5 mar 2010 |

El remeson del Espíritu Santo


Hechos 1:4 Y estando juntos, les ordenó: --No salgáis de Jerusalén, sino esperad la promesa del Padre, la cual oísteis de mí, 5 porque Juan ciertamente bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.

Esta última semana ha sido muy perpleja para todos los chilenos, hemos sido literalmente sacudidos por la tierra y nuestros conceptos sobre la vida, el futuro e incluso Dios, pueden también haber sido removidos. Muchos que habiendo conocido a Cristo y su amor, quizás este remeson les ha hecho recordarse de quien es aquel que da y sostiene la vida. Las imágenes de nuestros compatriotas y hermanos del sur nos quebrantan al darnos cuenta de lo desastroso que les resulto el terremoto, y muchos de los que por gracia no sufrimos tanto, nos dimos cuenta como todos nuestros proyectos y perspectivas de vida, pueden cambiar en tan solo 3 minutos.

Somos una nación en crisis, más que nunca necesitamos algo a que aferrarnos, algo que nos sostenga dándonos esperanza, necesitamos una solides donde pararnos para poder mirar con perspectiva hacia el futuro y darle verdadera importancia a aquello que realmente la tiene… la vida.

Hay voces que se levantaron el 2009 diciendo que esto ocurriría, de hecho existe una grabación de un pastor norteamericano que enviado por Dios a Chile, que vaticino el desastre ocurrido la madrugada de este sábado, desgraciadamente, ninguno de los que debíamos haberle creído lo hizo. Y no solo debimos haber creído para orar al respecto, sino para trasmitir el mensaje a todo Chile, y prevenir a nuestros hermanos en la fe, de los cuales hoy muchos han quedado literalmente con lo puesto, e incluso algunos ya han partido a los brazos de nuestro Padre.

Estamos en crisis, eso es totalmente innegable, estamos viviendo algo que jamás pensamos vivir, vemos un país que a pesar de los esfuerzos por logar el control de parte del gobierno, aún se encuentra critico en su gran mayoría, pues esta crisis y el sentimiento de incertidumbre que todos hemos sentido, me recuerda un poco a lo que se me imagina sintieron los once apóstoles luego de la muerte de su Señor. Sin duda Cristo se los advirtió, pero ellos estaban tan engolosinados por la figura del Señor, que no le dieron más asunto a las advertencias, de igual forma Cristo nos advirtió, pero nosotros estábamos tan engolosinados con lo que creímos era la gracia de Dios que tampoco le dimos asunto. La noche antes de que Cristo fuera apresado, el Señor se sentía en suma angustia por que sabia que su hora estaba cerca, no debemos olvidar que el era y es Dios, pero en aquel momento todo el poder de su deidad el mismo se la había despojado con el fin de vivir solo de lo que el Padre le daba para vivir, y por ende, así como era perfectamente Dios, también era perfectamente humano, semejante a cualquier hombre, pero sin pecado. El sufrió esa noche, y les pidió ayuda en oración a sus discípulos más cercanos, Juan, Pedro y Jacobo, sin embargo, lo que recibió de ellos fue somnolencia y bostezos.
Cuando ha ocurrido el terremoto, la mayoría de los chilenos, cristianos y no cristianos estábamos bostezando, lo triste es que no solo por la hora, que era hora de dormir, sino que a pesar de las advertencias a las cuales no les dimos importancias, estábamos bostezando espiritualmente también, cabeceando hasta dormir como una virgen insensata, y de un derepente, todos nuestros proyectos que teníamos perfectamente planeados se fueron a tierra, ¿Por qué? Por que fuimos advertidos a velar y orar, sin embargo, nos auto dimos vacaciones y preferimos dormir.

Luego de eso, los apóstoles quedaron perplejos, a pesar de que ellos sabían que Jesús resucitaría, nadie creía que eso pasaría, ¡¡que falta de fe, verdad!!,pues ¿cuantos de nosotros nos vimos sin fe, en medio del remeson causado por el terremoto?. Gracias al cielo, en medio de esa perplejidad, nuestro Señor, que nunca miente, que ni una de sus palabras cae a tierra, RESUCITO, y a pesar de que sus discípulos habían cometido el error de no seguir las advertencias que el mismo había dejado, el los vuelve a tomar y les restaura, ¡¡que bueno es el Señor!!.
Mas esta vez, ellos entienden y creen a aquel que tuvo el poder para vencer a la muerte, y reciben el último mandato antes de ver a su Señor desaparecer en el cielo… PERMANECED EN JERUSALEM, esto parece solo una orden simple, pero al decir eso, Cristo no solo estaba hablando de permanecer en un lugar físico, sino de lo que implicaba Jerusalén en si. Jerusalén significa Ciudad de Paz, y PAZ fue justamente lo que les falto a los discípulos la primera vez que su Señor se separo de ellos, mas ahora ellos habían entendido que la gran promesa del avivamiento se iba a cumplir, quizás no comprendían que iba a suceder, pero si sabían que ninguna de las promesas de su Señor caía en tierra. Ahora bien, Jerusalén es la ciudad de la paz, por que es la ciudad de Dios, es el único lugar en la tierra donde a Dios le ha placido vivir dentro de un templo, por ello el quedarse en Jerusalén no solo implicaba tener paz en la espera, sino también tener una búsqueda constante y permanente del rostro de Dios, ¿y como se hacia esa búsqueda? En ORACIÒN, si lo más importante de la ciudad Santa es el templo, es por que permanecer en Jerusalén esperando en paz, es también una búsqueda de oración constante. Jesús les advirtió a Juan, Pedro y Jacobo que oraran y velaran en el Getsemani, para estar firmes en la esperanza de su resurrección, de la misma forma les vuelve a pedir que esperen en paz y con mucha oración, la visita del precioso Espíritu Santo. Eso es lo que Dios nos esta pidiendo hoy, se nos vaticino a los cristianos de Chile que el remeson venia (tal y como a los apóstoles la muerte y resurrección de Cristo) sin embargo, hemos dormido y el terremoto nos pillo haciendo eso durmiendo (proféticamente hablando), más eso era solo una advertencia, ese remeson es solo el comienzo del gran y ultimo avivamiento en Latinoamérica, que creo profundamente tendrá su origen en el ultimo país de este mundo, Chile.

Todos sabemos que la visitación del Espíritu esta a las puertas, sin embargo, el remeson aún nos tiene con miedo, cuando Cristo mismo nos dice, “esperen en la Ciudad de Paz, velen y oren”, ¡¡Gloria al Señor!!, este terremoto que mal usado por el diablo quiere descontrolarnos, bien usado por Dios quiere despertarnos, no hemos velado ni orado una ora al Señor, no hemos buscado su precedencia como el se lo merece, no nos congregamos lo suficiente, ni le hemos preferido a él por sobre todas las cosas, en el fondo, a pesar del remeson que es un aviso para el pueblo cristiano Chileno, aún no creemos que sea verdad eso del avivamiento, y decidimos dormir.

Hoy te desafío a ti, si a ti que has leído hasta aquí, a que le creas al Señor, que confíes que ninguna de sus palabras cae a tierra, que Chile será el recipiente del ultimo avivamiento para Latinoamérica y quizás para el mundo entero, pero debemos comprender que el remeson es una advertencia a darle mayor énfasis a la oración y a la búsqueda de aquello que vale la pena por que vivir y por que morir, una búsqueda de Cristo.

El avivamiento no es un montón de manifestaciones locas y desordenadas, tendrá manifestaciones, no locas sino más cuerdas y razonables que cualquier cosa, y serán en orden como Dios mismo es ordenado, pero eso será lo colateral de la visitación del Espíritu Santo, el origen y el epicentro de este mover precioso, será el corazón del hombre realmente contrito y humillado ante su Dios. Dios viene por una iglesia sin mancha ni arruga, y el mismo la limpiara através de su palabra y con su sangre, y esa limpieza implica separar a la novia de Cristo, del mundo, de la carne y del diablo, si la esposa de Cristo no esta en esa condición, no es digna de su Señor, y eso es lo que quiere de ti y de mi nuestro salvador, que la basura del mundo, las malas palabras, la televisión promiscua y promovedora de lo carnal, salga definitivamente de nosotros su iglesia, la que debe ser luz a las naciones, Cristo anhela que no sea la carne lo que nos motive día a día a vivir, sino su precioso Espíritu Santo, y que el diablo ya no tenga más influencia en nuestras reacciones y decisiones, sino que cada sueño, anhelo y esperanza de nuestro corazón, estén puestas solo en aquel que tiene la capacidad para llevarnos al cielo.

El avivamiento viene, lo creamos o no, creas en el rapto o no lo creas, nadie puede negar que Dios esta preparando algo grande, Dios piso esta tierra con poder y esta se remeció, y estoy seguro que la volverá a pisar, pero ya no solo con su poder para remecerlo todo, sino también con la potencia de su Espíritu para presentarnos a su hijo, nuestro esposo, como una iglesia Santa, sin mancha ni arruga. Esta visitación nos guiara a la santidad, al vivir humillados delante de nuestro Dios, a ser sometidos como una mujer virtuosa a nuestro esposo, a ser blancos y resplandecientes por causa de nuestra constante búsqueda de las cosas de arriba y no las de la tierra.

Pero, ¿quienes fueron los que recibieron el Espíritu Santo en Pentecostés? ¿Fue todo el pueblo? ¿Fueron todos los discípulos? La biblia habla de que Cristo resucitado se apareció a quinientas personas a la vez, mas los que decidieron esperar al Espíritu Santo en el aposento alto, solo fueron ciento veinte, el remanente de Dios, esa minoría decidió creer que la promesa se cumpliría, y decidieron aprender de la lección que les dejo el primer remeson.
El Espíritu Santo viene con su ultimo avivamiento, eso nadie lo puede negar, la pregunta es ¿velaras junto a los pocos que realmente lo creen? O ¿serás contado entre los incrédulos? Piénsalo, muchos no creímos a la palabra de que vendría un terremoto a Chile, y aquí estamos, con catástrofe nacional, ahora ¿creerás que el Espíritu Santo viene en camino? Si tu respuesta es ¡¡Amen!! Pues no esperes más, ponte a ORAR.

Dios te bendiga,

Profeta de Dios.