19 ago 2010 |

¿Cuanto de él hay en ti?


Juan 14:30 No hablaré ya mucho con vosotros, porque viene el príncipe de este mundo y él nada tiene en mí.

Uno de los motivos por lo cuales mucha gente no cambia de congregación, aún sintiéndose decepcionada de ella, es por que se dejan guiar por el dicho popular que dice ¡¡En todos lados se cuecen habas!! Y en virtud de ello más un par de conceptos religiosos como el creer que si naces en una “corporación” eclesiástica, debes morir en ella, sumado a la mala interpretación de conceptos bíblicos tales como “no debemos juzgar” ni “mirar la paja en el ojo ajeno”, en consecuencia tenemos gente frustrada, sin fruto y amargada en instituciones que desde hace mucho tiempo dejaron de brillar con la verdadera luz del evangelio.

Pues bien, Jesús en este relato se encuentra a solo momentos de ser entregado, él está visionando el momento donde Satanás vendrá nuevamente a tratar de atormentarlo y él sabe que por está vez lo logrará, lo que ignora es que esa lapidación, sufrimiento y muerte del hijo de Dios tenia un tremendo propósito, el que tú y yo pudiésemos ser salvos del infierno, y que esa muerte no acabaría para siempre con la vida de Cristo, sino que era un simple momento donde quedaría en claro que Jesús no era simplemente un hombre, sino que ciertamente era el hijo de Dios.

Lo curioso de este pasaje es que Jesús deja en claro algo muy importante que escuche en una predicación, él dijo, viene el príncipe de este mundo (el diablo) y él NADA tiene en mí, eso deja entre ver que si bien Satanás puede que no tenga TODO en alguien, puede que si tenga un POCO en ese mismo alguien, y es allí donde radica lo peligroso del asunto, ya que no existe mentira más peligrosa que la que más se parece a una verdad, y esa es la especialidad del diablo, vestirse como ángel de luz, para engañar con su falsa luz a los hombres, y vestir como ministros de justicia a aquellos hombres que le han dejado la puerta abierta en lo profundo corazón a él, a pesar de que por fuera visten trajes de ministros y pastores al servicio de Cristo.
Nosotros los cristianos somos privilegiados al ser llamados hijos de Dios, tenemos la cobertura de amor y provisión fiel de parte del Padre jamás abandona a sus hijos, tenemos de nuestro lado a aquel que venció a la muerte con su resurrección y en él somos más que vencedores, de hecho llega a tal grado llega el privilegio de estar de parte de Dios que no importa lo que pase, su palabra nos promete que si le amamos a él, todas las cosas nos ayudan a bien.
Pero así como Dios nos privilegió llenándonos de bendiciones, cada una de esas bendiciones conlleva en sí una gran responsabilidad, de que en cada área de nuestra vida sea él quién reine en nosotros, y no nosotros en nosotros.
Es a esto a que se refiere el que Cristo haya dicho él NADA tiene en mi, que en cada decisión que Cristo tomaba no estimaba su propia opinión antes que la de su Padre, y que jamás haría NADA que le robase la Gloria a su Padre.
Sin embargo, hoy nosotros vemos dentro de las iglesias (congregaciones) donde cada domingo se reúnen los hermanos en la fe, con el fin de adorar a Dios y encontrarse con él, que si bien Satanás no tiene la totalidad del dominio de las decisiones que se toman con respecto el futuro de la “institución”, el tiene parte del dominio de las iglesias, tu me dirás ¡¡Blasfemo, como se ocurre decir que Satanás es parte del directorio de pastores que gobiernan la institución donde me congrego!!, pues quiero precisar que mi intención no es ofender sino aclarar ciertos puntos que en verdad casi nadie se atreve a tocar, ya que hacerlo cuesta caro cuando eres parte de una organización (no un organismo) que pisa fuerte cuando se le contradice.
Jesús dice lo siguiente en Mateo 12:30: El que no está conmigo, está contra mí; y el que conmigo no recoge, desparrama, y corrobora el mismo principio en Apocalipsis 3:16: Pero por cuanto eres tibio y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. El Señor está diciendo con esto que para el no existen los términos medios, que cuando un ser humano decide seguirle y convertirse en un hijo de Dios, se convierte también en un Siervo, y un Siervo en termino bíblicos es un esclavo por amor, que se sujeta y obedece en todo a su Señor sin poner en duda su palabra, pero así como un esclavo puede huir de su amo, de esta misma manera todo aquel que no somete TODA su voluntad al Dios que compro con sangre su libertad, pues entonces en ALGO es rebelde, y en ese ALGO se obedece a si mismo y a su propia sabiduría, y la biblia dice respecto de la sabiduría humana que esta es terrenal, animal y diabólica (Santiago 3:15), por lo tanto, como consecuencia de esta analogía, en todo aquello donde las instituciones cristianas (o evangélicas si te acomoda el termino) no obedecen a su Señor, se están obedeciendo asimismas y a su propia prudencia, que reitero ES DIABOLICA. Cuando veo dentro de una iglesia en pleno culto que se coarta la manifestación del Espíritu Santo por causa de pedir la 2ª o 3ª ofrenda, no veo la decisión de Cristo en ello, sino la del hombre, o cuando veo que al designar nuevos pastores para nuevas iglesias se nombran personas neófitas (1ª Timoteo 3:6), desobedeciendo directamente la palabra del Señor, me doy cuenta que no es Cristo quién toma las decisiones en la iglesia que él compró con su sangre, o peor todavía, cuando me doy cuenta que en las iglesias de hoy no se predica contra el pecado, la inmoralidad y la falta de santidad en los supuestos “santos” de Dios, por el interés creado que existe en los lideres de mantener dentro de la institución una cierta cantidad de miembros que en la practica significan una cierta cantidad de ofrendas y un cierta cantidad de diezmo fijos mensuales, cuando veo eso me pregunto ¿a que Dios están sirviendo, al Todopoderoso o al limitado dios dinero? Piensa un poco ¿es Dios quien domina y dirige TU iglesia hoy? Ciertamente estoy de acuerdo con el dicho que “en todas partes se cuecen habas”, es decir, en todos lados hay problemas, y la iglesia no es la excepción, por que son las personas las que componemos las iglesias, y las personas tienen problemas, las personas somos complicadas, y sobre todo las personas que vienen con un pasado bastante complejo, nadie llega a Cristo siendo una blanca paloma, regularmente se llega a él quebrantado, derrotado y destruido, no tan solo por el mundo que el diablo domina, sino por nuestras propias malas decisiones, y cuando llegamos a la iglesia del Señor lo hacemos con millones de malos hábitos y costumbres pecaminosas que sinceramente debo decir, toma bastante tiempo despojarse de ellas, pero aún admitiendo que en todas partes existen complicaciones, Cristo estableció una iglesia que dista casi en un 100% del concepto que hoy tenemos por iglesia, y lo curioso que él la instituyo con la misma calidad de seres humanos, gente del vulgo, gente que no era letrada, sino todo lo contrario, gente con poca educación y minima descendía, sin embargo, él la convirtió en una iglesia Santa. No existe la iglesia perfecta (eso está claro) por que no existe el hombre perfecto, todos nos equivocamos, todos luchamos contra la carne, pero si bien la iglesia perfecta en términos humanos no existe, si existe la iglesia santa, sin mancha ni arruga, y si no fuese posible lograr esa clase de iglesia a pesar de nuestra humanidad, Cristo nunca jamás nos hubiese exigido que viviésemos en santidad.

Si bien en todos lados hay problemas, debemos diferenciar que tipos de problemas son los que hay, si hablamos de personas que están luchando con su mal carácter para agradar a Cristo y llevarse mejor con los hermanos, pues claro que existen esos problemas y es Dios quien trata con su Espíritu Santo en el corazón de cada creyente, mejorándolo y ayudándolo cada día para que llegue a la Estatura de Cristo, pero si hablamos de problemas como fornicación, mentiras, adulterios, lascivia, morbosidad, obscenidad, avaricia, problemas con las ofrendas y los diezmos, envidias, pleitos, contiendas, disensiones entre los hermanos, y claramente una falta de integridad en la palabra que se predica, pues déjame decirte que esos problemas no existían en la iglesia primera que Jesucristo instituyo.

Cada vez que en la iglesia primitiva quiso levantarse el diablo entre sus miembros, los apóstoles llenos del Espíritu Santo supieron discernirlo e inmediatamente terminaron con el problema, ese es el caso de Ananias y Safira, quienes descaradamente querían engañar al Espíritu Santo, fue también el caso de las ancianas griegas con las judías, y el de Simon el mago en Samaria. Todo esto nos demuestra que dentro de la congregación de la iglesia primitiva, al igual que en Cristo Jesús NO HABIA NADA DE SATANAS EN ELLOS. Yo hago la misma pregunta hoy ¿en tu congregación es Cristo quien toma TODAS las decisiones O hay algunas que pasan por la sabiduría diabólica del hombre? esto no es un detalle menor, tomando en cuenta que la biblia dice que Cristo es la cabeza de la iglesia (no un pastor) y que no podemos apoyarnos en nuestra propia prudencia, ya que al hacerlo seremos nosotros los únicos perjudicados, sin embargo, aún sabiendo esto hoy las decisiones no las toma Dios en su iglesia, sino los hombres, pecadores y limitados hombres que en muchas ocasiones son estos mencionados ministros que se visten de justicia, siendo ministros de oscuridad.

Es por ello que las iglesias están llenas de personas que llevan muchos años congregándose y que nunca se convierten, por que como es el hombre quien dirige las iglesias y no Dios ¿Cómo es posible que a alguien se le corrija el pecado o se le perdone ese pecado, si ese trabajo solo Dios puede realizarlo? Hace unos días junto a mi esposa vimos una película que se llama “Time changer” (el que cambia los tiempos) donde un profesor de teología viajaba desde el 1890 hacia el 1990 aprox. y veía como en ese año los cristianos vivían bajo sus propias reglas, tenían una vida carnal, prácticamente no oraban, y para “evangelizar” ofrecían torneos de golf, juegos infantiles y viajes de verano, perdón por ser directo pero ¿esa es la iglesia que Cristo instituyo hace 2.000 años atrás? Pues claro que no, hoy no somos ni la sombra de la iglesia que un día dirigió Pedro, Pablo, Jacobo y Juan, hoy somos solo un montón de personas que a pesar de haber vivido la presencia de Dios en nuestras vidas, decidimos tomar malas decisiones menospreciando la sabiduría de Dios, la iglesia hoy está en crisis, en una clara crisis de santidad, por que si los lideres no viven en santidad ¿Cómo podrán predicarla? Y si no la predican ¿Cómo la gente sabrá vivirla?, hay una crisis de compromiso con la obra del Señor ¿pero como habrá compromisos si los mismos pastores no se comprometen con la obra?, hay una crisis financiera ¿Cómo no haberla si nos preocupamos de nuestros intereses personales antes que los intereses de Dios? ¿Es realmente Cristo quién tiene todo de nosotros, o aún tenemos mucho de nosotros mismos en nosotros?

Ciertamente Dios no necesita más iglesias, sino, mejores iglesias, y quiero ser enfático en esto, por que esto puede costarte la vida eterna, Si en tu congregación nunca se predica contra el pecado, nunca se predica sobre la santidad, nunca se habla de llegar a la Altura del Varón Perfecto (que es Cristo), nunca se le da la preferencia al Espíritu Santo por sobre el horario, tengo que decirte que estas en simplemente una iglesia más, sin embargo, si en tu congregación tus lideres buscan hacer la voluntad de Dios, buscan vivir en santidad, predican contra el pecado y cada día te muestran como llegar un poco más cerca de ser como Cristo, pues entonces no está en una iglesia más, sino que estás en LA IGLESIA.

Todo esto suena desesperante, ya que como cristianos no podemos dejar de congregarnos, y si en todas parte (iglesias) pasa lo mismo, en todo lugar existen conflictos como los mencionados ¿pues entonces donde iremos? Ese es el dilema, es que siempre buscamos donde ir y por eso caemos en las manos equivocadas, no debemos buscar donde ir, sino, A QUIÉN IR.
La biblia establece el principio que el que busca encuentra, y si tu buscas a Cristo, según la palabra de Dios ¿a quien encontrarás? Pues a nada menos que a Cristo, y si en tu corazón realmente quieres encontrar un lugar donde, si bien la perfección humana no existe, pero si existe un corazón fraterno, una predicación pura, una vida de comunidad que se basa en la santidad y el amor al prójimo, es decir, si buscas un lugar donde verdaderamente sea Cristo quién lidere, pues búscalo sin cesar, como la mujer que insistió ante el juez injusto y obtuvo su justicia, así encontraras tu el lugar que Dios tiene para ti. Lo que se debe tener en claro es que si yo anhelo una iglesia que viva en santidad, pues yo también estoy obligado a vivir en santidad, por que si logro encontrar ese lugar donde Cristo es todo, y nada del diablo hay allí, es para que yo también este dispuesto a que sea Cristo el todo en mi, y donde hoy soy YO quién toma las decisiones, debo decir como Pablo, Ya no vivo YO, sino Cristo vive en mi.

Cristo compro una iglesia para enseñorearse de ella, el dejo su palabra para que nos guiásemos por ella y no por nuestra propia prudencia, nos dejo otro consolador para que nos guíe a la verdad y a lo que es justo delante del Señor, entonces ¿Por qué la iglesia está en crisis? Pues por que hay áreas donde Jesús no puede decir ¡¡Yo tengo el todo!! Y cuidado con eso, por que las puertas que se dejan un poco abiertas, son áreas donde el ladrón puede entrar para depositar un poco de su levadura, que sin duda con el tiempo, leudara toda la masa.

Ahora bien ¿puedes decir con autoridad, EL (enemigo) NADA TIENE EN MI?


Dios te bendiga,

Profeta de Dios.