9 nov 2009 |

¿Qué tan malo puede ser lo bueno?



Apocalipsis 3:14 "Escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: "El Amén, el testigo fiel y verdadero, el Principio de la creación de Dios, dice esto: 15 "Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! 16 Pero por cuanto eres tibio y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. 17 Tú dices: Yo soy rico, me he enriquecido y de nada tengo necesidad. Pero no sabes que eres desventurado, miserable, pobre, ciego y estás desnudo. 18 Por tanto, yo te aconsejo que compres de mí oro refinado en el fuego para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, para que no se descubra la vergüenza de tu desnudez. Y unge tus ojos con colirio para que veas.

Desde que Cristo me salvo hasta ahora, me he dado cuenta de una ley del Reino de Dios que siempre se cumple lo queramos o no, y es que todo lo que el mundo entiende como bueno, casi nunca, por no decir jamás, es bueno en el Reino de Dios.
Ciertamente la misma biblia lo declara en Proverbios 14:12 Hay camino que al hombre le parece derecho, pero es camino que lleva a la muerte, esto quiere decir, que todo lo que a nuestros ojos se estiman como bueno, recto o prudente, no necesariamente es bueno recto o prudente delante de los ojos de Dios.
La iglesia de hoy, y no solo en Chile sino en todo el planeta, tiene dentro de sus estimaciones, cosas que al parecer son buenas, actividades que al ojo humano no van en contra de la voluntad de Dios, pensamientos y posturas modernas respecto de la palabra de Dios que no son para nada necesariamente el pensamiento más profundo del corazón de nuestro Dios.
Es así como estimamos que actividades pro-templo, como vender sopaipillas o completos, son bien vistas a los ojos del creador, nuestro pensamiento respecto a esto es “pero si en la biblia no dice que no podamos vender cosas, además no es con fines de lucro, es para el Señor”.
Ciertamente la biblia no habla directamente sobre vender algún producto, pero estimen que tampoco menciona la palabra trinidad, y ningún cristiano con sana doctrina podría decir que tal palabra no refleja con exactitud a nuestro Dios. De todas maneras, si bien la biblia no prohíbe el vender cosas con el fin de recolectar dinero para adquirir un templo, si analizamos la reacción de nuestro Salvador ante lo mercaderes del templo, ciertamente podríamos determinar, que así como de las tres divinas personas mencionadas como Dios en la biblia, se desprende trinidad, de la misma forma, de la reacción celosa de Cristo se desprende que el hecho de usar las congregaciones como salones de venta de comestibles o demases, no es agradable a nuestro Dios, aunque a nosotros no nos parezca malo.
Así mismo, existen muchas otras ideas sobre cosas que realizamos sin una finalidad de ganancia personal, y consideramos buenas con el fin de atraer gente al Reino de Dios, tales son las llamadas campañas de Sanidades y Milagros, los organizadores piensan en un gran espectáculo con maravillosas manifestaciones del Espíritu Santo, donde los cojos salten, los sordos oigan y los mudos griten de alegría, pero así como muchos iban tras Jesucristo por los panes y los peces, de la misma forma, si no se predica el mensaje correcto del evangelio (Arrepentíos y convertíos) una vez sanados los enfermos, se olvidaran de quien les sano. ¿Por que simplemente no se invita a una reunión evangelistica? La respuesta es ¡¡¡Pues por que sino, no vendrá la gente!!!, Pues si la gente no viene por el dador, sino por las dadivas, es mejor que no vengan.
Ciertamente Cristo dijo, ¡¡¡El que viene en pos de mi, niéguese asimismo, tome su cruz y sígame!!! Y en otra ocasión menciona que aquel que quiera venir en pos de él, debe definitivamente amar menos, a toda su familia, posesiones e incluso su propia vida, de lo contrario no seria digno de él.
Si todo eso es así, si Cristo no le suplico a nadie que le siguiera, entonces ¿Por qué nosotros hacemos parafernalia e inventamos voladeros de luces para atraer a la gente como moscas?.
Aún así, con todas nuestras buenas intenciones de “hacer la voluntad de Dios”, hasta lo que a nosotros, con nuestro ojos bien intencionados nos parece bueno, no necesariamente a los ojos de Dios es así de bueno, Isaías 64:6 dice ¡¡¡pues todos nosotros somos como cosa impura, todas nuestras justicias como trapo de inmundicia…!!! Aún nuestros pensamientos más justos y bien intencionados, aún hasta nuestro sentir más benevolente, sino pasa primero por el santo corazón de Dios, es UN TRAPO DE INMUNDICA delante del Dios todopoderoso.
Esto simplemente nos deja muy claro que no siempre, lo que a nuestros ojos y corazón parece bueno, es para los ojos y el corazón de Dios necesariamente bueno también.
La Iglesia de Laodicea era una de las iglesias de Asia, y estaba situada en la ciudad del mismo nombre, un lugar muy prospero, un gran centro de comercio, tenían todo lo que el mundo y sus riquezas pueden ofrecer, les abundaba la riqueza y no tenían necesidad de absolutamente nada, tanto era así, que después del terremoto del 60 después de Cristo, pudieron reconstruirla los habitantes sin la minima ayuda del imperio Romano. Ellos tenían artefactos caros y buena calidad, tenían hermosas viviendas y muchos sirvientes, y si esa prosperidad la traspasásemos al tiempo actual, podríamos decir que muchos de nosotros miraríamos con envidia su gran prosperidad. Diríamos todos ¡¡¡Ey, todos ellos son cristianos con muchas riquezas, con un gran futuro!!!, estoy seguro que su templo hoy en día seria de cristal, sus pastores recopilarían grandes sumas de dinero al recolectar la ofrendad, los diezmos serian gigantescos, y por supuesto, la prioridad y el mensaje seria “Dios quiere bendecirnos”.
Ciertamente a sus ojos, todo lo que ellos tenían era BUENO y no tenían necesidad de nada, pero lastimosamente a los ojos del ser más sabio de todo lo que existe, ellos eran desventurados, miserables, pobres, ciegos y desnudos.
Proverbios 11:04 dice De nada servirán las riquezas en el día de la ira, pero la justicia librará de muerte. A nuestro Dios le importa todo nuestro bienestar, no tan solo económico, claramente Dios a permitido que todo lo que nos suceda a los que lo amamos, nos ayude a bien.
Pero más que nuestro bienestar económico, inclusive más que nuestra salud, lo que al Señor le importa es claramente nuestra prosperidad y nuestra salud espiritual. La iglesia de Laodicea tenia todo lo que cualquier mortal desearía en este mundo, pero no tenia lo que a los ojos de Dios le daba la capacidad de ser agradable a él, no se definía nunca por ser totalmente mundana y preocupada de las cosas de este mundo, como tampoco se definía por ser totalmente cristiana y tomar a este mundo y sus riquezas como cosa secundaria, estimando a Cristo más que cualquier otra cosa en la vida, ellos creían tener lo mejor de dos mundos, y Dios que es un Dios celoso, al ver esta indecisión, sentía asco de ellos, al grado que le provocaban nauseas, y les advierte que por no definirse en su actitud, el les vomitara de su boca.
A los ojos de Dios, es pobre quien se crea rico en su corazón, bienaventurados son los pobres de espíritu, por que ellos son los herederos de Dios (Mateo 5:3), esto quiere decir que no importa cuanto dinero obtengas en la tierra, si tu corazón no ha descubierto que por más riquezas que tengas, si en tu espíritu no comprendes que ni todo el oro del mundo te puede entregar como herencia el cielo, entonces no eres más que un miserable que se cree rico y bien vestido, y sin embargo eres un pobre ciego y desnudo, que cree tenerlo todo, pero en el fondo no tiene nada.
Un día todo seremos juzgados, escrito está que muera el hombre una vez y luego el juicio, y sino somos capaces de comprender que todo ni todo el dinero del mundo nos puede hacer tan ricos como para ser coherederos de Cristo, pues nos iremos directamente al infierno, pobres y ciegos y todo lo que obtuvimos en esta tierra, otro lo disfrutara.
Definitivamente hay cosas que nos parecen buenas, como las riquezas, y no digo que sea un pecado ser rico, pero si el rico en su corazón confía en su riqueza antes que en Dios, pues no importa cuanto tenga, se quemara eternamente en el lago de Fuego.

Debemos cuestionar nuestra vida, debemos replantearnos cuanta verdad hay en que nosotros, los cristianos vivimos, pensamos y hacemos la voluntad de Dios antes que la nuestra.
¿los jóvenes piden consejo a Dios antes de elegir una carrera? ¿las madres piden consejo a Dios para corregir a sus hijos? ¿los hombres piden consejo a Dios antes de hacer un negocio? ¿los cristianos piden consejo a Dios antes de hacer sus proyectos y planes anuales de liderazgo?.Los hombres, usamos de mala manera nuestro libre albedrío, en vez te entregarle voluntaria mente nuestra decisión a Dios, escogemos por nosotros mismos lo que mejor nos parece a nosotros y por consecuencia, nuestra decisión siempre será una mala decisión cuando no se obedecen los preceptos de Dios, tal y como Adán, que por más deleitable y “bueno” que le pareció el fruto prohibido, jamás debió tomarlo, a él le pareció que la opinión de Dios no era importante, le pareció que el mandato de Dios de no comer ese fruto no era muy inteligente, y desestimando el buen consejo de Dios, tomo su propio camino, el camino que a él le parecía recto y bueno, pero hoy podemos decir cada uno de nosotros como consecuencia de la desobediencia que no cabe duda que haber estimado ese camino como bueno por Adán, fue una horrenda decisión, ya que ese camino, hoy termina en la muerte por no estimar la voluntad de Dios más que la del hombre.

¿Qué decisión tomaras tú? ¿Oirás la voz de Dios para hacer lo que a él le parece bueno, o usaras a tu manera tu librea albedrío y escogerás lo que ha tus ojos les parece bueno? Ten cuidado con tu decisión, gracias al primer hombre que tomo una decisión sin tomar en cuenta al creador, tuvo que morir el ser más precioso que pudo existir, el Hijo de Dios.

Dios te bendiga,

Profeta de Dios