2 abr 2010 |

Dios ya no esta allí


Juan 12:4 Dijo uno de sus discípulos, Judas Iscariote hijo de Simón, el que lo había de entregar: 5 --¿Por qué no se vendió este perfume por trescientos denarios y se les dio a los pobres? 6 Pero dijo esto, no porque se preocupara por los pobres, sino porque era ladrón y, teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella.

Existe un prejuicio para el nombre Judas, por que ese nombre es el representativo de una persona traidora, de alguien en quien uno jamás debe confiar, de aquel a quien nunca se debe dejar a cargo del dinero o del cuidado integral de una persona, por que Judas para todo el mundo es un traidor.
Lo curioso de esta verdad, es que Judas era tan apóstol como el resto de los once, ellos salieron de un gran grupo de gente que seguía Jesús como discípulos, y después de haber orado Jesús toda la noche a su Padre, escogió bajo el mandato del mismo, a los doce quienes serian los pilares de su tan amada iglesia en el futuro.
Judas estuvo entre los doce cuando fueron enviados de dos en dos a sanar enfermos y echar fuera demonios, Judas fue usado por el Espíritu de Dios para hacer milagros, compartió la intimidad junto al maestro, aprendió las verdades del evangelio sin adornos (parábolas) fue parte del grupo de íntimos amigos del Maestro, y a tal grado había llegado la confianza en la capacidad e integridad de Judas, que el guardaba el dinero de todas las ofrendas que el ministerio de Cristo recaudaba, vale aclarar que a Jesús nunca pidió dinero para sostener su ministerio, sino que su Padre celestial le proveía de personas de buen corazón que voluntariamente hacían aportes para el sustento del maestro y de sus seguidores, y si así y todo si no había nadie quien les proveyera de dinero, Jesús no tenia problema en conseguirse un trozo de pan, y volverlo alimento para cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.

Judas contaba con la confianza del Maestro y de los once apóstoles restantes, y hasta el evento de la ultima cena, nadie sabia quien de los doce podría ser efectivamente el traidor, por ello todos le preguntaban “seré yo Señor”.
Todo esto nos quiere aclarar de que el concepto de que Judas nació para traicionar al maestro es un craso error, por que así como Judas definitivamente traiciono a Jesús, Pedro también lo negó y el resto de los once salio corriendo en el momento que Cristo fue apresado, y ninguno excepto Juan estuvo con él hasta el ultimo momento, por lo tanto los doce de alguna forma lo traicionaron, cada uno en su justa medida, y así también estoy seguro que de alguna manera, aunque no escrituralmente, todos fueron tentados a entregar al maestro, la única diferencia entre Judas y el resto de los apóstoles se encuentra en Juan 13:2 Y cuando cenaban, como el diablo ya había puesto en el corazón de Judas Iscariote hijo de Simón que lo entregara… el diablo no puede sembrar su influencia en un corazón que no tiene cabida para él, sin embargo, en el corazón de Judas hayo una puerta de idolatría muy abierta, el amor al dinero llamado CODICIA, y el hecho de saber que recibiría treinta monedas de plata al entregarlo, multiplico su amor al dinero y lo motivo con más fuerza a decidirse a vender a su maestro. Cuando llego el momento determinado por Dios para tomar como holocausto a su propio hijo, ocurrió lo peor que le pudiese pasar a un hombre, el diablo termino por poseer a Judas y potenció su avaricia al grado de perder todo pudor y miedo de traicionar a su Señor Juan 13:27 lo relata así: Y después del bocado, Satanás entró en él. Entonces Jesús le dijo: --Lo que vas a hacer, hazlo pronto.

La escritura declara que uno traicionaría al Mesías, por lo tanto cualquiera de ellos era un potencial traidor, lo que hizo la diferencia entre Judas y el resto, fue su insaciable amor al dinero, y justamente fue en esa puerta que nunca se cerro por la cual diablo entró y domino su vida al grado de no tener ningún miramiento en entregar a aquel que le había toda su confianza.

Judas aparentaba la piedad, pero negaba su eficacia, justamente una de las más marcadas características del carácter de los hombres en los últimos tiempos, Judas decía que el mismo podría haber vendido el perfume de nardo y con el dinero habría alimentado a los pobres, pero en el fondo de su codicioso corazón el solo quería sentir entre sus dedos esos trecientos denarios, y sacar de ellos el mayor porcentaje que se pudiera, en definitiva era un ladrón, una persona cumpliendo una de las características del ministerio del diablo, Matar, Robar y destruir, es así como cualquier persona que se vea involucrada en una de estas actividades, es un instrumento en las manos de Satanás.

Judas metía la mano donde no debía, él ponía sus ojos en sus intereses personales en vez ponerlos en el bienestar de su maestro. Cuando el fue llamado por Cristo, a aprender de él, quizás en un principio vio una manera de cómo servir al Señor, de cómo ayudar a ese Israel que estaba como oveja sin pastor, pero en el camino su mirada se desvío y vio en los beneficios de caminar junto al maestro, una gran oportunidad de acrecentar sus arcas personales para sus inversiones futuras. Judas paso de ser un siervo sincero en Cristo, una persona confiable, un Apóstol privilegiado, a ser un oportunista que aparentaba piedad y sinceridad, pero en definitiva se había terminado por entregar a los brazos de su propia concupiscencia. Estoy seguro de que a pesar que no esta escrito, todos los apóstoles necesitaron una ministración personal de parte del maestro en distintas eras de su vida, quizás alguno de ellos tenia problemas con sus ojos, otro tenia problemas con no poder perdonar a un padre golpeador, otro quizás había sido toda su vida menospreciado, en definitiva, si Cristo estaba todos los días con ellos de una manera personal, ¿no seria lógico que sus corazones no se hayan sentido motivados por el Espíritu Santo a contarle sus problemas y debilidades?, por ello creo que Judas tuvo la misma oportunidad que todos de haber sido libre de su avaricia, pero fue él quien prefirió quedarse con ella.

Hoy veo que la misma motivación del apóstol traidor, esta en el corazón de muchos pastores en Chile, sobre todo en aquellos que son los lideres de las más grandes corporaciones evangélicas de Chile, esos que se autoproclaman apóstoles, obispos y representantes de las máximas potencias evangélicas del país, veo que como Judas muchos de ellos comenzaron de la nada, solo con fe, con un llamado, con un propósito claro de servir al Señor con flaqueza y guiar el pueblo hacia Cristo, sin embargo, cuando Dios los comenzó a respaldar, cuando sus ministerios comenzaron a crecer, cuando fueron adquiriendo medios de comunicación tales como radios y televisión, cuando Dios los bendijo con balnearios y templos gigantes y vistosos, finalmente cuando vieron que caminar junto al maestro le dejaba grandes recaudaciones de dinero, sus ojos al igual que los ojos de Judas, se desviaron del bendecidor y se fueron tras la bendición, y comenzaron a meter la mano donde no debían.

La ofrendas, los diezmos y las primicias son para él Señor, son el medio por el cual Dios le provee a sus siervos pastores, con el fin de que estos siervos y pastores entreguen buen alimento a las ovejas de Cristo, y como estos pastores inviertan esas ofrendas, diezmos y primicias es una cuestión que Dios tratara a su debido tiempo con cada uno ellos, pero la finalidad de este sustento es para que estos siervos de Dios se dediquen a entregar la buena palabra de Dios, mas el panorama de hoy es invertido, por que el pastor ya no se dedica a decirle a su grey que el pecado es pecado y que los aleja del Dios, sino que se dedica a entregarles una palabra que no vaya a dañar la carne de sus feligreses, por que si estos se sienten ofendidos entonces se irán de la iglesia y junto con ellos, sus diezmos, ofrendas y primicias, y el sustento de aquel “siervo” se vería seriamente diezmado, ósea, ya no es Dios quien sostiene la obra, sino las ovejas, y ese pastor ya no se debe a su Señor, sino a las ovejas que pastorea, y el trono donde Dios debía haberse sentado, ahora está sentado Mammon, el Dios del dinero.

Así también es como trasquilan las ovejas, les piden una y otra vez dinero sin cesar, insisten en la ofrenda “para el Señor”, por que hay nuevos proyectos de radios y más programas de televisión, nuevas iglesias que construir y Dios necesita de tu ofrenda, ven y pacta con Dios, MENTIRA SATANICA, Dios no necesita tu dinero para sostener uno de sus ministerios, por que así como Cristo tuvo el mejor de los ministerios evangelísticos que pudiera existir jamás, y nació y vivió y murió como un hombre pobre, así mismo Dios sostiene con su provisión celestial a los siervos que él llamo a su servicio.

Hoy los lideres de las grandes corporaciones evangélicas y el mundo están ciegos, mienten descaradamente y se llenan los bolsillos con el diezmo que las ovejas amorosamente entregan al Señor, diezmo que les cuesta treinta días de trabajo, de esfuerzo, de humillación quizás, de malos ratos, de recibir malas palabras, de levantadas temprano y acostadas tarde, y sin embargo, estos supuestos siervos de Dios los toman como si fuera cualquier cosa y lo gastan sin pudor en porquerías mundanas, sin ninguna gratitud y sin tomar en cuenta el esfuerzo y el amor con el cual la oveja lo entrego. Todos estos son Judas metiendo la mano en la bolsa, sustrayendo y manoseando con sus asquerosas manos llenas de avaricia el dinero que Dios mismo se provee para su obra, y lo malgastan en el cumplimiento de sus más bajos deseos mundanos, trasquilan las ovejas y les quitan hasta el ultimo centavo en pos de una supuesta recompensa de parte de Dios, recompensa que nunca llegara, por el simple hecho de que Dios nunca dijo que invirtieran ese dinero en las manos de esos AVAROS HIJOS DE PERDICIÓN.

Todos los siervos de Dios están llamados entregar la verdad de Cristo con sus vidas primeramente, y predicarla en los pulpitos, por eso Dios estableció el diezmo, para que el siervo no este buscando como sustentar su vida y la de su familia, pero a cambio el siervo debe hacer el trabajo por el cual Dios le paga, y es predicar la palabra del Señor, cuidar su rebaño y protegerlo de los lobos rapaces, mas en todos estos supuestos “ministerios” grandes, que a todo esto, anoche se reunieron para hacerle un show a Dios sobre un supuesto arrepentimiento por no haber estado unidos o no haber predicado el “evangelio” en la calle (gracias a Dios que no predicaron más ese evangelio), pues todos estos personajes predican desde sus extravagantes pulpitos cualquier basura, menos la palabra del Señor, jamás he oído en la radio a alguno solo de estos pastores predicar sobre el vivir en santidad, sobre el no ser amigos del mundo, sobre el aborrecer el pecado y amar entrañablemente a Cristo a tal grado de dar toda su vida por él, predican tan solo la mitad del mensaje, sobre el amor de Dios, pero no son capaces de decirle a la gente que aceptar a Cristo como salvador no se trata tan solo de una oración que dice “te acepto Señor” y seguir viviendo la misma basura de vida que antes vivían, sino que se trata de morir al “yo”, con el fin de que Cristo sea en mi, no predican que mis sueños no son necesariamente los sueños que Dios tiene para mi, y no buscan cumplir el principal propósito por el cual los cristianos nos llamamos así, y es el llegar un día a ser como Cristo, y para que Cristo viva en mi y sea él completamente mi todo, YO DEBO MORIR A MIS PLACERES Y DELEITES, todo eso jamás lo he escuchado predicarse en ninguno de los pulpitos de los grandes “ministerios” evangélicos de este país.

Lo terrible de todo esto, es que así como Judas no miro las consecuencias de su proceder al traicionar al maestro, así tampoco estos pastores han mirado que sus acciones tendrán consecuencias nefastas y eternas, Judas comenzó con un buen motivo en su comienzo, pero con el tiempo por no permitirle al Señor que lo transformase a la imagen del hijo de Dios, termino siendo un avaro hijo del diablo, y luego en el momento que el Cristo debía ser traicionado, el diablo, NO EL ESPÍRITU SANTO, entro en él y lo poseyó para que su avaricia fuese incontrolable y vendiera a su maestro por el precio de una esclavo, y luego de todo esto, teniendo la posibilidad de pedirle perdón a Dios por su horrible pecado, y haberse dejado restaurar por el perdón de Cristo, el diablo que ya vivía en él, lo llevo hacia el suicidio y luego al infierno.

Ese es el fin de todos los Judas que han traicionado a Jesús metiendo la mano en la bolsa que no les corresponde, comenzaron bien, desde muy abajo Dios mismo los levanto, caminaron en santidad pero su avaricia nunca salio de sus corazones y el diablo como pudo los tentó a dejar la doctrina de la santidad, y ellos cedieron, luego el diablo les dijo “deja el mensaje del arrepentimiento” y ellos cesaron de decirle a la gente, “arrepentíos y convertíos”, y luego Satanás les dijo, “tengo un precio mayor para ti, tan solo tráeme a tu maestro y una gran fortuna será tuya”, y estoy seguro que muchos ya han caído en ese abismo de permutar a su maestro por aquella asquerosa y diabólica “fortuna” terrenal.

Es triste mirar esos tremendos templos llenos de gente, que se ven relucientes por fuera, pero al igual que una fuente sin agua, que aparenta tener la sustancia que saciara la sed de tu alma, solo te tienes que acercar lo suficiente para darte cuenta que todos esos Judas solo aparentan ser hijos de Dios, pero no tienen nada Dios para saciar tu corazón.

Solo piénsalo estimado lector, si Cristo nunca aprobó que Judas sustrajera de la bolsa del ministerio y este termino reventado en un barranco, ¿Por qué Dios permitiría hoy que todos esos falsos apóstoles, falsos pastores y falsos maestros sustraigan de la bolsa de su Señor y su pecado les pase por alto? Dios ya tiene preparado el final de todos ellos, y estoy seguro que la mayoría de ellos no se arrepentirá de corazón como para librarse de ese horrible final, tal y como Judas tampoco se arrepintió, por que cuando el diablo entra por la puerta que uno mismo le abre, no tiene por que salir si yo mismo no lo hecho.

Por ultimo tu me dirás ¿bueno, aunque todo esto sea verdad, yo solo me dedico a adorar a Dios, lo que hagan los demás no me incumbe, cada uno dará cuentas a Dios? Te recuerdo que en la batalla de Israel contra los amorreos en Josué 7:04-13, Israel no pudo vencer por que UNO de los que estaban en el pueblo fue anatema, el texto de su confesión dice: Acán respondió a Josué: --Verdaderamente yo he pecado contra Jehová, el Dios de Israel; he hecho así y así. Pues yo vi entre los despojos un manto babilónico muy bueno, doscientos siclos de plata y un lingote de oro de cincuenta siclos de peso, lo cual codicié y tomé. Ahora está escondido bajo tierra en medio de mi tienda, y el dinero está debajo. (7:20-21), por la codicia de uno, la maldición llegó para todos, así también 1ª Timoteo 5:22 dice “no participéis en pecados ajenos”. Aunque en tu corazón no este el hacer el mal ni vender a tu Señor, si vez que tus pastores, lideres y/o el resto de tu congregación ya lo vendió, entonces sal de hay por que mientras no se corrija ese pecado, tu estas siendo co-participe de un pecado ajeno, y la maldición también esta sobre ti.
Para Dios no fue un juego de niños la traición de Judas, por eso su muerte fue tan horrible, por lo tanto para Dios tampoco es algo sin importancia el hecho de que todos estos seudos-siervos de Dios estén metiendo sus asquerosas manos en la bolsa del ministerio que le pertenece al hijo de Dios.

Dios tiene un remanente que no se ha ensuciado las manos junto a esos hijos de perdición, y existen congregaciones donde “no se cuecen habas”, existen siervos de Dios que no están dispuestos a vender a su maestro por unas cuantas ofrendas, hay lugares donde si se predica la santidad y se aborrece al pecado, los hay estimado lector, no son los templos más vistosos (aún) pero el Señor habita en ellos. Busca ese lugar, sal de en medio de esos Judas y busca a esos siervos que están dispuestos a entregar sus vidas con el único fin de que Cristo sea glorificado, por que el avivamiento viene para este país, se acerca el Espíritu de Dios a pasos agigantados con el fin de derramarse, y te aseguro que no lo hará en esos pomposos y lujosos templos llenos de hombres insaciables de avaricia, sino en aquellos pequeñitos lugares que nadie cotiza y usara a esos siervos despreciados por los grandes “ministerios”, por que Dios toma lo que no es, para avergonzar a lo que es, y levanta a los débiles, para menospreciar a lo fuerte.

El Espíritu Santo derramará su vino nuevo, y depende de ti ser ese odre renovado y dispuesto para recibirle, o ser parte de una montonera de religiosos avaros y sin destino celestial, tú decides si esperas el Pentecostés en el aposento alto que nadie cotiza, o en el templo donde ya no habita la presencia del Señor.

Dios te bendiga,

Profeta de Dios.