9 mar 2010 |

¿Qué más estas esperando?


Mateo 25:14 "El reino de los cielos es como un hombre que, yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. 15 A uno dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos… …Mateo 24 Pero acercándose también el que había recibido un talento, dijo: "Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste; 25 por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo". 26 Respondiendo su señor, le dijo:"Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré y que recojo donde no esparcí… …Mateo 25:28 Quitadle, pues, el talento y dadlo al que tiene diez talentos, 29 porque al que tiene, le será dado y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.

La parábola de los talentos la hemos oído muchas veces, y considero a mi estricto punto de vista que es la parábola más ilustrativa respecto a como vivir la vida cristiana. En un principio deja muy claro que un Señor llama a sus siervos y les entrega una responsabilidad, y que al cabo de un tiempo, vuelve el Señor y pide a sus siervos que rindan cuenta respecto de lo que su Señor les entrego, esto refleja claramente la misión que cada hijo de Dios tiene. Somos llamados a esta preciosa salvación, se nos entrega la responsabilidad de cuidar la vida eterna que Dios nos dio y de vivir en el angosto camino del evangelio por que un día, como dice el Apóstol Pablo a los Corintios, “Rendiremos cuentas a nuestro Señor”: 2° Corintios 5:10 porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.

Esta parábola también nos deja un principio bíblico para vivir haciendo la voluntad de Dios, es así como cada día es una responsabilidad para ti y para mi, no para el mundano que no conoce a Cristo, sino para quienes hemos sido llamados a salvación, a quienes se nos ha entregado parte de los bienes espirituales que son de nuestro Señor, y que el nos ha confiado para que administremos responsablemente en esta tierra. La vida en si es un préstamo, y de cada segundo que vivamos y de la manera en que la vivamos, daremos cuentas al Dios todopoderoso, de cómo administramos el tiempo, el aire, el dinero, e incluso la misma escritura nos declara que Dios esta tan pendiente de los bienes que nos encargo, que hasta de cada palabra ociosa que sale de nuestra boca deberemos rendir cuentas él (Mateo 12:36).


Dios le ha otorgado muchos de sus bienes a la iglesia, nos ha dado de su precioso Espíritu Santo, de sus bellas y deleitables manifestaciones, de su paz que sobre pasa todo entendimiento, tenemos por la muerte de Jesucristo, la potestad de ser llamados hijos de Dios y esa potestad es el poder que nos libra del poder de las tinieblas que se ejerce en este mundo, en fin, la iglesia de Cristo tiene una infinidad de beneficios otorgados por Dios.

El un día nos llamo a un lado, nos aparto del mundo y nos dijo ¡¡TOMEN HIJOS MIOS, HAY TIENEN PARTE DE MIS BIENES CELESTIALES!!, es así como en parte conocemos y en parte profetizamos (1° Corintios 13.09), por que en parte se nos ha entregado como préstamo, bienes celestiales que de otra forma no hubiésemos podido gozar.

Que gratificante es saber que el ser llamado hijo de Dios nos da la oportunidad de poder gozar de beneficios que el mundo no puede disfrutar, solo piensen cuantas veces han llegado agobiados a un culto y el Espíritu Santo les ha ministrado paz y gozo en la oración, la alabanza y/o la palabra, eso es un beneficio del cual solo un hijo del Dios viviente puede gozar.

Ahora bien, como en todas las cosas, los privilegios siempre traen consigo una responsabilidad, y mientras más grande es el privilegio, más grande también la responsabilidad, es así como la presidenta de Chile tiene el privilegio de pasar a la historia como la primera presidenta de Chile, y gozar de los beneficios monetarios y morales que significa ser mandataria de un país, pero así mismo junto a este gran privilegio y honor, la presidenta no se puede dar el lujo de tan solo ver por televisión el desastre en el que se encuentra sector sur de nuestro país (como lo hacemos el resto de los chilenos), aprovechándose de sus beneficios como mandataria. Ella debe estar presente en el lugar del caos, dar la cara como autoridad y disponer de todos los recursos que tenga para ayudar los compatriotas del sur.

Es así como cada hijo de Dios, cada cristiano de este país y del mundo entero, no solo tiene el privilegio de gozar de la potestad de ser llamado hijo de Dios, sino también tiene la responsabilidad de dejar el nombre de Cristo en alto con sus actitudes y obras.

Es un privilegio ser un hijo del Dios vivo, ser llamado cristiano libremente en este país no tiene precio, o más bien si lo tuvo, la libertad de poder llamarse cristiano sin que nadie te golpee o que te cueste la vida, si le costo la vida a muchos hermanos en la fe durante muchas épocas de la historia de la humanidad. Todos esos mártires, empezando por Esteban, pagaron el precio de ser un verdadero cristiano, sin duda Esteban disfruto del primer avivamiento del mundo, junto a todos los apóstoles, pero también asumió la responsabilidad de vivir la verdad que profesaba.

Esta pronosticado para este país un avivamiento, quizás el último antes de la venida de Cristo, y si bien ese avivamiento tendrá preciosas manifestaciones del Espíritu Santo, el énfasis y la medula de aquel avivamiento no radicara en lo vistoso de estas manifestaciones, sino, en lo secreto de un corazón contrito y humillado. Será un avivamiento de santidad, un mover del Espíritu de Santidad provocando santidad en la iglesia que hoy no vive en Santidad y que por ende no puede ver a Dios (Hebreos 12:14).

Ser hijo de Dios es un hermoso privilegio, pero junto con los beneficios de ser hijo de Dios, también existen responsabilidades que muchos hoy en la iglesia chilena no toman en cuenta. ¡¡Somos salvos por gracia, no por obras!! Dice la mayoría, y claro que esa es una gran verdad, no somos salvos por obras, sino que SOMOS SALVOS PARA BUENAS OBRAS, que Dios preparo de antemano para que anduviésemos en ellas, sin embargo, y con pena lo escribo, e visto más integridad y buenas obras en personas que no profesan ser hijos de Dios, que en los mal llamados hijos de Dios.

Los cristianos no solo tienen el poder de ser llamados hijos de Dios, sino también tiene la responsabilidad de ser siervos de Dios, nuestra vida fue comprada por sangre para que fuésemos libres del pecado, y esclavos para aquel que nos compro, siervos del Altísimo, para hacer su voluntad y no la nuestra, sin embargo, la iglesia de hoy se jacta de estar bien, pero en muchos aspecto no ha hecho otra cosa que esconder el talento bajo la tierra (el mundo) y no busca dirección en el Espíritu Santo.

La iglesia esta en una crisis de santidad, no se predica sobre que sin santidad nadie verá al Señor, y si alguien osa predicar algo semejante, la mayoría se bloquea ante esa verdad innegable, asumiendo una gracia inexistente que les cubrirá pecados no arrepentidos.

La parábola archiconocida de los talentos nos habla de tres tipos de siervos, los tres inútiles (Lucas 17:10), dos de ellos inútiles por hacer las cosas bien, y uno de ellos por no hacer nada bien. El avivamiento viene, lo creas o no, el avivamiento se acerca a pasos agigantados, el Señor volverá y llamara sus siervos (a sus iglesias en Chile) a rendir cuentas, y según el principio bíblico no serán premiados los que hicieron lo que a ellos les pareció correcto, sino que serán premiados con el doble de lo que hoy tienen, todos aquellos siervos de Dios (pastores y ovejas) que hicieron y que hacen hasta hoy, con los bienes de su Señor, como su Señor les dijo que hicieran, mas a aquel siervo (pastor y oveja) que por cualquier razón le esta dando prioridad al mundo y a la carne antes que al invertir lo que su Señor le entrego para invertir, pues ese siervo, aun lo que cree tener le será quitado.
A pesar de que muchas congregaciones hoy de alguna forma saben esta verdad, aún así sabiendo que su Señor volverá, no han estimado que enterrar el talento en la tierra no traerá ningún fruto al momento en que Dios pida cuentas de lo que el dejo, y eso le costara caro a aquel que sabiendo hacer el bien y no lo hace.

El bien más valioso que Dios le ha entregado a su iglesia, no son los templos ni la cantidad de miembros, es la SANTIDAD.
La santidad tiene un valor muy superior el lugar físico donde nos congreguemos, por que el ESPÍRITU DE SANTIDAD, no habita en templos hechos por manos de hombres, sino que habita en el corazón de los hombres, mas los hombres se preocupan más de la apariencia externa, de la cantidad de gente, de mantener entretenidos a los miembros de las iglesias para que no se vayan, en vez de provocarles a esos mismos miembros el vivir en santidad.

El Señor vendrá, primero con su avivamiento y luego con el rapto, y cuando eso pase les pedirá cuentas a todos los siervos que él un día llamo, y mirara el fruto de esos siervos (pastores y ovejas) y si ahora que muchos tienen por tardanza su venida, no están invirtiendo en el Reino de Dios (y no me refiero al dinero), en ese momento, lo que aún piensan que tienen, les será quitado y dado a aquellos siervos que si supieron invertir en hacer la voluntad de Dios.

Todo esto quiere decir, que si hoy tu estas más preocupado de hacer tu voluntad, y no de hacer la voluntad de Dios, de cumplir tus sueños y no de realizar los sueños de Dios, y de proveer para tus deleites carnales, en vez de sembrar para el Espíritu, ¿Por qué Dios debería derramar sobre ti el tan esperado avivamiento para Chile? Acaso no es la palabra de Dios la que dice que “Dios no puede ser burlado y que todo lo que el hombre sembrare, eso también cegara” (Gálatas 6:07) ¿Por qué entonces Dios tendría que derramar del Avivamiento del Espíritu de Santidad, sobre borrachos, adúlteros, fornicarios (de cuerpo y mente) sobre ociosos que pierden el tiempo, y sobre aquellos que prefieran las cosas del mundo a las cosas de Dios? Pues tu dirás ¡¡pero yo me congrego, yo tengo a Cristo en el corazón, yo no soy amigo del mundo!! ¿Tú crees que el congregarte es el único símbolo de vivir en santidad? Pues estoy seguro que hay miles de “cristianos” que no faltan a un culto y que sus vidas interiores son tan asquerosamente repugnantes que hasta la cloaca más putrefacta huele mejor que sus corazones, ¿tu tienes a Cristo en el corazón? ¿Pues entonces por que pasas más tiempo en la televisión, conversando con tus “amigos” ociosidades, o en cualquier otra tontera que pasando tiempo de calidad en oración? Tu dices que no eres amigo del mundo, sin embargo hablas como el mundo, te vistes como el mundo, piensas las inmundicias que el mundo piensa, vez la misma basura de televisión que el mundo ve, escuchas la misma música del mundo, tus relaciones interpersonales son idénticas a las del mundo, pololeas con un mundano (a), ¿y te llamas enemigo del mundo? Si eso es vivir en santidad, pues no me imagino que es vivir en la inmundicia.

Dios es Santo, y se toma enserio el sacrificio de su hijo, por lo tanto los planes que tiene respecto de lo que inmiscuye a su hijo son serios para él. La esposa de su hijo es santa, sin mancha ni arruga, por la sangre de su hijo por su puesto, pero es una novia que cuida la virtud de esa sangre guardándose en santidad, y sin duda alguna, si tu no te guardas en esa preciosa santidad, estas perdiendo el tiempo pensando en que Dios derramara de su Espíritu Santo sobre ti.

Este es un mensaje profético, no para los que no conocen de Cristo, sino para los que se autollaman cristianos, y es que si tu no sacas ya, ahora mismo ese talento de la tierra y lo inviertes en el Reino de Dios, cuando venga tu Señor a derramar esa bendición para sus escogidos, tu no serás parte de ese remanente. Necesitas hoy despertar, ponerte a cuenta con Dios mientras hay tiempo, por que pronto viene el Señor y pedirá el balance de tu vida, y si hasta hoy tu, tu vida y tus bienes son más importantes que Dios, aún lo que crees tener, se te será quitado y no tendrás parte en la gloriosa manifestación del Espíritu Santo en los últimos tiempos.

¿Dios es realmente más importante que cualquier cosa, incluyendo tu vida? Entonces inviértete en Cristo.

Dios te bendiga,

Profeta de Dios.