12 jun 2010 |

Caminando con Dios


Génesis 5:24 Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios.

Enoc es uno de los personajes más llamativos del Antiguo Testamento, por qué narra en pocas palabras cosas muy profundas y misteriosas, el hecho que haya desaparecido y que la biblia mencione que fue Dios quién se lo llevó nos hace pensar muy profundamente que es lo que Dios quiere mostrarnos sobre este gran varón, en tan pocas palabras.

Se especula que Enoc no siempre caminó con Dios, es decir, no es que Enoc haya sido un mal hombre, una mala persona, un mal esposo o un mal hijo, pero si analizamos bien, en ninguna otra parte de la escritura, al menos no en la genealogía de Adán, aparece otro hombre al cual se le caracterice por “Haber caminado con Dios”.
Se dice que Enoc no siempre camino con Dios, sino hasta que cumplió los 65 años, por qué en el versículo 21 del mismo capitulo, dice Vivió Enoc sesenta y cinco años, y engendró a Matusalén, y el versículo 22 dice Y caminó Enoc con Dios, después que engendró a Matusalén, y finalmente el versículo 23 dice Y fueron todos los días de Enoc trescientos sesenta y cinco años.

Por todo ello es que podemos sanamente especular, que Enoc no caminó con Dios hasta que ya tenia un edad adulta, y aunque la Biblia no lo dice, sinceramente creo que algo ocurrió en la vida de Enoc a los 65 años que cambio radicalmente su vida, insisto que no creo que Enoc haya sido un ruin o un patán antes de los 65 años, pero sin duda alguna que algo en su corazón fue mudado en esa edad, quizás tuvo un encuentro con el Dios vivo que marcó su vida para el resto de sus años, y aunque la biblia no lo especifique estoy seguro de que fue así.

Considero que la corta pero profunda historia de Enoc, solo muestra un poco de lo que nuestra propia historia como cristianos muestra, Enoc era una persona “normal” hasta que a los 65 años comienza a caminar con Dios, y si la biblia lo recalca de esa manera, es por que algo crucial en la vida de este hombre lo marco para siempre ¿no es eso lo que nos paso a nosotros antes de conocer a Cristo?

No éramos homicidas (algunos), ni tampoco delincuentes (algunos), sin embargo, todos nosotros, los que hemos nacido de nuevo, podemos decir con total franqueza que desde que Jesús se nos cruzó en el camino, nuestras vidas nunca más fueron las mismas, Dios impacto con su hijo nuestros corazones, nos enamoró de él y nos cautivó con su dulce amor de tal manera que desde ese momento, nos vimos atraídos a CAMINAR JUNTO A ÉL, por el resto de nuestras vidas.

En este texto (Génesis 5:24) veo no tan solo como Dios puede cambiar radicalmente la vida de una persona, sino también como él, en su infinita bondad no mira nuestros “65 años” donde hemos caminado a nuestro antojo y sin preguntarle a Dios, sino que mira los próximos “300” que si estamos dispuestos a caminar con él, es decir, claramente veo como Enoc, sin haberse escrito aún el texto de 2ª Corintios 5:17 el pudo decir, “las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas”. Gloria a Dios por eso, por que desde siempre Dios a querido que el hombre camino junto a él.

Ahora bien, Enoc caminó con Dios, pero ¿Qué cosas marcaron el caminar de Enoc, que la biblia menciona su nuevo caminar? Pues pienso y no peco en esto, que Enoc si bien era un buen hombre, nunca conoció verdaderamente a Dios antes de los 65 años, y por ende, jamás le entregó su vida, y como consecuencia en su caminar no estaba involucrada la voluntad de Dios, Enoc solo vivía su vida como mejor le parecía, sus valores se regían por lo que el consideraba bueno o malo, y para el su propia opinión era la opinión final, pero cuando en su caminar se encuentra con su creador (cosa que a los que hemos nacido de nuevo nos sucedió) se dio cuenta que sus parámetros valóricos estaban muy por debajo de lo que Dios entendía como bueno o malo, y que definitivamente la opinión de Dios sobre las decisiones de su vida, era mucho más sabía que su propia opinión. Por todo ello, y por la deliciosa impresión de encontrarse “cara a cara” con el Dios vivo, es que sin duda alguna, a los 65 años de edad, la vida de Enoc cambio para siempre.
Dentro de esa vida cambiaron hábitos pecaminosos, cambiaron cosas que se vestían de buenas pero que en lo profundo eran malas, cambio su manera de hablar, cambio la forma en la cual se dirigía a su esposa, cambio la manera en que trataba a sus hijos, cambio su trato con las personas en general, en fin, desde que tuvo un encuentro con el Dios Todopoderoso, se sintió profundamente cautivado a desechar su antigua manera de caminar, y escogió el caminar junto a Dios.
Alguno se preguntará ¿Cómo yo se que Enoc cambio su manera de vivir? Pues la respuesta es simple, Amos 3:3 dice ¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?, y la palabra andarán también se traduce como “caminaran”, es decir, para que Enoc y Jehová caminasen juntos por la vida, ambos tuvieron que estar de acuerdo, y como Enoc tenia su propia perspectiva de la vida, tal y como la tiene Dios, uno de los dos tuvo que ceder respecto a esa perspectiva, y sabemos que si hay alguien que no cede en cuanto a sus principios, pues ese es Dios, por lo tanto, el que tuvo que aprender una nueva perspectiva de la vida, fue Enoc, ya que de lo contrario le hubiese sido imposible haber caminado junto a Dios por el resto de su vida.

Jesús mencionó en el nuevo testamento que existen dos caminos en la vida, uno es el ancho y espacioso que lleva a la muerte, y otro es angosto, difícil y pedregoso que nos lleva a la vida, muchos toman el ancho y espacioso por que es obvio que a nadie le gusta esforzarse más de lo debido, a nadie le gusta que le estén diciendo como llevar su vida, a nadie le gusta que le impongan valores externos, a las personas les gusta manejar su propia escala de valores y caminar espaciosamente por la vida haciendo lo que mejor les parezca. Por otra parte, el camino angosto es difícil de caminar, es pedregoso y duelen los pies, en este camino solo existe una escala de valores (por que no hay espacio para más) y es la que el Señor creó, en este difícil camino solo caben dos a la vez, Dios y tu, y si tu y Dios no están de acuerdo respecto de algo, es mejor resolverlo de inmediato, por que no existe nada más desagradable que caminar junto a alguien, en un agosto camino y que además estemos en profundo desacuerdo respecto de algo en especifico.

He visto como cristianos caminan en el difícil pero precioso camino del evangelio, de la manera correcta y aferrados a la mano de Dios, veo como no ceden a las tentaciones del mundo, a los juegos de Satanás, ni a las pasiones de su carne, veo como luchan por ser fieles a su amoroso Dios, como a pesar de lo angosto y difícil de este camino, se gozan en el Dios que les mostró este camino y que no les toma en cuenta esos “65 años” en los cuales no caminaron junto a él, veo como sacrifican cosas, dinero, tiempo y familia por avanzar a la par con Dios, por que hay algo que debemos saber todos, Dios no se detiene, el que regularmente se estanca es el hombre, y por ende cuando no se decide en dejar su vieja vida detrás y tomarse de la mano de Dios, Dios sigue avanzando y cada momento que el hombre duda en dejar las cosas pasadas, más Dios se aleja y avanza, y más el hombre queda detenido y desgraciadamente obstruye el paso de los que por su buen caminar venían detrás (personas que con nuestro testimonio y predicación debían creer en Cristo). Dios no se detiene, el tiene un propósito que cumplir en nuestras vidas, y si nosotros no estamos dispuestos como Enoc a caminar a la par junto a Dios, el avanzará sin detenerse y nosotros quedaremos atrás, solos y a expensas de retroceder, y con serio peligro de ser in-apto de entrar en el Reino de Dios, Jesús mismo lo dijo Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios (Lucas 9:62).

Así como he visto muchos hijos de Dios que fielmente siguen a su Señor, también he visto como algunos que con fe en un principio tomaron el arado y comenzaron a avanzar y por alguna razón se estancaron en el camino, pero no por que una piedra no les dejase avanzar, por que frente al arado van haber cosas que nos obstruirán nuestro caminar, habrán tropiezos y caídas, pero si caminamos junto a Dios, si vamos a la par con él, el nos ayudara con su fuerza a sacar la piedra, el nos sostendrá al tropezar y con su mano nos levantara al caer, pero muchos se estancan por que simplemente extrañan el camino ancho, donde se vivía holgadamente, donde no había nadie que les diera ordenes, donde se dejaban guiar tan solo por su propio corazón. Lo veo en las iglesias, esas personas que están bien un par de meses, se congregan, cantan, oran y son tocados por Dios, pero luego salen del culto y es tanto su deseo por las cosas del camino ancho (donde no está Dios) que al poco tiempo vuelven a él, comen y beben lo que ese camino les entrega, se divierten y disfrutan los deleites que ese espacioso camino les da, y luego cuando se cansan por que se dan cuenta que ese camino les ha vuelto a engañar ofreciéndoles un gozo que jamás les entregó, entonces vuelven al camino angosto que saben que es difícil, pero que también saben que encontraran el abrazo de amor que en ningún otro lugar pudieron encontrar, el abrazo de la presencia de Dios.

Yo anhelo que tu corazón hoy piense, no tan solo en esos personajes que juegan seis meses en el año a ser cristianos y luego vuelven al mundo a entregarse durante 6 meses a los deleites que el diablo les ofrece, sino también que pienses qué cosas hoy en este angosto caminar te están obstruyendo y te mantienen en desacuerdo con tu acompañante (Dios), y que te des cuenta de qué necesitas soltar de tus manos y sacar de tu corazón aquellas cosas que en este camino, no le gustan a Dios, ni te dejan caminar de su mano. Solo piensa, ¿puedes caminar junto a Dios en el camino angosto si enlodas tu corazón con el rencor? ¿Puedes darle la mano a Dios en tu caminar, si la tienes llena de ambición por el dinero, tanto que ya no te congregas por las malditas horas extras? ¿puedes sentarte en el sillón de tu casa a ver junto a tu acompañante de este camino, a mirar programas como “infieles”, “Morandé con compañía” o el club de la comedia”? solo piensa un momento ¿crees que puedes caminar con Dios a las 6 de la mañana después de haberte divertido junto a tus “amigotes” toda la noche? Tú me dirás ¡¡pero yo no tome ni fume!! Mas yo te pregunto ¿no es pecado hablar groserías, codiciar a las mujeres, y mentir? Hay pecados que no tienen ningún olor al olfato humano, pero que sin duda alguna, huelen a excremento en las narices de Dios, ten cuidado como caminas en tu evangelio.

¿Cómo podemos decir que caminamos con Dios, que estamos de acuerdo con su palabra, que vivimos y hacemos lo que el nos pide, si vivimos como lo hacíamos antes, durante esos “65 años que no lo conocíamos”? el Señor quiere caminar junto a nosotros, el anhela ser el primero en cada una de nuestras decisiones, lo primordial y la opinión que más nos importe, pero muchas veces el nos suelta la mano y sigue avanzando, mientras que nuestro orgullo, egoísmo, flojera, vanagloria u avaricia, nos detienen en el camino que sabemos nos lleva a la vida, pero preferimos dejar la carrera hasta la mitad, por causa de que estúpidamente nos gusta el sabor que tiene nuestro pecado.
Para todos aquellos que durante 6 meses al año, y quizás menos, juegan al cristiano congregándose, cantando música cristiana, juntándose con amigos cristianos, pero que pasando esos 6 meses de desintoxicación vuelven al mundo que en su corazón nunca dejaron, a todos ellos algún día se les acabara el camino, el como y el cuando, solo Dios lo sabe, pero sin duda que así como la vida empieza con la concepción, también termina con la muerte, y no sabemos cuando ocurrirá ni de que manera vendrá, pero la muerte llegará y si te encuentra justo cuando te tocaba jugar los seis meses para la selección del mundo, créeme, tu final no será el del camino angosto que lleva a la vida, será la muerte eterna, junto a todos tus “amigos” mundanos, y junto a los demonios que los dominan, el final llegará, solo piensa donde quieres pasar tu eternidad.

La única explicación que existe para aquellos que por un periodo de tiempo están bien y caminan bien, pero luego vuelven a lo mismo de siempre, es que aunque externamente deciden caminar con Dios, internamente sus corazones aún están deleitándose con su pecado. Recuerdo una persona así, recuerdo que Dios le sacó de la droga, recuerdo que Dios le cambió en muchos aspectos, recuerdo que había sufrido desilusiones amorosas tremendas, y que Dios le había sanado, luego el decía “ya me chante”, y caminaba como “cristiano” unos meses, pero durante esos meses me di cuenta que a pesar de ir a la iglesia, de saber la verdad, seguía comprando películas piratas con títulos como “trafico de órganos”, “trafico de personas”, “crepúsculo”, “exterminio”, y pasado el tiempo, esa persona dejaba de congregarse, volvía a vivir mundanalmente y se alejaba de Dios. ¿Por qué ocurre eso? Por que por un tiempo deciden exteriormente caminar con Dios, pero en lo profundo de su ser, siguen siendo los mismos, están supuestamente caminando en el “camino angosto”, pero en sus corazones siguen en el espacioso camino que les lleva a la muerte.

Caminar con Dios no es fácil cuando no estamos a la par con Dios, cuando el se adelanta por que nosotros nos detenemos, estamos a un paso de ser desechados del reino de los cielos, mas él quiere que avancemos, y en muchas ocasiones nos vuelve a buscar y nos fortalece para seguir, pero llega un momento donde el caminará y caminará y su imagen se hará cada vez más pequeña en el horizonte hasta cuando ya no la veamos más, en ese momento ya no hay nada más que hacer que volver al ancho camino del cual nunca en su corazón se salió.

Hoy Dios quiere que su pueblo tome decisiones, el va hacer algo grande con este país, algo tremendo viene para Chile, pero Dios no puede usar odres mitad mundano, mitad cristiano, para derramar su vino nuevo, él quiere que hoy mismo, no mañana ni pasado, hoy nos decidamos que aquellas cosas que sabemos que se visten de buenas, pero son pecado salgan de ese camino angosto, donde solo caben tu, Dios y su santidad.

Decídete ya ¿por donde caminarás?

Dios te bendiga,

Profeta de Dios.