30 jun 2010 |

DEDICANDONOS A DIOS


1ª Samuel 3:1 El joven Samuel ministraba a Jehová en presencia de Elí; y la palabra de Jehová escaseaba en aquellos días; no había visión con frecuencia.

1ª Samuel 3:10 Y vino Jehová y se paró, y llamó como las otras veces: ¡Samuel, Samuel! Entonces Samuel dijo: Habla, porque tu siervo oye. 11 Y Jehová dijo a Samuel: He aquí haré yo una cosa en Israel, que a quien la oyere, le retiñirán ambos oídos. 12 Aquel día yo cumpliré contra Elí todas las cosas que he dicho sobre su casa, desde el principio hasta el fin. 13 Y le mostraré que yo juzgaré su casa para siempre, por la iniquidad que él sabe; porque sus hijos han blasfemado a Dios, y él no los ha estorbado. 14 Por tanto, yo he jurado a la casa de Elí que la iniquidad de la casa de Elí no será expiada jamás, ni con sacrificios ni con ofrendas.


La historia de Ana, la madre del Profeta Samuel, es una historia muy hermosa y motivadora, nos llama a tener fe en medio de la adversidad, aun cuando las condiciones físicas nos digan que realizar cierto sueño o anhelo es imposible, podemos seguir su ejemplo y alinear nuestro deseo más profundo, con la voluntad de Dios, y la clave para ver nuestro sueño hecho realidad es que nuestro corazón de donde nacen nuestros anhelos, se vuelva tan sensible como entender que Dios se quiere glorificar en nuestros sueños realizándolos, siempre que nuestros sueños busquen no tan solo cumplir un sentir egoísta, sino, que la finalidad de ver realizado nuestro anhelo sea que los demás puedan dar gloria a Dios, por ver cumplido aquel imposible. Es así como Ana en 1ª de Samuel 1:11 le ruega a Jehová que le honre con un hijo, que quite de su vida la esterilidad, que cumpla el anhelo más profundo de su corazón, pero a su vez le promete que cuando ella vea su sueño hecho realidad, no se quedará ella con la gloria que corresponde a Jehová, sino que dedicará aquel sueño cumplido, para que ese sueño sirva a Dios durante toda la vida.

Muchas veces nosotros los cristianos queremos ver nuestros sueños realizados, nuestros anhelos en esta tierra cumplidos, queremos ese buen trabajo, nuestra buena casa, nuestro buen matrimonio, nuestro dinero en el banco, pero ¿lo queremos para nuestro bienestar y estabilidad o para glorificar al Señor? Esa es una gran pregunta, por que estoy seguro que muchos, si no es que todos nuestros anhelos, primero pasan por nuestro deseo y por aquello que a nosotros nos parece bien, y luego cuando ya nos hemos embarcado en la travesía de cumplirlos, con viento en popa, y navegando en el alta mar de lo impredecible, es cuando nos acordamos de “recordarle” a Dios que cumpla lo que a nosotros nos parece excelente. ¡¡Que mal!!, nos hemos olvidado que al profeta Jonás lo trago un pez gigante por embarcarse en un proyecto que no era la voluntad de Dios, ojala nosotros tengamos también la suerte de que estando en el estomago de nuestra frustración, podamos escuchar la voz de Dios, y nuestro aparente fracaso sea el móvil para volver a la dirección que el Señor nos trazo en un principio. Debemos entender que somos llamados a hacer la voluntad del Señor y a cumplir sus sueños y no los nuestros, ¡¡Que el Señor no ayude a comprender que aventura tiene él trazada para nosotros, y que nos de la valentía para embarcarnos en ella!!

Una vez nacido y destetado Samuel, todos sabemos que Ana cumplió su promesa, era el momento de entregarle la Gloria al Señor, y Ana en un ejemplificador acto, nos muestra como debe ser nuestro comportamiento cuando vemos que Dios cumple los anhelos de nuestro corazón, en 1ª de Samuel 1:27-28 Ana dice lo siguiente al sacerdote Elí: Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí. 28 Yo, pues, lo dedico también a Jehová; todos los días que viva, será de Jehová. Y adoró allí a Jehová. Que lección de adoración, que claro tenia el panorama esta humilde mujer, ella sabia que fue Dios quien cambio las circunstancias de su esterilidad, y no ella misma, y por ende sabe que la gloria no le pertenece ni a su esfuerzo, ni a su oración, sino al Dios que cumplió su anhelo, y por ende es a ese Dios a quién entrega (devuelve) la honra.

Ahora bien, en todos estos versículos del capitulo 1, hay una cosa que me asombra más que una mujer estéril halla podido concebir, sin duda alguna Dios es Dios de lo imposible, por lo tanto el que haga algo que supere la razón o las leyes de la naturaleza no me asombra en lo más mínimo, el es Dios y hace como mejor le place, y gracias a él que siempre cuando actúa, somos los hombres los beneficiados por su obrar. Lo que me asombra es que en medio del pueblo de Dios (Israel), donde al Dios de la creación le plació vivir en medio de ellos, el número 3 versículo 1 nos diga lo siguiente …y la palabra de Jehová escaseaba en aquellos días; no había visión con frecuencia. ¿Cómo es posible que el pueblo de Israel, que se jactaba en ser el pueblo del Dios vivo, no tuviese de parte de su Dios “vivo” más comunicación que los filisteos pudiesen tener de parte de Baal? ¿Acaso Jehová no tenia más poder que un ídolo? Claramente Jehová es Dios de dioses, y no hay nadie por sobre él, no existe otro Dios, Jehová de los ejércitos es Dios desde siempre y para siempre, Amen… ¿entonces, como es posible que escaseara su palabra y su visión? Pues como siempre no es el Señor quien no quiere hablar a su pueblo, es su pueblo quién enloda con sus pecados sus oídos y ojos espirituales y por causa de ese fango pecaminoso se hace imposible que la voz y las visiones de Dios sean frecuentes en su pueblo.
Esto mismo pasa hoy en la iglesia de Cristo, tenemos grandes corporaciones, maquinarias evangélicas trabajando en todo el país, tenemos pastores esparcidos por todo Chile, iglesias desde tres o cuatro por cuadra, y sin embargo, no hemos podido impactar a Chile con los valores cristianos y con la palabra de Dios, sino todo lo contrario, vemos como el mundo al cual nosotros debiésemos leudar con nuestra cristiandad, nos leuda a nosotros con su mundanalidad, y como resultado tenemos grandes templos llenos de “cristianos” que se visten como cristianos, hablan cristianes, llevan sus biblias al templo, cumplen con los “sacramentos”, pero VIVEN como mundanos… y luego decimos a Jehová ¿POR QUÉ ESCASEA TU PALABRA? O peor aún, ya ni siquiera buscamos oír su voz para que nos dirija, sino simplemente nos quedamos con la forma del culto a Dios, pero no con el fondo de la verdadera adoración al Dios Vivo. Si estimas que hablo de más, tan solo piensa ¿Cuántas veces has querido que el culto termine pronto para ir a tu casa a ver la televisión, o salir al mall, o al cine o a cualquier tipo de diversión? O ¿Cuántas veces, derechamente no te congregas por que sabes que el culto va estar fome, que no obtendrás nada mejor que lo que obtendrías mirando la tv, o divirtiéndote con tus amigos o familia? Pues si ese ha sido tu sentir en más de una vez, es por que en tu congregación no se olle ni la voz de Dios, ni hay visión de Dios, sin embargo, la iglesia sigue con sus cultos, sigue con sus eventos, continúa con sus quehaceres, aún sin tener una clara dirección de parte de Dios, tal y como Elí lo hacía en el tiempo donde escaseaba la voz y la visión de Jehová.

Ahora bien, si la palabra de Jehová escaseaba en aquel tiempo ¿Cómo es posible que un simple niño de quizás no más de 12 años, fuese capaz de oír la voz de Dios? Pues dentro de esto se esconde una gran enseñanza, en 1ª de Samuel 1:28 Ana declara lo siguiente: Yo, pues, lo dedico también a Jehová; todos los días que viva, será de Jehová. Samuel no solo fue entregado en gratitud y adoración a Dios, Samuel nació con un propósito, Ana se lo clamó a Jehová pero no solo para que fuese honrada con un hijo, sino también para honrar a Jehová con ese pequeño, es por eso que Samuel nació dedicado, no a cumplir sus sueños personales ni los sueños de su madre, el nació para DEDICARSE A DIOS. Que verdad tan profunda, el saber que tu propósito en la vida no es ser solo arquitecto o medico, abogado o albañil, sino que en lo que hagas o lo que seas, serlo para la honra de Dios, es decir, dedicarte a lo tuyo, pero en todo eso, hacerlo dedicándote al Señor.

En medio de una sociedad que esta dedicada a si misma, a cumplir sus propios sueños, a entregarse a sus propias pasiones, hubo uno que nació para DEDICARSE a Dios. Podrán decirme ¡¡Pero fue predestinado!! Pues solo lean los versículos y miren que él estaba haciendo la misma labor que hacia Elí, ministrar en el templo, y sin embargo, no fue a Eli a quien Jehová hablo, sino al pequeño Samuel, ¿Por qué? Pues no por qué fuese un muchacho predestinado, sino por qué en Eli solo había quedado la forma religiosa de sacrificar a Dios, pero en el fondo de su corazón había tanto pecado como en sus hijos, en cambio en Samuel estaba el ministrar a Jehová como al Dios que vive, no en forma religiosa, en él estaba la pureza de un corazón que sirve a Dios, no por cumplir, sino por amor, él en su corta edad, había DECIDIDO, servir a Dios con todo su corazón.

Hoy vemos como esos gigantes ministerios trabajan en congresos, en vigilias, en conferencias, en programas de radio, etc, y todo eso es bueno, tan bueno como presentar sacrificio a Jehová, el problema no son ni las conferencias ni los programas de radio, como tampoco lo fueron los sacrificios a Jehová, el problema radica en que Dios no es el Dios de las sobras, no es un Dios de religiosades, no es un Dios sordomudo, él es el Dios vivo y como tal merece adoración en Espíritu y Verdad, y en todas esas actividades ¿es Dios quien es glorificado con vidas que se despojan de si mismas y se dedican al Señor? O ¿son reuniones donde la carne se satisface con saltos y gritos de “jubilo” que rozan con el desenfreno que tendría un concierto mundano? ¿Podríamos decir que como resultado de todas esas actividades se obtienen mejores cristianos con vidas que claramente viven en integridad? Esa es la gran diferencia entre Eli y Samuel, en que el primero ministra con la forma correcta, pero sin dedicación, y el segundo ministra de la manera correcta con una vida DEDICADA a Dios.

Dios aún quiere hablar a su pueblo, él aún tiene el animo de dirigir al cuerpo de Cristo hacia la Altura del Varón Perfecto, pero sinceramente creo que el pueblo hoy solo se escucha asimismo y obedece a sus visiones personales, no al voz de Dios ni a la visión de Dios. Alguno dirá ¿Cómo puedes saber cuando es Dios quien habla y cuando no? No tan solo por la doctrina que se predica, sino, por los resultados que esta produce, es por eso que muchos ministerios hoy solo se han quedado con la palabra correcta, pero sus oídos están tan llenos del cerumen del pecado que no logran divisar lo que Dios les dice a viva voz: ¡¡No sean tan solo oidores de la palabra correcta, sino que sean fieles en aplicarla a sus vidas!!
La motivación de que el Dios creador hable a su pueblo, no es tan solo para que le rindan gloria y honor, sino, por que Dios sabe que cuando su pueblo le obedece, es SU PUEBLO el mayor beneficiado de oír y obedecer a la voz y a la visión de Dios.

Yo veo la decadencia del cristianismo en Chile, es penoso y quizás para algunos no sea así, pero cuando miro la vida cristiana de muchos que solo se conforman con la “forma” y se han olvidado del fondo, es decir, cumplen con los sacramentos religiosos (al igual que Elí), pero sus vidas distan de la verdadera obediencia a la palabra del Señor
Debemos entender que nuestro llamado es a ser mejor que tan solo buenas personas, es a la santidad, a la pureza, a la obediencia y a la fidelidad por sobre nuestra comodidad y placer, la presencia del Espíritu Santo se derrama sobre nosotros no solo para darnos el placer de sentir su renovación, sino para usar esa fuerza en cambiar aquellas cosas de nuestras vidas que son estorbo a la dedicación de nuestro vivir para Cristo. Me doy cuenta cuando en un culto no esta Dios, no por que en su omnipresecencia no este (él siempre está), me refiero al poder derramado de su presencia, y ese poder no está aún en reuniones donde se predica lo correcto, por que en esas reuniones no hay corazones dispuestos a arrepentirse para vivir lo correcto, no está ese poder cuando hay pastores que no están dispuesto a sacrificarse por vivir de manera correcta, ni cuando en el liderazgo se permiten ciertas licencias (pecados evangélicos) que a los ojos de los “sacerdotes” no son malos, pero a los ojos del Santo de Israel son abominación.

¿Por qué la iglesia evangélica no se destaca por ser una iglesia que vive realmente bajo los preceptos cristianos? Pues por que no los vive, y eso es una vergüenza. Un pastor que vive jugando al mundano no impacta a nadie, y como esa es su costumbre, tendrá una grey que tampoco impactará a nadie, y por ende, su iglesia tampoco impactará a nadie, y como consecuencia el mundo que debería ver en nuestras vidas la luz de Cristo, como vivimos jugando al mundano, con sueños mundanos, metas mundanas, con comportamientos mundanos, el verdadero mundano dice ¿Cuál es la diferencia entre ser evangélico, mormón, testigo de Jehová o ateo? ¿Si ser cristiano es tan solo ser buena persona, pues puedo ser buena persona e ir al cielo sin jamás ir a una iglesia? ¡¡Dios nos perdone!!, somos los culpables de que muchos no quieran convertirse en hijos de Dios, por que donde deberían ver la luz de Cristo, tan solo ven tinieblas.

Alguno me dirá ¡¡que exagerado, en mi iglesia siempre evangelizamos en la calle!! Pues eso está bien, pero ¿Cuántas personas hoy van a las iglesias buscando una respuesta a sus conflictos y se encuentran con un pastor que en vez de predicar la verdadera palabra de Dios, se dedica a tirar la rifa pro-templo? O ¿se encuentra con un taller de la exegesis del salmo 119? O ¿diciéndoles que pacten con Dios su dinero, que paguen su diezmo (como es debido), o pidiendo la 2ª o 3ª ofrenda del culto? ¿Cómo podemos pedir que esa gente que va a buscar una salida al problema de su alma, al lugar donde deberían haber muchas personas con mucha luz, y se encuentra con unas hermanas (que con mucho esfuerzo) que le ofrecen al salir del culto que compre un completo para agrandar el templo? ¿Existe alguna diferencia entre un club deportivo y la iglesia que se encuentra a la vuelta de la esquina?.
Me he percatado en muchas congregaciones se destacan por organizar grandes banquetes para recibir a hermanos de afuera, invitados, etc, y me alegro por eso, es una bonita actividad, pero lo lastimoso es que solo se preocupan del banquete físico, y dejan a los invitados sin comida espiritual ¿por qué? Por que como escasea la palabra de Dios y su Visión, lo único que tenemos para ofrecer es un exquisito coctel, una buena tasa de café y un trozo de queque, pues yo preferiría mil y una vez que no nos compartiesen jamás siquiera el más mínimo canapé, pero que a cambio se nos sirviera en bandejas de plata el exquisito pan del cielo que necesitamos para vivir comprometidos con Dios (claramente una cosa no quita la otra).

Todo esto es consecuencia de que no pueden oír la voz de Dios, no hay una visión de Dios para ellos, es decir, escasea la PALABRA Y LA VISIÓN DE DIOS, y ¿Por qué? Pues por una sola y gran razón ¡¡NO HAY DEDICACIÓN A JEHOVÁ!!. Cuando hay gente que se dedica a Jehová, Jehová no oculta su voz ni su propósito, cuando solo tenemos la biblia y nuestra interpretación teológica racional de ella, o cuando la tenemos y la predicamos pero no la vivimos, no podemos esperar que sea Dios quien nos dirija, en ese caso o es nuestra carne quien nos guía en aquellas cosas que ante nuestro punto de vista nos parecen bien, o es la voz del diablo quien guía a esa congregación que duerme como las vírgenes insensatas.

DIOS QUIERE HABLARTE, pero como lo hará si estás tan preocupado de cumplir TUS SUEÑOS, TUS ANHELOS, TUS PROPOSITOS, TUS METAS, si están tan atareado con TU FAMILIA, TUS HIJOS, TUS NIETOS, ¿como puedes oír la voz de Dios si tu DEDICACIÓN más grande no es Dios, sino tu mismo y los tuyos?

Hoy estamos dirigidos en la mayoría de los ministerios por hombres y sus propósitos personales (buenos o malos, Dios juzgará aquello) pero no por hombres que se estén DEDICANDO a Dios, y eso es lo peligroso.

Nosotros nunca seremos más que lo que nuestros pastores y lideres son, si los que nos dirigen son personas carnales que se dedican a cumplir sus sueños y metas personales y familiares, no esperemos ser más que ellos, tal y como en todo el pueblo de Israel no había palabra de Jehová ni su Visión, por que ¿Cómo podemos esperar que la grey o el mundo sea espiritual, si los sacerdotes están más dedicados a satisfacer sus deleites personales que de cumplir los propósitos para los cuales son llamados al sacerdocio?. Estimado pastor ¿quieres tener una congregación espiritual? VIVE CONFORME AL ESPÍRITU Y NO CONFORME A LA CARNE, y como consecuencia los diezmos que te hacen falta, las ofrendas que necesitas, la fidelidad que anhelas en tus ovejas, la obtendrás por que el Dios que te guiara, será quien moverá las piezas que haya que mover.

Hoy falta gente que se DEDIQUE a Dios, y no digo esto como un llamado a la abstención del matrimonio, ni para vivir en una especie de monasterio, el llamado es a que en el todo de nuestra vida como cristianos, ya sea que tengamos un liderazgo, un pastorado o seamos ovejas oidoras de la palabra, nuestra vida desde hoy sea DEDICADA al Señor, ofrecida como holocausto vivo cada día, que cada mañana nuestra oración sea ¡¡Jesús, crucifico mi vida junto a ti!! Y no ¡¡Señor concédeme este u este otro deseo!!

Por ultimo, podemos ver como la escritura nos muestra el corazón del Sacerdote Eli, que después de ser juzgado por Dios y condenado por no haber sido estorbo en los pecados de sus hijos (que también eran sacerdotes), su actitud no fue la más reverencial ni la más humilde, sino que con orgullo dijo como si no le importara la palabra de Jehová: Jehová es; haga lo que bien le pareciere (1ª Samuel 3:18).
Esa es la actitud de muchos “siervos del Señor” hoy en día, quizás sus palabras publicas no son tan irreverentes como las de Eli, pero sin duda que sus actitudes son similares a ellas, sus hijos (niños mimados) dicen groserías, viven como viviría cualquier muchacho mundano, y luego son nombrados pastores, ministros de alabanza o lideres de jóvenes, mezclando así la santidad del cristianismo con la impureza de una vida mundanal, esos pecados serán juzgados por Dios en su debido tiempo, el pecado de no vivir dedicado a Dios, y el pecado de no estorbar a los hijos cuando ellos corren al pecado.

Ya es hora de estimar nuestro cristianismo como algo verdaderamente trascendental o definitivamente desestimarlo y volvernos mundanos, o de una vez por todas nos DEDICAMOS AL SEÑOR, o nos dedicamos a vivir como mejor nos acomode, pero la tibieza espiritual es nauseabunda para Cristo, y viviendo hoy los últimos tiempos, ya no queda más que decidirse por como viviremos nuestra vida aquí y donde pasaremos nuestra eternidad.

DEDICATE AL SEÑOR.

Dios te bendiga,

Profeta de Dios.