11 feb 2010 |

¡¡Dios ama, Dios odia!!


Proverbios 6:16-19 "Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete le son abominables: 17 los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos que derraman sangre inocente, 18 el corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies que corren presurosos al mal, 19 el testigo falso, que dice mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos.

Hay una verdad que he logrado descubrir en las vidas de muchos cristianos (incluyendo la mía), es que dentro de las cuatro paredes del templo, todos cual más cual menos, somos unas blancas palomas, no quebramos un huevo, no decimos malas palabras, no nos enojamos, somos los cristianos más santos que en la tierra han podido existir, pero, no hacemos más que salir del templo y ahí demostramos realmente lo que somos, aflora nuestro mal carácter, nuestro enojo explosivo, nuestras malas palabras, y hasta groserías salen de los mismos labios que momentos atrás declaraban las grandezas y la santidad del Dios vivo… wow, que increíble lo hipócritas que podemos llegar a ser.
Santiago se refirió a esto en su epístola, diciendo: De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. (3:10), que sabias palabras, pero que poco las practicamos.
El problema no radica solamente en el pecar, sino en que aún sabiendo que esta actitud es pecado la seguimos realizando bajo la justificación de que Dios es amor, y ridículamente pensamos de que si Dios es amor, pues entonces nos perdonara toda nuestra maldad.

Sin lugar a dudas, Dios tiene el poder para perdonar pecados y los perdona, todo esto por amor, pero considero que hasta ahora, tenemos solo la mitad del mensaje sobre el carácter, y por que no decirlo, sobre el temperamento de Dios.

Ciertamente Dios es rico en misericordia, y tardo para la ira, pero ese “tardo para la ira”, no significa que Dios no se enoje nunca. Ahora bien, si Dios es amor y perdona nuestros pecados por amor ¿habrá algo que haga enfadar a Dios? ¿Será que Dios es solo amor, y no hay nada en la tierra o en la vida que escrituralmente sepamos que Dios aborrezca u odie? Pues claramente si, Proverbios 6:16 comienza diciendo “seis cosas aborrece Jehová”… ¿va, pero no era que Dios es amor? La misma biblia que menciona la virtud y la esencia de Dios como el amor, también nos relata que Dios no es tonto ni esta ciego, nos dice que hay actitudes del ser humano, y aún más de los cristianos que se autollaman hijos de Dios, que no solo le molestan, sino que derechamente el aborrece.

La palabra en griego para aborrecer es miseo (μισέω) y una de sus traducciones es ODIAR.
Entonces ¿puede un Dios que es amor por esencia, odiar actitudes de sus hijos? Pues claro que si, y de hecho es así, no por que yo lo diga, sino por que la escritura lo declara, Dios aborrece que tu y yo tengamos ojos altivos y miremos con desprecio a la gente, Dios odia la lengua mentirosa, al Señor le parece perverso que nuestro corazón aún siendo salvos maquine maldad, que a pesar de “haber muerto al pecado” aún sigamos pecando con total ligereza, y que a pesar de que por un lado nos congreguemos una y otra vez con los mismos hermanos, saludándonos con un hipócrita “Dios te bendiga”, por el otro y a sus espaldas hablemos pésimas cosas de ellos y los dejemos mal frente a otros hermanos sembrando así la discordia.

El Señor nos llama a amar como el ama, sabemos que el amo de tal manera al mundo que nos entrego a su hijo unigénito para que creyendo en él fuéramos salvos, sabemos que el ama al pecador, hemos aprendido de memoria de que debemos amar a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos, y todo eso está muy bien y debemos hacerlo, pero así como el nos pide que amemos todo lo que el ama, sabemos que el carácter de Cristo se ve más reflejado en nosotros cuando no tan solo amamos como Cristo y lo que Cristo amo, sino también cuando odiamos como Cristo y lo que Cristo odio.
Jesús no acaricio con su amor a los mercaderes del templo, sino que con su ira les reprendió tratándoles como ladrones y preparo un arma con la cual destruir los puestos que ensuciaban con su mercancía, el lugar que Dios mismo había proclamado Santo.
Dios odia el pecado, y claramente ama al pecador, pero si no se arrepiente por mucho que le ame, la ira de Dios caerá sobre él, por que Dios no distinguirá entre el pecado y el pecador, que ya a esa altura, por el amor que el pecador le tiene a su pecado serán uno solo, así como el cristiano junto a Cristo deben llegar a ser uno solo.

Dios odia actitudes que hoy tú y yo tenemos, y aún así decimos amarle, ¿hasta cuando le daremos las migajas de nuestro amor a Dios, mientras que nuestro tiempo y nuestro más grande deleite se lo entregamos al pecado?
Aún hay en nosotros mucho que no le sirve ni agrada (aborrece) a Dios, sin embargo todavía lo retenemos apretadamente en nuestro corazón como si Dios fuera tan necio y lo pasara por alto, Nahum 1:3 dice al respecto: Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable.

Muchos hoy nos sentimos tan salvos y cubiertos por una falsa gracia que cubre pecados que practicamos deliberadamente, sin embargo, si Dios no tendrá jamás por inocente al culpable, ¿será que todas aquella cosas que Dios aborrece de nosotros, y de las cuales aún no nos hemos arrepentido, y practicamos, pasaran por alto el día del Juicio? Pues claramente pienso que no, y que el diablo nos ha engaños justo donde hemos querido ser engañados, en no dejar nuestros malos caminos.

Cristo a la iglesia en Laodicea, a la vomitaría de su boca por su tibieza, le dijo lo siguiente:
Tú dices: Yo soy rico, me he enriquecido y de nada tengo necesidad. Pero no sabes que eres desventurado, miserable, pobre, ciego y estás desnudo. Por tanto, yo te aconsejo que compres de mí oro refinado en el fuego para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, para que no se descubra la vergüenza de tu desnudez. Y unge tus ojos con colirio para que veas. Apocalipsis 3:17-18Muchos cristianos hoy se sienten así, plenos, ricos y bien vestidos por la gracia de Dios, una gracia que cubre pecados mal confesados y bien justificados, realizando actividades y teniendo actitudes que sin lugar a dudas Dios aborrece.

Por ultimo, estoy seguro que muchas cosas que no huelen mal como el alcohol o el cigarrillo, son tanto o más pecado que estas, tales como las malas intenciones, malas reacciones, malas actitudes, raíces de amargura que provocan mal entre la congregación, la lastima de uno mismo que lleva a la autojustificación, el ser insidioso y provocar a ira, la lascivia y la fornicación mental, todas estas y muchas más, no tienen olor a la nariz humana, pero estoy seguro que huelen peor que el excremento podrido delante del precioso trono de nuestro amoroso y santo Dios.
Debemos comprender que el amor de Dios no se desdice con lo que el odia, y si decimos amarle a él y buscamos amar como él amo, así también con nuestros hechos debemos odiar lo que el odia y demostrarle así nuestro amor, amando lo que el ama, y odiando lo que el odia.

Sin lugar a dudas, Dios ama a toda su iglesia, pero estoy seguro que aún no ha venido por ella solo por misericordia, por que todavía ve en nosotros tanta distancia entre su magnifica santidad, y nuestro anhelo por que querer alcanzarla (su santidad), pero no olvides que si bien Dios es tardo para la ira, esa ira un día (y quizás pronto) se ejecutara.

Apocalipsis 6:17 porque el gran día de su ira ha llegado y ¿quién podrá sostenerse en pie?


Dios te bendiga,

Profeta de Dios.