30 abr 2010 |

Lo que te contamina


Marcos 7:14 Y llamando a sí a toda la multitud, les dijo: Oídme todos y entended, 15 Nada hay fuera del hombre que entre en él, que le pueda contaminar; pero lo que sale de él, eso es lo que contamina al hombre.

Este es uno de los pasajes bíblicos más sorprendentes para mí, por el hecho de que dice una verdad tan simple y fácil de entender, pero a la vez tan profunda que desnuda el corazón de cualquier hombre.
Cuando Jehová mando a Samuel a ungir a un nuevo Rey para Israel, Jehová le dijo a Samuel que él no era como los hombres que miran tan solo la apariencia externa de las personas, sino que él mira el corazón de los hombres, y esa es una verdad implícita en todos los seres humanos, nosotros nos preocupamos de lo externo, de hecho le damos mucha importancia a nuestra apariencia, nos gusta que la gente vea que nos sentimos bien, y para ello hacemos malabares con nuestra manera de vestir, de hablar y de actuar, no importando si por dentro nos sentimos realmente bien, lo importante es que por fuera se vea que nos sentimos estupendamente excelente.

Es parte de nuestra naturaleza el ocultar nuestra debilidades, ya sea por miedo a que nos dallen o por orgullo, ya que no soportamos que nos vean frágiles, pero no importando cuan fuertes nos veamos exteriormente (tal y como los hermanos de David) Dios mira y pesa nuestro corazón, y el sabe inclusive antes que nosotros lo sepamos, que es lo que hay dentro de él, y estoy seguro que muchos hombres que hoy aparentan una fortaleza increíble, parecen unos robles imposibles de botar por los vientos de la prueba, en lo profundo de sus corazones, son tan solo una frágil criatura que anhela ser protegido del mal, y no es malo anhelar ser protegido, no lo digo para vergüenza, de hecho necesitamos dejar que Dios sea quien nos proteja, por que el puede y quiere hacerlo.

Antes de seguir quisiera aclarar que fragilidad no es sinónimo de cobardía, yo conozco a muchas mujeres que son tan frágiles como una galleta de agua, pero que son valientes como ninguna (entre ellas mi esposa), y que son capaces de luchar hasta la muerte con uñas y dientes por aquello consideran justo. Así que el falso concepto de fragilidad que el mundo nos inculco renovémoslo con la verdad de Cristo, por que si Cristo no hubiese sido frágil, no hubiese sido lapidado en la cruz, sin embargo, fue valiente como ninguno, por que allí se quedo hasta el final, hasta cuando le dijo al Padre ¡¡Consumado es!! Eso ES VALENTIA. Siguiendo con el tema, para nadie es misterio que Dios nos desnuda el corazón, el conoce los pensamientos del hombre antes de que suban a su mente, y siente lo que el hombre siente mucho antes de que el corazón conciba los sentimientos, es Dios mismo quien creo al hombre y por ende conoce las fortalezas y las debilidades de él, así como también sabe cuales son las verdaderas intenciones que motivan a los hombres a hacer lo que hacen.

Muchas veces nosotros disfrazamos de piedad la maldad de nuestro corazón, reconozcámoslo, más de alguna vez hemos dicho como los fariseos en Marcos 7:11… Basta que diga un hombre al padre o a la madre: Es mi ofrenda a Dios todo aquello con que pudiera ayudarte… y no me refiero a ayudar a nuestros padres económicamente (solamente) sino todas a aquellas actitudes que parecen buenas, pero que en el fondo solo cubren con un falso manto de piedad, lo que en lo verdaderamente es maldad, tal es como ¡¡trabajo de lunes a sábado, el único día que me queda para descansar es el domingo, ¿Dios no se enojara si no voy a la iglesia?!! Ósea, ¿Dios te tiene que quitar el trabajo para que te congregues? Tu me dirás ¡¡Dios jamás haría eso, Dios no es malo!! Pues solo piensa en Job, que aún siendo un hombre justo, fue probado por Dios en todo lo que más quería ¿Por qué Dios no te quitaría un trabajo que solo te da sustento terrenal y que te impide congregarte, cuando él te quiere dar su sustento eternal? Ahora si Dios te quita el trabajo, tampoco te congregarías ¿Por qué? Por que estarías tan desanimado que no tendrías ganas de ir a la iglesia.
El hombre es una de las criaturas más cínicas de la existencia, y más hipócrita que los cocodrilos que después de engullir a sus hijos, bota lagrimas como de arrepentimiento.

El hombre disfraza de piedad actos de maldad, tales como el aborto, le decimos a la gente que la vida de una adolescente no puede ser arruinada con un bebe ¿Qué pasara con su carrera universitaria? ¿Que comerá, de que vivirá si no estudia? O ¿es un bebe con malformación congénita (Dios nos libre)? ¡¡Lo mejor es que no venga a sufrir a esta tierra!!, pero en el fondo de nuestro corazón lo que decimos es ¡¡soy un egoísta, yo solo quería tener un momento de placer, no me interesa arruinar mi futuro económico con un entupido bebe!! O ¡¡yo no quiero un hijo problema, no quiero ser la burla ni el centro de atención de medio mundo, prefiero que muera!! Lo gracioso es que los jóvenes creen que pueden fornicar y no pagar nunca consecuencias, que los drogadictos solo se dañan asimismo y que tampoco pagaran por su rebeldía, sin embargo, todo lo que el hombre siembre, eso también cegara, y luego jugamos a ser dioses quitándole la vida a un inocente bebe que no tiene como defenderse.
Así los hombres nos engañamos a nosotros mismos, tapando con un dedo la inmensa mancha de maldad de nuestro corazón, somos hipócritas, y lo peor de todo es que aún siendo cristianos intentamos engañar a Dios, como si Dios pudiese ser burlado. Tu me dirás ¡¡oye, no haces más que criticar, yo no engaño a Dios en nada!!, pues pesa tu vida, yo no critico nada que este bien en su justa medida y razón, pero un par de preguntas declararan si realmente estamos invirtiendo en mayor peso de gloria o si estamos sembrando para la carne:

¿Das tus diezmos de todo lo que recibes? ¿Cuidas tus ojos de mirar y codiciar a la mujer extraña, ya sea en la calle o en la televisión? ¿Te congregas con gozo en tu corazón o buscas excusas para no ir a la iglesia? ¿Mientes para salir del problema o afrontas con la verdad las consecuencias? ¿Te quedas con cosas de tu trabajo que no te pertenecen? ¿Haces tu trabajo como te lo piden o sacas la vuelta? ¿Te sientes con la autoridad moral y espiritual para predicar sobre el pulpito o ministrar la alabanza? ¿O eres un hipócrita que no le importa si vives o no en santidad, igual te paras en frente de la hermandad? ¿O eres un poco más sincero y sabes que no eres más que un asqueroso pecador que se deleita en la maldad y que no tiene tanto cinismo como para predicar o alabar al Señor? ¿De verdad todo tu pasado pecador, se quedo atrás? ¿Vez películas con desnudos o subidas de tono? ¿Compras películas piratas o bajas los estrenos de Internet? Si te presentaras hoy frente al tribunal de Cristo, ¿sinceramente crees que lo harías con las vestiduras santas y blancas que habla Apocalipsis 19:08?. Todo esto tiene siempre una excusa para realizarse, no diezmamos por que no alcanzaremos a vivir el mes, cuando Dios dijo ¡¡probadme en esto!!, miramos y codiciamos a la mujer extraña (u hombre según el caso), y decimos ¡¡pero si es una mirada nada más, no he engañado a nadie!!, no vamos a la iglesia por que tenemos sueño y queremos descansar, pero cuando todos se van prendemos la televisión y cuando los que fueron llegan del culto, nosotros estamos allí, sentados frente a la pantalla inundados de concupiscencia, en fin, las excusas sobran donde falta la valentía, y cada una de ella el Señor las ve y las pesa en la balanza de su justicia.

Los fariseos se destacaban por estar llenos de excusas, siempre tenían “una costumbre de los ancianos” para atacar a Jesús, lo curioso es que por más criticas que le hicieron, ninguna de esas costumbres jamás resucito un muerto o sano a un enfermo, y menos aún ninguna de esas mentirosas e hipócritas costumbres les enseño a como obtener la vida eterna, mas ellos siempre tenían una tontería para rebatir los hechos de Cristo.
Así también son nuestras excusas como apariencia de piedad, pero en el fondo son mentiras asquerosas que pretenden hacernos parecer bien frente a Dios, pero él que pesa los corazones sabe que son mentiras nacidas en un corazón que aún maquina maldad. Yo conozco iglesias donde todo es excusa, donde todo es apariencia como las viles apariencias de los escribas y fariseos, donde el pelo largo y las faldas son (para ellos) sinónimos de santidad, donde el varón si no viste un terno es un mundano, donde no se puede tocar la batería ni la guitarra eléctrica por que (para ellos) son instrumentos del diablo, sin embargo, en lo profundo de sus corazones, empezando por el pastor hasta la oveja recién llegada son un montón de hipócritas llenos de adulterio y fornicación, se deleitan en programas como el kike Morandé, se ríen de chistes groseros y de doble sentido, y luego se jactan de su santidad por sus trajes de gala y sus prominentes cabellos largos, HIPOCRITAS llenos de excusas y repletos de apariencia, mentirosos que se engañan a ellos mismos, tienen apariencia de piedad, pero definitivamente niegan su eficacia.

Conozco congregaciones donde lo externo es lo primordial, cuando Jesús mismo dejo como principio lo siguiente (parafraseando): lo que ensucia al hombre no es lo que entra a su boca, sino lo que sale de ella. Estas congregaciones se visten de gala para el culto, pero en sus casas las hermanas usan jeans apretados y salen así a pasear por el “pecaminoso” mall, en la iglesia son todos “hijos del Israel espiritual”, pero saliendo del templo se comportan como hijos de perdición, fornicando, mintiendo y robando, que hipocresía más grande.
Y lo peor de todo es que cuando se levanta un predicador que busca la santidad, que pretende ser usado por Dios para guiar a las personas a vivir en santidad, ellos se levantan impidiéndoles a sus ovejas que no visiten esas iglesias donde la palabra verdaderamente se entrega y se vive, ¿Por qué? Pues se lo impiden por la sencilla razón de que ellos son ciegos que quieren guiar ciegos, y digo ciegos para la santidad, por que estoy seguro que lo más les duele no son las almas que se pueden ir a otro redil, sino, los diezmos y las ofrendas que estas almas representan mensualmente, estos lideres y pastores que se empecinan en amarrar a las ovejas a sus congregaciones, no son otra cosa que mentirosos sin amor por las almas, ¿Por qué digo esto? por que si amasen las almas, les predicarían que el pecado en que están les va a llevar al infierno.

Todas estas personas no hablan otra cosa que de lo que esta en su corazón, he oído diáconos de iglesias hablar como mundanos, he oído a sus hijos decir garabatos y groserías, he vistos como los jóvenes han embarazado a otras jóvenes de sus mismas iglesias y jamás se les ha corregido su pecado, me he preguntado ¿Por qué nadie corrige el pecado? Y he llegado a una sola conclusión, por que ese pecado también esta en ellos (los lideres).

Esta es una llamada de atención a todos esos hermanos que se congregan con estos lideres, no tengo nada personal con las faldas largas ni con vestir terno, de hecho considero muy hermoso (lo digo de manera muy personal) cuando veo a las ancianas con sus cabelleras largas y blancas, cuando veo a mi hermanos que van temprano por la mañana el domingo con sus ternos impecables y sus guitarras en la mano, pero consideraría muchos más hermoso aún que esas cabelleras canosas y largas no fueran otra cosa que el reflejo de la sabiduría del anciano de días sobre ellas, y que esas guitarras tan solo reflejaran una vida de adoración genuina en esos varones.

DESPIERTA iglesia, esta profetizado un terremoto para Santiago, por la liviandad de los pastores de esta nación, por que se han preocupado de cómo hacerse ricos, y han disfrazado el pecado con ropa de gala, en vez de cambiar el pecado por una vida de santidad, DESPIERTA IGLESIA, debes darte cuenta que a Jesús no le interesa como vistas (siempre que lo hagas decorosamente) sino como vives. Dios esta demandando santidad a la novia de su Hijo, Cristo murió por una novia sin mancha ni arruga, por una que no sea hipócrita y aparente la piedad, sino que verdaderamente sea una joven hermosa en sabiduría y bella en santidad.

El avivamiento viene a este país, eso ningún cristiano puede negar que lo siente en su corazón, pero déjame aclararte una cosa, si tu por fuera pareces un perfecto cristiano lleno del Espíritu Santo, pero por dentro tienes un corazón hipócrita, mentiroso y carnal, no serás tu un deposito apto para recibir la unción santa del Espíritu de Dios, recuerda que lo que ensucia al hombre no es su apariencia externa, sino la sinceridad y pureza de su corazón.

Dios te bendiga,

Profeta de Dios.