10 feb 2010 |

¿Para que vivir en Santidad?


Josué 3:5 Josué dijo al pueblo: "Santificaos, porque Jehová hará mañana maravillas entre vosotros".

El diccionario bíblico define a La santidad como: la cualidad de perfección, impecabilidad e incapacidad de pecar que, y en sentido pleno, solamente Dios posee tal cualidad y capacidad. Como cristianos, somos llamados a ser santos (1 Pedro 1:16). Sin embargo, la perfección de esta cualidad en nosotros no será sino hasta que alcancemos el estado eterno por medio de la resurrección que alcanzaremos un estado de perfecta santidad.
El llamado a la santidad en esta vida ES UN MANDAMIENTO DE DIOS a poner en práctica con respecto a nuestros pensamientos, costumbres y acciones. Hemos de ser santos en obediencia a Dios.

En definitiva, nuestra incapacidad en lograr la perfecta santidad en nuestras vidas, no es el impedimento en lograr que nuestros hábitos y decisiones sean santas, a pesar de que nuestra naturaleza sea impura, podemos llegar a vivir vidas terrenalmente santas, mientras esperamos la transformación total en el día de la venida de nuestro Señor (1° Corintios 15:52)

Ahora bien, ¿por que Dios, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento recurrentemente está llamando a la santidad a su pueblo?En Josue 3:5 podemos notar que el Señor hace un llamado a la santificación de su pueblo, por una escritural razón “Mañana haré maravillas entre vosotros”…

En la actualidad hablar de santidad es un problema, es prácticamente ser antisocial, por la sencilla razón de que los cristianos de hoy en día han estimado la santidad como un estado religioso, arcaico y prácticamente sectario. Con esto no estoy diciendo que la mayoría de los cristianos actualmente fume, baile o beba alcohol a destajo, es más, muchos de los cristianos en la actualidad no hacen eso, pero sin embargo aún así, no viven en santidad.

La santidad ha sido desechada en los mensajes contemporáneos del evangelio, y la razón es que la gente no quiere que se le reñage por sus errores y problemas, la gente “desea y necesita” un mensaje de aliento, algo que les motive el domingo por la mañana y les de fuerza, para seguir adelante con sus proyectos y sueños personales durante toda la semana, la gente “necesita” ser alentada, levantada, ayudada por Dios en todos y cada uno de los proyectos de vida que tiene en su corazón, y por los cuales trabaja y se esfuerza.
Desde un muy estricto punto de vista, todo esto tiene en si cierta verdad, Dios es un Dios bueno, amante, que se preocupa del bienestar de su pueblo, que alienta con su amor y precedencia y que a veces, cuando nuestros sueños y anhelos coinciden con los sueños y anhelos que Dios tiene para cada persona, pues entonces les ayuda a realizarlos y pone de sus fuerzas y sus riquezas en ese proyecto para que se logre.

Pero, ¿será que la santidad es un estorbo frente a los sueños de la gente, que por eso a estas no les gusta escuchar? Ciertamente, el problema medular del asunto que hoy tiene a una crisis de santidad a la iglesia en el mundo entero, no es que no sepan que la santidad es una virtud que cada creyente deba tener para ver a Dios, sino que los sueños del creyente actual, sus anhelos, sus proyectos y metas, son tan terrenales y carnales que simplemente la palabra santidad no encaja en medio de esas metas y proyectos, tal y como un dado no encaja en medio de un tablero de ajedrez, son piezas de distintos rompecabezas que por más que se buscara darle un lugar a la pureza en medio de los sueños y las metas ya establecidas, se arrojaría lejos el sentido más minino de santidad.
El mensaje del verdadero evangelio a sido trastocado, en el inicio Juan el Bautista predico del arrepentimiento (para vivir en santidad), Jesús predico del arrepentimiento (para vivir en santidad), y los Apóstoles junto con cada uno de los discípulos que los seguían, predicaron del arrepentimiento (para vivir en santidad), y sin embargo, hoy los mensajes son sobre prosperidad, sobre bendición, sobre que Dios ayuda a sus hijos, les provee conforme a sus riquezas en gloria, y sobre una falsa gracia que cubre pecados no arrepentidos, todo esto no es más que la mano del diablo en medio del mensaje del Cristo vivo, trastocando verdades bíblicas, ya que no existe peor mentira que la que más se parece a la verdad.

Este mensaje no es mentira por que no diga verdades bíblicas, claro que las dice, pero totalmente fuera de tiempo y de contexto, por que es imposible que Dios cubra con su preciosa sangre, un pecado que sigue cometiéndose deliberadamente, es inconcebible que Dios bendiga, prospere y levante a un “cristiano” que no busca a Dios, su reino y su justicia, antes que las añadiduras, ¿acaso Dios es tonto o esta ciego? ¿Podremos engañar al Señor? ¿Podremos comprar sus servicios con las ofrendas de domingo, o podremos exigirle que cumpla nuestros deseos por un miserable diezmo mensual?Que ridiculez pensar así, Dios no puede ser burlado, el sabe claramente quien le busca por amor a él y solamente por amor, y quien solo le busca por que siente atribulado, acongojado, aproblemado, endemoniado, adeudado o con serios problemas con la policía, pero que luego resuelto los problemas, se olvidara de él.

¿Esto quiere decir que Dios nunca nos ayudara? Pues claro que si, el quiere ayudarnos y lo hará, nos bendecirá, nos dará lo que necesitamos, y hasta aún lo que queremos, el tiene planes gloriosos con cada uno de sus hijos, en definitiva él hará maravillas entre nosotros, pero no moverá ni un solo dedo a nuestro favor, antes de que cumplamos su VIVIR EN SANTIDAD.

El mensaje de santidad no es un mensaje retrogrado, sino un mandato vigente, lleno de vida y con bendiciones totalmente palpables tras su cumplimiento, a Dios no se le ocurre pedirnos santidad para ahogarnos la fiesta, ni tampoco la exigiría si supiera que no la podemos lograr, el sabe perfectamente que nuestros hábitos, muchos de los cuales hoy son netamente pecaminosos y muy peligrosos para nuestra vida espiritual, deben y pueden ser reemplazados por hábitos de pureza y santidad.
Dios no nos exige que hagamos cosas imposibles, como cambiar nuestra naturaleza, por que eso solo lo podrá hacer él en su venida, sin embargo, ello no quiere decir que no podamos escoger ver o no ver una película de terror, de sexo o de alto contenido violento, no quiere decir que solo nos conformemos con no acostarnos con la mujer del prójimo, sino que ni siquiera debemos desear en nuestro corazón hacerlo, tampoco quiere decir que ante una situación compleja tengamos que mentir para salir airosos, debemos decir toda la verdad pase lo que pase y cueste lo que cueste, por que ese es el verdadero carácter de quien vive en santidad.

Sin embargo y lastimosamente lo digo, conozco gente que se autollama “cristiana” y sin embargo viven como perfectos mundanos, dicen groserías por diversión, son insolentes con sus padres, fornican, mienten, roban, abusan de su poder, y a pesar de aquello, están en lugares de liderazgo en las iglesias, son hijos e hijas de pastores que en Chile son nacionalmente conocidos, son dueños de grandes librerías cristianas, tienen cadenas de radio en todo el país, son propietarios de extensos balnearios, ministran la alabanza, predican, pastorean, y se autoproclaman ser escogidos de Dios para dirigir al pueblo evangélico en Chile… wow, todo eso podría ser una enorme bendición para los protestantes en Chile, si tan solo vivieran en SANTIDAD.

Ciertamente muchos de ellos han logrado “grandes bendiciones” de parte de Dios, pero si me preguntan a mi, yo no veo en ello bendiciones de Dios, sino, algo que también es bíblico y de cierto modo también proviene de Dios (todo proviene de él), Eclesiastés 3:13 dice: y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce de los beneficios de toda su labor.
Sin embargo ¿podríamos decir que la prosperidad que obtienen los grandes narcotraficantes, proviene necesariamente de la mano de Dios? Esto esclarece que un negocio, por más que se diga cristiano, y aún así prospere, no quiere decir que sea Cristo quien dirija ese negocio.

Ahora, ¿es tan necesaria la santidad? Pues claramente si, ningún hombre en esta tierra tiene, ha tenido, ni tendrá mayor bendición que poder vivir con Dios eternamente.
Los bienes terrenales son ciertamente necesarios, y a ningún humano no le gustaría sentirse tranquilo respecto de su futuro monetario, pero Cristo mismo sabe de que de estas cosas tenemos necesidad, y aún así, teniendo necesidad de estas, nos dijo que sigue siendo más importante el reino de Dios y su justicia, que todas aquellas cosas juntas, y que Dios, que nos quiere bendecir y hacer cosas gloriosas entre y con nosotros, nos suplirá de todo a su debido tiempo. Por lo tanto, aunque logremos todo lo que anhelamos en la tierra como fruto de nuestro trabajo, si no vivimos en santidad, no podremos ver a Dios (Hebreos 12:14), por que sin su santidad es completamente imposible acercarse al Dios que es pura santidad.

¿Podrá un pastor o una oveja cuya prioridad en la vida es el dinero vivir en santidad? Pues claro que no, por que no se puede servir a dos Dioses, o se sirve a Cristo buscando su reino y su justicia, o se sirve a Mammon invirtiendo tiempo, mente, corazón, familia, ministerio, llamado, vida y finalmente alma, por lograr todo lo que este nefasto y asqueroso dios puede dar.

Los cristianos que no viven en santidad, viven igual que el mundo, se deleitan con las asquerosidades del mundo, y se enlodan con las putrefacciones de él, y así como el mundo aún existe tan solo por la misericordia de Dios, así también ellos solo logran ver eso, las migajas que caen de la mesa del Dios vivo.
Sin embargo, el cristianos que ha desechado todo en su vida por ganar a Cristo, se ha sentado a la mesa de donde caen las migajas, y lucha con fervor contra el pecado del mundo y contra el pecado que vive en el mismo, se guarda en completa santidad, pues en ese cristiano, que ya no es solo un creyente, sino que ahora es un discípulo, el Dios vivo hará maravillas en su vida, verá más que tan solo la misericordia de Dios, vera su gloria, vivirá en lo sobrenatural, caminara sobre las aguas, comerá y dará de comer a cinco mil hombres, naufragara mas no se ahogara, lo morderán las serpientes mas no morirá, lo apedrearan hasta casi matarlo, mas se volverá a levantar, y trataran de aplacar su fervor por lo santo con tentaciones mundanas, mas la gloria de Dios lo sostendrá y lo guarda sin caída… por eso Dios quiere santidad de ti, para eso te insiste que te consagres a él, por ello te exige que dejes al mundo y los deleites que este ofrece, por que el anhela con todo su ser, no darte tan solo parte de la misericordia que le reparte al mundo, sino que hacer verdaderas maravillas en ti, mostrar toda la magnitud de su preciosa gloria, tal y como lo hizo con su hijo Jesucristo, la imagen y altura a la cual estamos llamados a llegar.

Gálatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí…


Dios te bendiga.

Profeta de Dios