, y no a dar luz, sino tinieblas, y no a tener una comunión con Cristo, sino a ser amigo del mundo, entonces estoy seguro que ahí si nos ensuciaríamos más que lo suficiente, ahí si que abría tiempo para pecar, en esa circunstancia si que podríamos esforzarnos un poco más.
Somos hipócritas, por que sabemos que podemos dar mucho más que lo suficiente, y sin embargo, nos limitamos a nosotros mismos por causa de que no hemos querido renovar nuestro entendimiento, y comprender que cuando Dios pide más de nosotros, es por que mucho más de él se quiere reflejar en nosotros.
No hay mayor contentamiento en la vida del hombre, que el saber que a pesar de todas las dificultades, hemos dado el todo de nosotros por lograr llegar a la meta.
¿y tu, estas dispuesto a dar más que lo suficiente?
Dios te bendiga hoy.
Profeta de Dios.
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