31 mar 2010 |

YO VENGO PRONTO



Juan 8:37 Yo hablo lo que he visto estando junto al Padre, y vosotros hacéis lo que habéis oído junto a vuestro padre. 38 Respondieron y le dijeron: --Nuestro padre es Abraham. Jesús les dijo: --Si fuerais hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais.

La época en que Jesús ejerció su ministerio en la tierra, es la época históricamente más religiosa que ha vivido el pueblo de Israel, se había proliferado en gran manera el judaísmo por todos lados, en el lugar donde vivieran judíos, hay habían también sinagogas, donde se juntaban los varones cada sábado a compartir la memorias pasadas de un pueblo que vivió los milagros más maravillosos de la historia, de profetas llenos del poder del Espíritu, y de un Dios que decidió callar durante 400 años. La emancipación de la mentalidad religiosa iba acompañada con intensas y celosas enseñanzas de patriotismo y de la siempre esperanza bienaventurada de la visitación del Mesías tan contundentemente prometido desde el Génesis hasta Malaquías.

Los mayores exponentes de la Ley mosaica eran los Fariseos, maestros de la Torah y los libros proféticos, comentaristas e interpretes de los dichos del Dios del antiguo testamento, es decir “la voz de Dios” para el pueblo.

Estos personajes, basados en su gran conocimiento de la Torah, se habían envanecido por el mismo, y tratando de sobresalir por sobre todos los demás, interpretaban la Ley a su antojo y cargaban gravosamente al pueblo que los tenia por voceros de Dios. Los Fariseos penosamente con el tiempo, subieron al mismo nivel que la moral, las ritualidades y los sacramentos, y por el mismo paso del tiempo se llego a confundir el claro cumplimiento de una vida moral con una vida llena de ritos y costumbres, que en definitiva no reflejaban la santidad y el amor que el Dios de la Torah les había exigido como mandamiento principal.

Los Fariseos esperaban la llegada del Mesías y de la restauración del Reino de Israel en la tierra, y junto con esa restauración ellos esperaban ser parte de la administración de ese divino gobierno, por el solo hecho de cumplir con toda una ritualidad cotidianamente, diezmaban la menta, el anís y el comino, ayunaban varios días a la semana, sin embargo, cada vez que podían se metían y devoraban las casa de las viudas hurtándoles su pequeño sustento y como pretexto hacían grandes oraciones para simular su maldad, ellos “cumplían” las ritualidades externas de la ley, pero habían olvidado hacer justicia, tener misericordia y guardar la fe.

La principal característica por la cual ellos se sentían seguros de que estarían reinando junto con el Mesías en su reino, era por que a ellos les correspondía como hijos de la Raza de Abraham, ellos por “ley” tenían el derecho a ser quienes gobernaran en la venida del Mesías a la tierra, ellos se sentían sumamente exclusivos por haber nacido judíos varones. Ciertamente el pueblo Judío es el pueblo escogido de Dios, por ellos nosotros los gentiles fuimos añadidos espiritualmente a ellos como hijos de Abraham por la sangre de Cristo, y no ellos añadidos a nosotros, pero así como conocían sus derechos legales como hijos de la promesa, también habían olvidado sus obligaciones y prioridades, de vivir la ley y los profetas, que resumido todo esto no más ni menos que “Amar a Dios por sobre todas las cosas, y amar al prójimo como a uno mismo”, mas ellos habían tergiversado los mandamientos de Dios y manipulado los dichos de los profetas, con el fin de reducir el amar a Dios a unas incansables ritualidades que ni ellos mismos podían cumplir, y habían olvidado por completo el amar al prójimo en pos de una vana exclusividad racial, que para Dios nunca tuvo importancia, por que ser judío no es tan solo una raza, ser judío es amar a Dios por sobretodo y al prójimo como a uno mismo.

El panorama de Israel en medio del ministerio de Jesús en la tierra, era por decirlo menos sumamente oscuro, los religiosos que podían haber preparado el camino al Mesías enseñando la Santidad y el Amor al pueblo, estaba dedicados a perder el tiempo con ritualidades vanas, el pueblo ciego sin conocimiento más que el que los religiosos les daban, no podía ser mejor que los Fariseos, y para que hablar de los publicanos, prostitutas y mendigos, ellos ni siquiera eran parte de las clases sociales de Israel.
El panorama bíblico de aquel tiempo es sumamente triste, pero aún así no me asombra que haya habido una virgen que esperaba ser usada como vaso por su Señor, no me asombra ver a aquella profetiza ayunando y orando en el templo, o aquel anciano que logró ver con la petición cumplida de mirar al salvador de su pueblo con sus propios ojos, ellos no son otra cosa que el remanente que Dios siempre se ha guardado para si, a pesar de las necedades de los grandes religiosos y de las porquerías de vidas de los perdidos, en medio de las tinieblas Jehová siempre se proveyó para si una manada pequeña de personas que lo amaban de todo corazón.

Es curioso el fenómeno del Alba, la noche nunca es tan oscura como cuando esta comienza a rayar, son quizás 30 minutos donde la oscuridad completa se apodera del mundo, es tan oscuro ese momento que la gente del campo debe esperar a que pase esa tenebrosa tiniebla para poder ponerse a trabajar, pero así como es asombroso aquel oscuro fenómeno, también es asombroso como al final de ese momentáneo fenómeno, en tan solo un par de segundos en el horizonte comienza a salir la luz del sol que disipa toda aquella tiniebla, es así como Cristo llego en medio de la bruma que se encontraba Israel, con su luz radiante encendió la esperanza de miles que la habían perdido bajo la opresión de Roma y bajo el yugo de sus propios pecados, en tan solo un par de segundos la luz de Cristo, la hermosura de su doctrina y el poder de sus milagros prendieron la mecha de un Israel que andaba a tientas en medio del Alba de su historia.

La biblia predice que en los postreros tiempos habrán hombres amadores de si mismos, engañadores que aparentarán la piedad, pero negarán su eficacia, habrán hipócritas mentirosos con una conciencia cauterizada por una maldad que habrá sido tan proliferada, que el amor de muchos se enfriará, serán tiempos como los de Sodoma y Gomorra, donde se expandirá la promiscuidad sexual y las depravaciones de los instintos más bajos del hombre, los jóvenes serán irrespetuosos con sus padres, y la reverencia hacia Dios habrá desaparecido, en definitiva los últimos tiempos profetizados en la biblia, son el vivo reflejo de la sociedad de hoy, una sociedad frívola y egoísta que tan solo busca su propio bienestar olvidándose de Dios y habiendo perdido todo aprecio por el prójimo.
Así mismo estaba Israel cuando Cristo llego con su luz, y creo profundamente que hoy se están dando las circunstancias precisas para que la luz de Cristo encandile a esta tenebrosa sociedad.

El problema de todo esto, radica en que los representantes más pomposos y famosos del evangelio en Chile, no han comprendido el mensaje profético que Dios nos entrego con el terremoto. El gran remesón de la tierra chilena que Dios provocó en la madrugada del 27 de febrero del presente año nos pillo a todos por sorpresa, todos estábamos durmiendo (no solo física, sino también espiritualmente) y viviendo nuestras propias vidas creyendo que todo lo estábamos haciendo bien, pero ese bien era solo para nuestros ojos, mas para los ojos del Señor el panorama era distinto, tanto así que tuvo que remecer la tierra para mostrarnos que el es Dios y soberano hace como le plazca, y que por amor a todo su remanente que se supone estaba esperándolo, al igual que las vírgenes sensatas, cabeceaba en vez de estar velando. Dios trajo el terremoto a Chile, y nuestro panorama sobre santidad, amor y temor de Dios, vida espiritual cambio del cielo a la tierra, lo que Dios quería provocar en el corazón de su remanente era un arrepentimiento genuino, con el único fin de derramar el ultimo avivamiento de la humanidad en Chile, por que así como la iglesia empezó en Jerusalén con su avivamiento, y se expandió hasta el ultimo tramo de la tierra (Chile) desde el ultimo tramo de la tierra, hasta Jerusalén será el mover que Dios esta trayendo, por que Dios toma a lo que no es para que sea, y a lo débil para avergonzar a lo fuerte.

Mañana en la noche todas las grandes corporaciones evangélicas se reunirán en el Movistar Arena (Santiago) con el fin de realizar una vigilia por Chile, para que Chile se arrepienta de sus pecados, y escuchando la Radio en la que están motivando al pueblo evangélico a que se congregue junto a ellos, explican como es el itinerario de la vigilia, y consiste en dos predicaciones, oraciones especificas entre un pastor de edad junto a un joven, luego cantara el coro polifónico de la Metodista Pentecostal, luego el coro instrumental de la misma, luego algún break, etc., una noche muy bonita con música y palabra de arrepentimiento, que vale decir que según ellos, su mea culpa por lo que se tienen que arrepentir, es por que han dejado la predicación a la calle, han estimado poco el evangelismo, y se han dedicado solo a ministrar sus iglesias. Esto tiene un grado de razón y verdad, pero no puedo dejar de decirlo, este no es el mensaje que Dios quiso entregar despertándonos el 27 de febrero, el evangelismo ciertamente es muy importante, y todos tenemos un mea culpa al respecto, pero Dios no trajo el terremoto para despertar al mundo y llevarlo a la iglesia, por que si fuera así, los mundanos hubiesen comprendido el mensaje de Dios y hoy nuestras congregaciones estarían llenas, el verdadero por qué del terremoto fue para que el remanente de la iglesia despertara y avivara su fuego y esperara despierta a su Señor, con esto quiero decir, que si el mundo hoy no ha venido a la iglesia, no se congrega con nosotros, o no le cree a los evangélicos, es por que los evangélicos se han vuelto egoístas, ladrones y mentirosos, más inclusive que los mismos mundanos, si los mundanos no nos creen, es por que ven más claridad en sus vidas de tinieblas que en la supuesta luz que debe reflejar nuestra vida en santidad. Hoy vemos instituciones evangélicas gigantescas, llenas de dinero y de poder, pero totalmente alejadas del Espíritu Santo, ellos creen al igual que los fariseos creían, que serán parte del avivamiento que el Espíritu traerá, por el simple hecho de que son ellos los “representantes” de las grandes corporaciones evangélicas de Chile. Los fariseos creían ser ellos los administradores del Reino del Mesías por el hecho de ser hijos de Abraham, mas el hijo de Dios los trato de hipócritas, mentirosos e hijos del diablo, hoy los evangélicos de las grandes corporaciones creen que por que tienen iglesias en todo Chile, por que tienen un histórico avivamiento en el 1909, o por que sus iglesias juntan grandes cantidades de dinero, ellos van a ser los receptores del avivamiento en Chile, pero yo les digo en el nombre del Señor, HIPOCRITAS, MENTIROSOS E HIJOS DEL DIABLO, ARREPENTIENTANSE DE CORAZÓN Y DEJEN DE TRASQUILAR LAS OVEJAS, ustedes que se jactan de grandeza, están como la iglesia de Laodicea, diciendo no tengo necesidad de nada en esta tierra, mas el Señor les dice hoy son desventurados, miserables, pobres, ciegos guías de ciegos y están desnudos, por que han creído que Dios les a pasado por alto todas aquellas almas que han dañado, todas aquellas mentiras que han dicho, mas hoy Dios les decreta que el juicio viene para ustedes, por que quieren engañar a Dios con un show de “arrepentimiento”, y sin embargo, no son capaces de reconocer que sus errores no están en no haber predicado en la calle, sino, en que en sus pulpitos no han predicado la santidad, ni en sus vidas la han vivido.

Hoy no hablan de arrepentimiento genuino, hoy hablan sobre los detalles de sus pecados, pero no se han despojado de la inmundicia que aún radica en sus corazones. Todas esas instituciones no gozaran del derramamiento del Espíritu Santo, por que así como los Fariseos creían estar preparados y ser ellos los únicos y exclusivos dueños de la verdad, sin embargo, la luz llego por uno que despreciaron, así tampoco hoy los únicos y exclusivos dueños de la “verdad” y representantes de las gigantescas corporaciones evangélicas, no recibirán el poder que el Espíritu de Santidad traerá sobre esta tierra, SINO SE ARREPIENTEN.

Yo no tengo nada contra el coro polifónico ni instrumental, lo considero hermoso y si de corazón adoran, pues mejor todavía, pero el arrepentimiento verdadero no es un culto más, no es que reunamos a la mayor cantidad de gente diciendo, ¡¡Señor perdóname!! Pero apenas salgan del evento, o quizás allí mismo, sus ojos, sus mentes y sus corazones seguirán igualmente inundados de sus perversidades, hoy no es tiempo de un show, ya tuvimos demasiado de eso, hoy es tiempo de humillación, de vestirse de cilicio, de levantarse de madrugada y buscar el rostro del Señor, es tiempo de dejar definitivamente el mundo y sus deleites y arrepentirse de la mentira e hipocresía en la que estábamos viviendo, el arrepentirse es cambiar de actitud, no cantar una canción en una vigilia, levantar las manos o elevar una simple oración, el arrepentirse es dejar definitivamente las mentiras y vivir para y por la verdad, cueste lo que cueste.

Yo le ruego al Señor que me dio este mensaje, que compunja los corazones de todos aquellos pastores que están organizándose para este jueves, le ruego desde lo más profundo de mi corazón que les habrá los ojos de su entendimiento y les muestre que es su soberbia la que no les deja mirar ni entender el verdadero mensaje que el Espíritu Santo trajo junto al remecer la tierra de Chile.

ARREPENTIOS Y CONVERTIOS, POR QUE EL REINO DE LOS CIELOS SE ESTA ACERCANDO.

Dios les bendiga,

Profeta de Dios.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

gracias ... ... ...

gracias